La memoria es una propiedad fundamental de la vida. Si no recuerdas nada estás perdido.
Las neuronas se organizan en circuitos cuya función es construir memoria de cuanto acontece en momentos y lugares, en presencia de todo tipo de señales que alertan sobre la ocurrencia potencial de algo relevante.
Un componente fundamental de la memoria es el olvido. No tiene sentido retenerlo todo. Hay que seleccionar, separar el trigo de la paja.
Hay varios tipos de memoria, cada uno con una aplicación distinta. La mayoría de ellas opera inconscientemente, de espaldas a la voluntad y percatación del individuo.
Los programas motores, las expectativas y creencias, el impacto emocional de los sucesos pasados y futuros, las percepciones... están memorizadas.
El dolor, en ausencia de daño, está memorizado. Una crisis de migraña está programada y se edita una y otra vez, generalmente con el mismo formato, aun cuando no esté sucediendo nada. Simplemente es un programa perceptivo construido sobre un suceso nocivo imaginado. Cuando el cerebro cree que es oportuno encender la alarma, en ese momento-lugar, tras ese desencadenante, lo hace, reeditando el programa previamente configurado.
Los programas contienen también memorizado el guión exigido al individuo, su conducta. Si no se cumple ese guión, el cerebro aprieta las tuercas hasta que lo consigue. Si está memorizada la exigencia de tomar un calmante o meterse en la habitación con las luces apagadas, el dolor se intensifica si no se obedece.
Lo sucesos nocivos, necróticos (desgarros, compresiones, infecciones, corrosiones...) no tienen guión previo. Los parámetros del dolor son coherentes con la localización, intensidad y persistencia del foco necrótico. El cerebro memoriza el episodio para rumiarlo y extraer conclusiones de cara al futuro. A veces, aun cuando la lesión esté reparada, mantiene activo el programa perceptivo y el dolor sigue ahí en el lugar de los sucesos pasados, alimentando la idea de que no se ha reparado bien.
Gran parte de la memoria se refiere a lo que pudiera suceder. El cerebro memoriza su previsión de futuro y construye programas sobre sucesos imaginados.
La memoria de futuro se apoya sobre convicciones de vulnerabilidad de los tejidos, sobre miedo al daño con nuestras acciones.
Si no modificamos la idea memorizada de vulnerabilidad estamos perdidos. La tozuda memoria de lo que pudiera suceder enciende una y otra vez el programa del miedo, el dolor recordado.
El premio nobel Gerald Edelman habla del presente recordado.
El dolor está memorizado y se mantiene vivo el recuerdo por expectativas y creencias. Creemos en el viento sur y en el chocolate, en los nervios pinzados y superficies articulares rugosas como causa directa del dolor.
El sol se asoma en el horizonte tras "oir" cantar al gallo. No sorprende que el gallo piense que es él quien tira del astro con su kikiriki. Le pierde su memoria y su soberbia.
Al individuo con dolor crónico le pierde la memoria y el miedo al dolor y al daño.
- Olvída que te duele y te dejará de doler...
No haga ni caso es una de tantas falacias sobre dolor. Generalmente produce el efecto contrario: el dolor aprieta un poco más, ofendido por la reflexión del individuo.
- Recuerda que no sucede nada donde duele, olvida esa convicción de vulnerabilidad y, si lo consigues, es probable que la cosa cambie.
- Le hice caso. Pensé que no tenía nada, como usted me dijo, no tomé el calmante y el dolor fué insoportable. Tuve que ir a urgencias a que me pusieran algo en vena... Necesito tomar los calmantes. Sin tomar nada, sólo con palabras es imposible
- Veo que su cerebro tiene buena memoria... Tendríamos que hacer algo para que olvide pero no es fácil. Todos recordamos lo que nos interesa... El miedo refuerza la memoria. Los sucesos temidos son sucesos recordados aun cuando nunca hayan sucedido.
- ¿No han sacado nada para el olvido?
- Pues no. Ahora dicen que hay fármacos para potenciar la memoria. Puede que sea verdad pero no estoy seguro de que sea una buena idea. Hay memorias que debieran disolverse. La del dolor sin daño es una de ellas.
- Desde que me dio eso para la memoria me duele más...
Los pacientes con Alzheimer van olvidando el futuro y por ello van disolviéndose sus dolores recordados... Ya no se quejan a no ser que se hagan daño...
10 comentarios:
Interesantísimo Arturo. Si lo que dices es correcto, me refiero a lo del Alzheimer entonces está claro que tienes una condición donde la teoría se cumple. Es mas, puedes hacer una predicción. O varias...es decir, si la persona no toma los analgésicos y tiene la experiencia de tolerar el dolor, y que este pase sin ayuda puedes "elaborar" un plan y una predicción. ¿Lo haces?.
