Se puede tener un cáncer y encontrarse bien o estar sometido a un sufrimiento e invalidez considerables sin que los médicos encuentren pruebas de enfermedad. La Medicina no ofrece respuestas aceptables para esta última situación y recurre arbitrariamente a negar la realidad del sufrimiento, haciendo aún más insufrible el calvario de los pacientes. Este blog intenta aportar desde el conocimiento de la red neuronal un poco de luz a este confuso apartado de la patología.

We may have cancer and feel good, or be submitted to substantial disability and suffering without doctors finding any evidence of disease. Medicine gives no acceptable answers to the last situation and arbitrarily appeals to denying the reality of suffering, making the calvary of patients even more unbearable. This blog tries to contribute with the knowledge of the neuronal network, giving a little light to this confusing section of pathology.

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sábado, 7 de noviembre de 2009

Erase una vez un grillo que no podía cantar porque oía su cri-cri (disfunción de copia eferente)







Los grillos tienen la extraña costumbre de expresar sus estados pasionales vibrando y friccionando frenéticamente sus alas en las noches calurosas de verano. Esta acción consigue extrañamente los favores de las grillas. La enérgica acción sobre las alas produce vibraciones mágicas que llegan a la rodilla de las patas anteriores de la grilla, donde existe un tímpano que las recoge y enciende ocasionalmente su instinto reproductor induciéndole a acercarse a la fuente de esas arrebatadoras vibraciones y a copular con el ejecutante.

Homo sapiens (ma non troppo) tiene noticia de estos juegos amorosos a través de la conversión de esas mágicas y apremiantes vibraciones en un sonido descrito convencionalmente como cri-cri.

No todos los cri-cris son iguales. Los hay que indican; simplemente: "estoy aqui". Otros "eres la grilla con quien siempre soñé", "esa grilla es para mí" o "te vas a enterar".

Sólo cantan los machos. Las grillas escuchan con sus rodillas y deciden...

La fricción de las alas produce una vibración que impacta en el tímpano de la rodilla delantera del "cantante". Si la aplicáramos a nuestro equivalente timpánico percibiríamos un sonido de 100 decibelios.

Si el grillo oyera su vibración tendría un insoportable cri-cri que le haría insufrible friccionar sus alas. Probablemente dejaría de hacerlo, perdiendo así el favor de las grillas.

Afortunadamente para el grillo hay una neurona que le toma la medida a esas vibraciones, las reconoce como generadas por una acción decidida por el propio grillo y las filtra. Anula las señales que recoge la neurona sensorial del tímpano de la rodilla. De esta manera, "oye" los cri-cris ajenos pero no los propios.

El grillo enamorado vibra sus alas pero no oye más cri-cris que los de sus rivales.

Hay grillos (de ficción) que no pueden "cantar" pues oyen su propio cri-cri.

- ¿Por qué no cantas?

- No puedo. Cada vez que lo intento, oigo un espantoso cri-cri que me retumba aquí en la rodilla y me vuelve loco. Es incluso doloroso. ¡Qué más quisiera yo que poder cantar, estando como estamos en verano...!

- ¿Qué te dicen los médicos?

- No me encuentra nada. Dicen que es psicológico.

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El circuito de la copia eferente permite filtrar las consecuencias de las acciones propias sin interferir con la recepción de los estímulos generados por acciones ajenas o por sucesos no esperados y controlados (por ejemplo, necrosis). Las acciones propias, como las vibraciones de las alas del grillo, no generan dolor (dentro de unos límites de seguridad tisular), porque se filtran las señales que se generan en los receptores mecánicos. Si se quita el filtro, las acciones serán dolorosas. Oiremos el cri-cri.

El cerebro gestiona el estado de la función de la copia eferente. Puede mantenerlo en posición filtro o en la contraria: sensibilización... alerta... previsión de daño... conversión del movimiento en dolor...

El grillo que no podía cantar porque oía un cri-cri estaba sensibilizado a las consecuencias que la acción de friccionar las alas podría tener sobre el organismo. Estaba sensibilizado frente a sus propias acciones. Era su "cerebro" el que atribuía una consecuencia dañina sobre el interior o sobre el propio grillo si se lanzara a la competición por los favores de las grillas.

Homo sapiens (ma non troppo) puede oir también su cri-cri. No hay mas que centrar la atención en oirlo en un ambiente silencioso. Es el primer ejercicio en meditación. El interior genera vibraciones, señales... que habitualmente están filtradas. En algunos casos el cerebro dirige la atención a los sucesos internos y aparecen en la pantalla consciente ruidos de todo tipo. Los médicos les llaman acúfenos. Los pacientes se refieren a ellos como "ruidos en la cabeza".

Si el cerebro deja de filtrar las señales generadas por acciones propias y las sensibiliza puede ser un infierno vivir en un organismo que amplifica todo lo que hacemos (o pensamos hacer) o sus propios trajines internos.


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- ¿Qué pasó con el grillo de la historia...?

- Puede imaginarlo. Ponga usted mismo el final...

11 comentarios:

José Luis Ferreira dijo...

Arturo:

Sería interesante si escribieras algunas entradas explicando los avances en reajustar el sistema de alarma del cerebro para que funcione bien o, en general, lo que se ha podido avanzar con pacientes que tienen este tipo de problemas. Alguna vez has mencionado algo, pero estaría bien extenderse más.

Un saludo.

Arturo Goicoechea dijo...

Jose Luis: me temo que la Medicina anda bastante al margen de estas cuestiones con su modelo biomédico, poblado sólo por genes y fármacos.

