Se puede tener un cáncer y encontrarse bien o estar sometido a un sufrimiento e invalidez considerables sin que los médicos encuentren pruebas de enfermedad. La Medicina no ofrece respuestas aceptables para esta última situación y recurre arbitrariamente a negar la realidad del sufrimiento, haciendo aún más insufrible el calvario de los pacientes. Este blog intenta aportar desde el conocimiento de la red neuronal un poco de luz a este confuso apartado de la patología.

We may have cancer and feel good, or be submitted to substantial disability and suffering without doctors finding any evidence of disease. Medicine gives no acceptable answers to the last situation and arbitrarily appeals to denying the reality of suffering, making the calvary of patients even more unbearable. This blog tries to contribute with the knowledge of the neuronal network, giving a little light to this confusing section of pathology.

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martes, 17 de noviembre de 2009

Inflamación neurógena





La inflamación neurógena está de moda. Es un término útil. Explica. Tapa agujeros.

Los términos útiles corren el peligro de convertirse en cajones de sastre. Su significado se construye a la medida de las necesidades de quien los aplica, no necesariamente con exigencia de respeto riguroso a la veracidad. Esa propiedad les garantiza el éxito.

Veamos.

Hay varios síndromes caracterizados por 1) la presencia de síntomas, generalmente invalidantes y mortificadores, y 2) ausencia de lesión objetivable. Las pesquisas de la policía científica en busca de huellas que identifiquen al responsable han dado lugar a una hipótesis sobre la que se trabaja:

- No hay duda: esto es cosa de la inflamación. Hemos identificado sustancia P y CGRP en exceso, edema, extravasación de proteínas. Esto apunta a que la zona está inflamada...

Migraña, fibromialgia, colon irritable, asma, cistitis intersticial, vulvodinia...

- No se confirma la hipótesis pues no se ha podido detectar la supuesta inflamación por más que se haya forzado la posibilidad...

- Humm... ¡Qué contrariedad! La hipótesis de la inflamación nos venía como anillo al dedo...

.................

- ¡Eureka! ¡Tengo la solución!... Tengo la palabra adecuada. Es un adjetivo pero sirve... ¡neurógena!

La sustancia P y la CGRP están elevadas como si hubiera una inflamación, aunque no la hay... Son las neuronas las que han soltado esas moléculas proinflamatorias, las que dilatan los vasos, aumentan la permeabilidad capilar y sensibilizan las terminales nerviosas... Inflamación (sin inflamación) promovida por la policía neuronal local.

La inflamación neurógena es una no inflamación generada por el ardor vigilante injustificado de las terminales neuronales nociceptivas. Los dedos del pianista se han independizado y martillean el teclado furiosamente en un delicado momento de la partitura con notas que no figuran en ella, convirtiéndola en una "música" ¿? infernal...

Las terminales neuronales vigilantes y los dedos del pianista actúan cuando lo manda el guión, la partitura de los hechos violentos, la partitura de la necrosis, los hechos consumados...

Aunque no haya necrosis el cerebro y el pianista pueden imaginar la música de la destrucción. Las acciones imaginadas activan las mismas zonas cerebrales que se ponen en marcha con los mismos hechos consumados. Sólo es cuestión de intensidad. Imaginación y realidad utilizan los mismos archivos neuronales.

El daño imaginado activa cerebro y terminales como la música imaginada lo hace con mente y dedos. Un registro sensible de los músculos que mueven los dedos del pianista detectaría actividad, aunque no hubiera ejecución. Basta con imaginar músicas para que los dedos las casi-ejecuten...

Los dedos de las neuronas casi-actúan. Se les escapa la sustancia P y la CGRP. Es una música silenciosa, sólo imaginada... El paciente oye esa música infernal. Realmente duele... pero la música no proviene del piano sino de registros cerebrales.

- ¿Quién ha puesto esa música tan espantosa?

- Son los dedos del pianista que sueñan con músicas y pianos imaginarios

- Pero yo estoy oyendo la música. No pueden ser los dedos si está bajada la tapa del piano...

- Bueno... es una música digitalógena. No es música ni la generan los dedos pero es como si lo estuvieran haciendo. No pueden resistir la tentación...

- Me da lo mismo... ¿Qué hacemos para acabar con el ruido...?

- Hemos puesto unos guantes al pianista. Así no podrá tocar el piano a su aire...

- Espero que funcione...

A lo dicho... inflamación neurógena. La culpa es del pianista aunque ni siquiera pueda levantar la tapa del piano. Mientras el potente equipo de música llena el salón de ruidos infernales...


Por favor... no disparen al pianista...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy amable por esta entrada. Al margen de su acertada reflexión sobre los abusos en los que podemos caer con los neologismos de moda, me quedo con esta frase suya

"Imaginación y realidad utilizan las mismas redes neuronales".

Da que pensar. Da que pensar en el poder de las creencias e imaginaciones del paciente, no sólo a nivel de su relación con el dolor, sino en aspectos más profundos de la psique [pensamientos autodestructivos, rumiaciones mentales, perpetuación de estados disociados...].

Y da qué pensar, naturalmente, en las posibilidades terapéuticas de la imaginación. A nivel del sistema del movimiento, hace poco tuve la suerte de presenciar algunas demostraciones de Imaginería Motora Graduada... realmente estimulante, todo este conocimiento hace que las puertas se empiecen a abrir de par en par...

Un saludo y muchas gracias.

Arturo Goicoechea dijo...

Oceano mar: efectivamente todo esto da que pensar para reflexionar sobre lo que nos ata y lo que nos puede liberar. También da que pensar que los médicos, mayoritariamente, vivan de espaldas a esa necesidad imperiosa de pensar en estas cuestiones.

Gracias por su visita y comentario.

villovi dijo...

Imagino que esto último que dices Arturo se debe a una cuestión "comodidad" (o al menos eso es lo que quiero pensar).

Cualquier "novedad" y más una de este calibre, hace que tiemblen los viejos cimientos en los que se basa la medicina.

Si todo marcha correctamente, en mayo, podremos poner en práctica esta teoría. ¿Con qué cara crees que me miraran cirujanos ortopedas y traumatólogs cuando les hable de estos asuntos? La última vez que intentamos hablar de algo más que de anatomía (patológica) se nos tomó por curanderos. Ahora hablando de la mente...

Espero sinceramente poder comunicarte las sensaciones. Como con muchos pacientes, posiblemente haya más "desgana" o "desinterés" por no ir en la misma onda, que cualquier otro tipo de reacción.

Pero como dices y en alguna ocasión ya hemos hablado, da mucho que pensar...

Un abrazo.

Arturo Goicoechea dijo...

Villovi: los motivos por los que la oficialidad sigue aferrada a sus modos habituales serán variables pero en todo este asunto hay una falta de interés por estudiar. Si uno accede a las revistas y artículos sobre dolor, hoy en día, se encuentra irremediablemente con el cerebro, con el miedo al daño y dolor como factor de cronificación del dolor, con la falta de correlación entre radiología y dolor... Sinceramente creo que muchos profesionales actúan de espaldas a lo que la evidencia dice.

Lo que te puedes encontrar me lo imagino perfectamente. Yo estoy rodeado de absoluta indiferencia en mi Hospital. Sin embargo algo se mueve y no hay retorno.

El último trabajo de Moseley sobre imaginación y movimientos imposibles en amputados está citado por todas partes y lo he visto hoy nada menos que en Nature.

Es importante que haya un colectivo y, en este caso, lo hay o se está gestando, precisamente entre vosotros los fisios.

Saludos