Una vez un sociologo me dijo que "la gente con un plan funciona mejor"....
Un saludo.
El tema del dolor en la enfermedad de Alzheimer es controvertido. No hay datos concluyentes de trabajos experimentales, por las dificultades que encierra hacer un buen diseño del trabajo pero parece que el umbral del dolor está aumentado y disminuye el consumo de analgésicos. Por otra parte es más difícil conseguir una analgesia eficaz cuando hay daño. Puede que no exista efecto placebo.
Si fuera cierto, como parece, que en ausencia de daño hay menos dolor, cabría aducir también que la enfermedad afecta a la infraestructura neuronal que da la cualidad afectiva de sufrimiento.
No tengo experiencia en este terreno pero en otras situaciones de dolor crónico sin alteraciones cognitivas, se puede eliminar el dolor o reducirlo a la vez que se retiran los calmantes. Hago un seguimiento de resultados con los pacientes, lógicamente, para poder abrir la boca.
Luego tenemos la fascinante prueba de la mayor incidencia de migraña en neurólogos.
Todos los investigadores de dolor afirman que las creencias y expectativas influyen en el dolor pero falta señalar a la cultura oficial sobre dolor (sin daño) como responsable. Mientras no se modifique esa cultura por parte de los profesionales el cerebro de los pacientes seguirá obedeciendo a sus contenidos...
Suponía que lo habrías tenido en cuenta. Es decir, lo que haces es devolverle al paciente los resultados, el producto de su esfuerzo, con lo cual es mas fácil que perseveren. Fantástico.
En cuanto a la cultura de expertos, creo que es porque hay mucho en juego y el mismo hecho de serlo hay profesionales que lo entienden como tener que saberlo todo y dar una imagen continua de validez aparente. No se reconoce, creo, por lo que implica a todos los niveles.
Un saludo.
Elemental querido Jesus Watson
Como siempre muy interesante. Me hace gracia la "conversación" de hoy con el paciente. Siempre he ha resultado curioso eso de "no pienses en el dolor y no te dolorá". Me recuerda a aquello de "no pienses en el oso blanco", por aquello de que el hecho de no pensar implica pensar en no pensar...
Villovi, claro, lo importante, lo esencial, es que reconoces el dolor, no le dices que no le duele que se olvide, al contrario, me parece que el mensaje es "si, te duele, y te va a doler mas, esto es así, pero si consigues aguantar X, cada vez va a doler menos". Sospecho que exactamente igual que cuando se va a rehabilitación después de un accidente. El volver a movilizar tendones, articulaciones etc...va a doler, y eso es bueno, porque de evitar moverte debido a que tratas de evitar el dolor, conseguira que la cosa evolucione hacia muy mal.
Un saludo.
Jesús: dejo que te conteste algún fisio a poder ser, pues me temo que no estén de acuerdo con tu reflexión. Si nadie entra a hacerlo ya lo haré yo más adelante.
Madre mía, llevo tres días sin blogear... de dónde sacáis el tiempo??
Jesús, ya contesto yo. La idea de que la rehabilitación tiene que doler para que luego duela menos está muy arraigada y bien asimilada por los pacientes, pero no es muy correcta, según mi punto de vista personal.
Yo personalmente no trabajo mucho con traumatología, donde podría cuadrar más, por lo que muy raras veces aplico técnicas dolorosas.
Muchos pacientes acuden con la idea de que les vas a provocar dolor "para bien" y al principio incluso recelan porque no lo haces.
Es una puntualización, pero el ejemplo vale. Saludos!
He trabajado con enfermos de Alzheimer y, muchos de ellos, "olvidan" sus dolores en el transcurso de la enfermedad (bueno, su cerebro más bien).
En estadíos avanzados con gran deterioro cognitivo sería difícil de decir, pero mi impresión es que no existen tales dolores y únicamente responden a estímulos nocivos.
Maimai, tengo ADSL hasta en el baño, así que aprovecho cualquier time out, jajajaja.
Gracias por tu contestación. Lo que dije soy consciente de que es desde la ignoracia y la propia experiencia. Una vez me partí un brazo, los tendones por supuesto se "acortaron" supongo, y hasta coger el tenedor me dolía. Si llego a evitar hacer cosas por el dolor (a veces era realmente grande) sospecho que no tendria el brazo como lo tengo ahora. También es posible que con exquisito cuidado, haciendo las cosas muy poco a poco, hubiera ido moviendolo, pero me da la impresión que aún así me hubiera dolido.
En cualquier caso, era un ejemplo o una extrapolación a lo que me parece quiere decir siempre Arturo ¿o me equivoco Doc?.
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