Esta semana mu publican un libro que he escrito tratando de mostrar el proceso que llevo a cabo en la consulta. Se llama "Migraña, una pesadilla cerebral". Lo edita Desclée de Brouwer y está escrito con la intención de que se visualice la forma de salir de la estructura circular del dolor sin daño, de las falsas alarmas cerebrales.

El problema central es el sistema de creencias generado bajo la tutela alarmista de la información experta y la tendencia biológica hacia la evitación de daño. La red de creencias sostiene un proceso de autodinamización, por aplicación implacable de la lógica bayesiana. Si no se actúa sobre esa red cognitiva con información desensibilizante y conducta de afrontamiento sin "amuletos" no veo la forma de salir.

El proceso se puede apoyar con técnicas de imaginería visual, hipnosis... pero lo fundamental es derribar cogniciones.

El problema es que eso debe hacerse frente a un poderoso generador de dichas creencias: los profesionales y la Industria que los esponsoriza.

Tengo en mente dedicar entradas al proceso de reprogramar el sistema de alarmas pero quiero ir despacio, asentando primero conceptos básicos sobre percepción, como, por ejemplo, la copia eferente...

Saludos

Victoria Mena dijo...

Magníficas entradas la de ayer y la de hoy sobre la copia eferente, ese concepto fundamental de su enseñanza. Uno podría estar escuchando el fluir de la sangre en los vasos, el peristaltismo del estómago y el intestino, la contracción de los músculos, los infinitos ruidos del interior del cuerpo, es decir, un auténtico infierno, y sin embargo en condiciones “normales” nuestro cuerpo no es más que una cáscara sin nada dentro, como usted mismo ha escrito:

"Generalmente el interior es silencioso. Sabemos que existe y que es un mundo bullicioso, con mucho ajetreo pero no lo sentimos. Desde el punto de vista de la percepción somos una cáscara, sin contenido interno." ...

No es ningún milagro que no lo escuchemos, para eso están los millones y millones de años de evolución de la vida, de ensayos, de errores y descartes; y luego, de la construcción individual que cada uno haya realizado y a la vez sufrido.

Espero que los lectores estén por lo menos sorprendidos.

Anonimo ;) dijo...

Desde mi experiencia, le di fin a ciertas adicciones... a el fumar y consumir alcohol en exceso los fines de semana. Como herramienta utilicé los fundamentos y practicas que sigiere la PNL. Mas especificamente el metamodelo del lenguaje, las submodalidades, parte de hipnosis o auto-hipnosis y como motivación... unas cuantas metaforas.

Espero que les sirva como referencia, aunque sea subjetiva.

Saludos.

PD: Sobre sensibilizacion... Alguien se ha dado cuenta de como la circulación o bombeo de la sangre distorciona la visión ocular?

Arturo Goicoechea dijo...

Victoria: gracias por el comentario. En efecto, la copia eferente es un concepto crucial para entender la percepción. En cierta manera nos define individualmente. Cada instante, lugar y acción está definido en cada individuo por un estado variable de filtrado o amplificación.

A pesar de su trascendencia, es difícil encontrar referencias sobre el papel que juega en el modo en que percibimos el interior. Es un síntoma del sometimiento de las doctrinas a los dictados del modelo biomédico.

Saludos

Arturo Goicoechea dijo...

Anonimo: es interesante su aportación. Efectivamente, la PNL (Programación Neuro-Lingüistica) se basa en un esquema muy similar al que propongo en este blog y puede servir como técnica para conseguir objetivos de reprogramación a favor del individuo, tanto en adicciones como en dolor crónico (no asociado a daño).

Sin embargo en la cuestión de los síntomas en ausencia de explicación, es necesario elaborar previamente una interpretación racional sobre su origen sobre la que desarrollar posteriormente el proceso de reprogramación. Sería interesante la integración de ambos modelos: el cognitivo del cerebro alarmista sensibilizado por la cultura y las técnicas de la PNL:

-Incompetencia inconsciente.

- Incompetencia consciente

- Competencia consciente

- Competencia inconsciente

Realmente, en la consulta seguimos una secuencia parecida.

Efectivamente, se puede llegar a percibir el latido arterial sobre lo percibido, al igual que sobre el dolor en la migraña.

Saludos

villovi dijo...

Arturo, una entrada soberbia. Voy a imprimirla y guardala junto con otras obras de arte que conservo con recelo. Muchas gracias por esta sublime entrada...

Arturo Goicoechea dijo...

Villovi: me divertí mucho escribiéndola. Me alegro que te haya gustado. Veo que has sacado el gusto al concepto fundamental de la copia.

Gracias y saludos

Victoria Mena dijo...

recelo.
1. m. Acción y efecto de recelar.
recelar.
(De re- y celar1).
1. tr. Temer, desconfiar y sospechar. U. t. c. prnl.*

Real Academia Española © Todos los derechos reservados

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* Desecho la segunda acepción de la Real Academia, que no viene al caso...

Jajajaja, en qué estaría usted pensando amigo VILLOVI...

Ana di Zacco dijo...

Arturo: como mencionas la meditación, quisiera decir que los acúfenos creo que nada tienen que ver con los "ruidos" que se perciben en ese estado concreto (entre las ondas alfa y las delta si no recuerdo mal, y sino perdona el despiste). Esos ruidos que se perciben al calmar la mente (cerebro) más bien se deben al barullo de los pensamientos, no a zumbidos tipo acúfeno.
Un saludo.

Arturo Goicoechea dijo...

Ana: yo oigo ese canto del grillo sin necesidad de hacer ninguna meditación. Basta con prestarle atención. El término acúfeno no indica nada especial. Simplemente sonido percibido procedente del interior, sea cual sea su origen. para unos actividad mental y para otros, simple ruido de fondo de la actividad neuronal.