Dicen (y Descartes tiene algo que ver con ello) que el Sistema Nervioso está constituido por circuitos que construyen respuestas a los estímulos. La secuencia sería: una neurona sensorial detecta el estímulo, lo conduce a un centro donde se analiza y de allí surge una orden que viaja por una neurona motora hasta los músculos...
En el principio de todo habría un estímulo, luego un análisis de su relevancia y finalmente una respuesta.
- ¿Por qué me duele?
- Tiene que haber necesariamente algún estímulo, alguna condición que produce dolor donde usted lo siente. Su neurona sensorial del dolor lo detecta, lo conduce a los centros donde se analizan los dolores y allí se decide qué respuesta es la adecuada: apartar la mano del fuego, no apoyar un pie torcido, meterse a un cuarto oscuro y suplicar que le dejen en paz...
Parecería fundamental, por tanto, encontrar el estímulo doloroso, aquello que mortifica los tejidos...
- Es como si la cabeza fuera a explotar...
Algo inconveniente, quizás un aumento de presión en la caldera de la cabeza, debe haber creado la condición generadora de dolor. El dolor surgiría de las células incomodadas. Es su modo de protestar. Cada célula incomodada pondría su gotita de dolor. Muchas gotitas harían una gota grande hasta formarse verdaderos chaparrones. Los padecientes pre-sentirían a veces que va a llover, nubarrones en los tejidos...
- Noto que me va a doler ya unas horas antes...
- Tiene usted pródromos...
- ¿Es grave?
- Son avisos, barruntos, síntomas que ya anuncian que algo no funciona debidamente y que acabará, tras acumularse, generando dolor.
El dolor sería así, en muchas ocasiones, la consecuencia de la condensación del vapor de dolor (pródromos)... Las neuronas del dolor notarían esos conatos de inconveniencia, los vapores...
Don Santiago Ramón y Cajal no estudió las neuronas del dolor sino las olfativas y visuales. Estaban formadas por un conjunto de ramitas (dendritas) incrustadas en los tejidos como las raíces de un árbol (dendron). Las ramitas iban (siguiendo una flecha) al cuerpo de la neurona. En el cuerpo neuronal se procesaban todos los estímulos recogidos por cada una de las ramitas, se hacían las cuentas y las reflexiones y de allí salía un tronco (axon) por el que viajaba (siguiendo la flecha) la orden o respuesta correspondiente.
Cajal estudió también las neuronas que conducían la orden motora desde la médula espinal a los músculos y vió que se ajustaban al mismo patrón: un conjunto de ramitas que recogían microórdenes procedentes de muchos orígenes, un cuerpo neuronal que las recogía y analizaba y un canal único de salida (axon) que conducía la orden a los músculos ejecutores.
La supuesta neurona sensorial del dolor no se parece en nada a lo que Cajal describió como patrón neuronal típico. No tiene ramitas que van a un cuerpo del que sale un axón. El axón sale directamente de las ramitas de los tejidos y llega hasta la médula donde le espera el primer centro de análisis de datos (asta posterior) pero también se podría sostener que el axón surge de ramitas del asta posterior y va hasta los tejidos siguiendo una flecha de dirección contraria. La neurona del dolor es un axón que acaba en dos escobillas de ramitas, una en los tejidos y otra en la médula. De ese axón sale una conexión perpendicular que va al cuerpo, donde no parece que se produzca ningún análisis de datos.
¿Dónde buscamos el estímulo doloroso? en la escobilla de ramitas de los tejidos, donde duele... o en la escobilla de la médula (asta posterior)?
Todo el mundo se empeña en dar por sentado que todo empieza en un algo que genera dolor donde duele por lo que centran en exclusiva las pesquisas en las ramitas de los tejidos que, por definición y por perogrullada siempre estarán alertas, sensibilizadas...
Algo tiene el error de Descartes de situar el dolor allá donde duele que hace que prevalezca contra vientos y mareas.
Vamos a ver...
1) No existen neuronas que detecten dolores. Sé que me repito pero los de Descartes son muy pesados... Sólo hay neuronas que detectan variaciones de energía (mecánica, térmica, química...)
2) Las neuronas que detectan esas variaciones son bidireccionales. Conducen señales de fuera a dentro y de dentro afuera. Conducen información de lo que sucede (de abajo-arriba) y de lo que se piensa en las alturas (arriba-abajo).
3) Los neurotransmisores que se liberan en las ramitas nerviosas de los tejidos, la CGRP y la sustancia P, y que producen una sensibilización, una facilitación de señal de peligro, pueden liberarse tanto por los sucesos (mecánicos, térmicos, químicos) como por las reflexiones de los centros.
Quiere decirse con todo ello que deberíamos librarnos del esquema: estímulo-reflexión-respuesta y sustituirlo por toma de decisión. El dolor surge de una decisión de la red neuronal, tras una valoración de amenaza. La valoración es probabilística y el porcentaje de probabilidad valorado puede ser correcto o erróneo. Hay dolores acertados: expresan amenaza real, ya consumada o inminente y hay dolores erróneos, alarmistas, irracionales: expresan una amenaza teórica altamente improbable.
Por la red fluye información en todas direcciones, en serie, en paralelo, en línea, en círculos. Los circuitos especulativos construyen hipótesis de las que salen órdenes hacia el individuo, es decir, dolor, y hacia las neuronas que detectan peligro real en los tejidos, los nociceptores (detectores de nocividad).
De todo este barullo circuiteril sólo parece interesar ver lo que pasa en los tejidos, en la escobilla de ramitas incrustada en piel, músculos, huesos, articulaciones, meninges...
Cuando duele siempre se encuentra que las ramitas del dolor están activadas, sensibilizadas bañadas en su propia secreción de sustancia P y CGRP y así se respalda la idea de que ya tenemos identificado el origen del dolor y que sólo falta dar con los fármacos ad hoc.
No hace falta que uno se pille la mano con una puerta para que se activen las neuronas del dolor. Basta con que el cerebro valore amenaza en esa mano. Todas las neuronas del dolor, desde la mano hasta las que la representan en el cerebro estarán en alerta roja...
Duele, luego se ha decidido activar el programa dolor en la red. Habrá que investigar por qué. Sucesos y temores... fundados e infundados