El objetivo de la terapia cognitiva es detectar falsas creencias y corregirlas. Ello presupone que el terapeuta "conoce la verdad" y que eliminar el error en el paciente ayuda a disolver los síntomas objeto de la terapia.
Los padecientes de dolor (en ausencia de daño necrótico) tienen creencias más o menos conscientes sobre su origen, sobre el estado de los tejidos sobre el que es proyectado. Con frecuencia se les ofrece una terapia cognitiva con el objetivo de identificar errores en sus convicciones-temores.
El terapeuta cognitivo analiza las evaluaciones catastrofistas y trata de quitar hierro al asunto rebajando el tomo alarmista-hipocondríaco del paciente.
Realmente ¿conoce el terapeuta cognitivo "la verdad" sobre Biología del dolor? ¿Está investido de conocimiento para juzgar sobre las evaluaciones supuestamente erróneas?
- Me duelen "las cervicales". Me han dicho que tengo dos protrusiones discales en la Resonancia y que el dolor proviene de ahí. Mi panorama es más bien negro. Me veo en una silla de ruedas...
El terapeuta cognitivo probablemente juzgará como catastrofista la previsión del paciente e intentará rebajar el tono alarmista de las previsiones pero dejará intacta la creencia de que el dolor proviene de "las cervicales", de las protrusiones detectadas en la Resonancia.
La conclusión que se desprende de que el dolor proviene de "las cervicales" dado que 1) duele sobre el cuello y 2) se ven unos discos que protruyen, probablemente es errónea ya que no es condición necesaria ni suficiente la protrusión discal o cualquier signo "degenerativo" artrósico para explicar el dolor.
Lo único que podemos afirmar es que "el cerebro valora el cuello como una zona amenazada de necrosis". Dado que no existen evidencias de necrosis consumada o inminente (la protrusión discal no contiene, en absoluto, esa amenaza) el dolor proviene de una evaluación catastrofista cerebral sobre vulnerabilidad en el cuello. Este catastrofismo está alimentado por la información profesional que atribuye al hallazgo de la Resonancia un valor causal.
La "falsa creencia" debe ser disuelta pero no parece sensato cargar sobre el Psicólogo la responsabilidad de juzgar si lo que el padeciente cree sobre su cuello es correcto o catastrofista. La falsa creencia debe etiquetarse como tal desde el conocimiento disponible sobre correlación entre protrusiones discales y dolor (no existe esa correlación) y sobre neurobiología del dolor (la importancia de las creencias y expectativas).
El profesional debe saber que la creencia sobre origen del dolor, en este caso, es falsa y que se debe desactivar la evaluación cerebral inconsciente y consciente del individuo de que su cuello es vulnerable.
Se trata de una pedagogía, de información apoyada en el conocimiento validado empíricamente.
Se dicen cosas que no son ciertas. El ciudadano no puede saber lo que es y no es verdad. El psicólogo dará por buenas las explicaciones de los médicos y la falsa creencia seguirá ahí haciendo su trabajo a lo largo del tiempo.
- Su cuello es normal. El cerebro proyecta el dolor para protegerlo porque considera que es vulnerable. Lo protege prohibiendo su articulación, activando programas defensivos y activando la alarma (dolor).
Probablemente el ciudadano cérvicodolorido exija, con razón, que nos pongamos de acuerdo los que sostenemos ideas contrarias sobre su cuello.
- Tienes contracturas. Te doy un masaje para ablandar los músculos. El estrés...
El estrés de "la vida moderna", las malas posturas, la artrosis,la alimentación, el sedentarismo...
- Necesitas masajes, relajaciones y un curso sobre cómo y dónde sentarse.
El estrés forma parte de la existencia. Nos implica en aquello que nos motiva. No hay peor postura que aquella indicada como una buena postura y que debe ser observada en una actitud congelada, hierática, almidonada. Para relajar un músculo contraído, no hay mas que dar la orden de que se descontraiga. El problema está en el modo en el que su cerebro valora el cuello.
Las creencias son importantes pero todo hace indicar que les hemos perdido el respeto.
- Yo creo en lo que me funciona
- Es comprensible pero puede que, en este caso, funcione aquello en lo que usted cree.
- O sea que si creo que tengo cáncer acabaré teniéndolo...
- En absoluto. El poder de las creencias no da de sí mas que lo que da. En ausencia de daño necrótico las creencias sobre su cuello son el factor más importante en la generación y proyección cerebral de dolor sobre su cuello.
- ¿O sea que es psicológico?
- De ninguna manera... Dejemos para mañana la cuestión del dolor psicológico...