Se puede tener un cáncer y encontrarse bien o estar sometido a un sufrimiento e invalidez considerables sin que los médicos encuentren pruebas de enfermedad. La Medicina no ofrece respuestas aceptables para esta última situación y recurre arbitrariamente a negar la realidad del sufrimiento, haciendo aún más insufrible el calvario de los pacientes. Este blog intenta aportar desde el conocimiento de la red neuronal un poco de luz a este confuso apartado de la patología.

We may have cancer and feel good, or be submitted to substantial disability and suffering without doctors finding any evidence of disease. Medicine gives no acceptable answers to the last situation and arbitrarily appeals to denying the reality of suffering, making the calvary of patients even more unbearable. This blog tries to contribute with the knowledge of the neuronal network, giving a little light to this confusing section of pathology.

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martes, 15 de septiembre de 2009

¡Qué País!



Una paciente me trajo ayer a la consulta el suplemento de salud de El País (12-9-9) y el País semanal de la misma fecha. Contenían dos entrevistas sobre dolor que no me resisto a comentar.


En el País de los tópicos

En la página de salud se recoge una conversación con Jesús Castillo Obeso, neurólogo coordinador del grupo de neurología de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria. Los tópicos sobre dolor de cabeza no se toman ningún respiro: el dolor de cabeza "normal" que todo el mundo ha tenido tras fatiga, nervios, trabajo... y que se quita fácilmente con un analgésico (invitación a la fármacoafición). La tensión muscular como explicación... (el bótox como posible solución si se enreda el problema)...

Frente a la normalidad y resolución simple del dolor tensional aparece el más complicado de la migraña. Por si alguien albergara falsas esperanzas se afirma tajantemente que la migraña "no se cura"... pero que los neurólogos pueden ayudar a aliviarla y controlarla. Cita la elevada incidencia en la población y el ensañamiento con las mujeres pero silencia (quizás porque lo ignore) la especial tasa de migraña en los neurólogos que se dedican a tratarla ("un hecho estadístico fascinante para el que no tenemos explicación...")

Se da por sentado que la migraña está provocada habitualmente por "problemas vasculares" (doctrina desacreditada actualmente), que en el 60% de los casos hay "un componente hereditario", que se debe utilizar precozmente un triptan para garantizar un buen efecto, que no se abuse de la automedicación, que no se modifiquen las costumbres en el fin de semana... (?)...que los cambios de presión atmosférica pueden desencadenar crisis... (¿cómo?)...

Los tópicos políticamente correctos están convenientemente blindados frente a cualquier referencia a la participación cerebral en el desaguisado migrañoso. La neurofisiología del dolor, al parecer, no es aplicable al dolor de cabeza, que, goza de un status especial, no demostrado, debidamente adaptado a la justificación de las terapias que cada cual ofrece (vasoconstrictores, botox, antidepresivos, agujas, productos homeopáticos, relajaciones, aromaterapia, prótesis de descarga dental, intervenciones, estimuladores magnéticos, diademas...)


En el País de las Neuromaravillas

(Entrevista a Carlos Belmonte. Director del Instituto de Neurociencias de Alicante)

El titular de la entrevista sobrecoge: "Leeremos y manipularemos el cerebro como queramos...".

Afortunadamente parece que las intenciones serán buenas: todo será para conseguir anular cualquier atisbo de sufrimiento y desánimo.

El profesor Belmonte precisa que el futuro ya ha llegado y está entre nosotros aunque, incomprensiblemente, no lo veamos y utilicemos: "El 95% del dolor es controlable". El que haya gente dolorida es debido a resistencias culturales concretadas en una absurda reticencia a utilizar la morfina a demanda.

La dedicación del investigador a los receptores de membrana que transforman (transducen) diversas energías en señales eléctricas hace que cometa el error periferalista de situar el origen del dolor en la periferia y ofrecer la solución de interrumpir su viaje hasta el cerebro.

Su optimismo desbordante libera, sin pestañear, la afirmación de que hoy podemos administrar a un deprimido un bloqueante de la recaptación de serotonina (Prozac, por ejemplo) y, al día siguente (sic), estará como una rosa...

El investigador no oculta que existirán algunos problemas. Por ejemplo ¿podremos tener a todo el mundo contento? Eso puede causar problemas con el sistema de recompensa que se desensibilizará y creará una plácida atmósfera de indolencia y eso no puede ser, claro...

Podremos modificar la toma de decisión, el temperamento... La manipulación no tendrá más límites que aquellos que se deriven de unas comprensibles cautelas éticas.

No tengo dudas de que el cerebro es manipulable. Nuestra genética lo ha seleccionado así y la historia lo confirma. Homo sapiens (ma non troppo) está siendo manipulado desde el momento de su nacimiento... por la información con sus dosis necesarias de alarmismo presente y triunfalismo futuro.

Podemos alisar la piel y siliconear los pechos. La superficie cutánea está a nuestro alcance. De ahí a alisar las circunvoluciones cerebrales y rellenar los vacíos de los surcos no hay mas que un insignificante paso para la Ciencia. No en vano el Sistema Nervioso comparte con la piel el mismo origen embrionario.



9 comentarios:

todopsicologia dijo...

¿Y como se lucha contra semejante poder e influencia?. Yo tambien leí esas entrevistas. En otra parte no se si de esas o de otra que venia en el mismo periódico, un investigador decía que podremos leer en la mente lo que piensa una persona. Puede ser........
Lo tenemos crudito los que nos escandalizamos ante determinadas afirmaciones "populares", nuestros pacientes nos enseñaran publicaciones como esas para demostrarnos lo disparatadas de nuestras afirmaciones. ¿Como va a ser que este tipo me diga que mi niño no tiene hiperactividad si este señor tan respectado en esta entrevista describe todos los síntomas que tiene mi niño?.
Un saludo.

Tirso dijo...

Eso que ha leido y comenta, es lo que todos los dias dicen, la mayoria de los médicos, en sus consultas.

No hace falta ser lector de prensa, oyente radiofónico o televidente para recibir información erronea.

Los profesionales, la mayoría, se dedican a ello constantemente.

Animo, adelante "sin reblar". (Fabla aragonesa: "sin retroceder")

Arturo Goicoechea dijo...

Jesús: no creo que podamos luchar contra esos gigantes. Podemos proteger a unos pocos de tanta pseudociencia y es lo que nos puede mantener en el ajo de nuestros propósitos.

Al menos, tenemos la tribunita del blog para desahogo y expresión pública de limitado pero selecto auditorio. Saludos

Arturo Goicoechea dijo...

Don Tirso: en las consultas no sólo existe el problema de lo que se dice sino también de lo que se silencia y de lo que se opina cuando se juzga lo que, por ejemplo, aquí se defiende.

¡no reblaremos!

Jorge Pacheco dijo...

Genial el artículo.

También me sacan ronchas los comentarios "académicos" que buscan "solucionar" dudas, pero terminan confundiendo más.

Saludos!

Arturo Goicoechea dijo...

Jorge: lo chocante es que Belmonte es un cualificado investigador de receptores de membrana y en sus trabajos certifica la endiablada complejidad de la biología molecular y la dificultad de conseguir objetivos terapéuticos poniendo y quitando un canal iónico a la neurona.

Puede que los investigadores se entreguen al autobombo para conseguir financiación, prometiendo anticipadamente paraísos futuros.
Saludos

Gustavo Psicólogo LP dijo...

También recientemente El País hacía un reportaje sobre hoteles antidepresivos en que mitigar el síndrome postvacacional...la frivolidad vende tanto como el sensacionalismo. En cualquier caso, aunque este blog sea una gota de agua en el mar, el mar sería menos si le faltara una gota.
Un saludo.

Anónimo dijo...

En el caso, por ejemplo, de la migraña, al tomar los calmantes, o al tomar otra actitud, ¿cómo funciona el sistema de recompensa?

Arturo Goicoechea dijo...

El sistema de recompensa evalúa acciones, conductas, dotándolas de valor apetitivo o aversivo. Tomar un analgésico es una acción.

El sistema se activa por un estado de necesidad que induce una búsqueda de acciones que lo neutralicen. La necesidad puede surgir de variables internas, condicionamientos, cultura.... La acción que quede evaluada como neutralizadora de esa necesidad queda grabada como conveniente y es requerida en el futuro.

En la migraña se activan programas de alerta por probabilidad de daño facilitada por la cultura-imitación . Aquellas acciones que vayan neutralizando el dolor (refugio en ambiente oscuro y silencioso, fármaco, etc, quedan grabadas como neutralizadoras de un estado inconveniente previo y serán exigidas en el futuro. Si un analgésico está valorado como conveniente será exigido más adelante. Para ello deberá activarse una nueva crisis.

En definitiva, el analgésico acaba produciendo dolor, al igual que un bocadillo genera hambre después de haber saciado el apetito.

El sistema de recompensa está muy vinculado así mismo al efecto placebo.

Realmente es fundamental su participación en la arquitectura de los programas cognitivo-conductuales que están implicados en el universo migrañoso.