Se puede tener un cáncer y encontrarse bien o estar sometido a un sufrimiento e invalidez considerables sin que los médicos encuentren pruebas de enfermedad. La Medicina no ofrece respuestas aceptables para esta última situación y recurre arbitrariamente a negar la realidad del sufrimiento, haciendo aún más insufrible el calvario de los pacientes. Este blog intenta aportar desde el conocimiento de la red neuronal un poco de luz a este confuso apartado de la patología.

We may have cancer and feel good, or be submitted to substantial disability and suffering without doctors finding any evidence of disease. Medicine gives no acceptable answers to the last situation and arbitrarily appeals to denying the reality of suffering, making the calvary of patients even more unbearable. This blog tries to contribute with the knowledge of the neuronal network, giving a little light to this confusing section of pathology.

Click here to switch to the english version

sábado, 16 de mayo de 2009

El sentido del equilibrio no existe




Durante muchos años he ejercido la Neurología como mandan los cánones, con el soporte de las ideas sencillas de una red neuronal comprensible y lógica, recibida en la Facultad y extendida a través de libros de texto y revistas. Nada perturbaba la aparente solidez de mi conocimiento.


Hay dos quejas-síntoma que acaparan más del 50% de las consultas neurológicas: la cefalea (dolor de cabeza) y el mareo (mareo). Un neurólogo es un profesional obligado a atender, con o sin ganas, cefalea y mareos. Mi obligación era conocer bien las causas y remedios de los dos problemas.


Para explicar el origen del dolor tenía que familiarizarme con el sentido del dolor, sus receptores, las vías de transmisión y el centro de proyección a la consciencia. Había unas pocas moléculas (prostaglandinas) implicadas en el proceso de generación y tráfico de señal dolorosa y para conseguir el alivio no había más que interferir con química (antiprostagalandinas) o bisturí la transmisión de la señal por las vías de comunicación (véase las neuronas del dolor).


No sin esfuerzo descubrí (en otros textos y revistas) que no existía el socorrido sentido del dolor y que, en su lugar, la evolución había tejido una complicada red de sensores, vías y centros en torno a la necrosis, la muerte violenta celular: el sentido del daño necrótico .


Cambié el chip del sentido del dolor por el del daño y como efecto emergente pasé de recetar a instruir.


Quedaba pendiente el tema del mareo. El sentido del equilibrio era más complicado. El oído interno se resistía a dejarse entender y el marco de competencia no quedaba claro entre Otorrinos y Neurólogos. Los pacientes con mareo y vértigos iban y venían de unos a otros, daban vueltas, haciendo honor a su problema.


Hace unos pocos años cayó en mis manos un libro de Alain Berthoz: El sentido cerebral del movimiento. Alain Berthoz es Ingeniero de Minas, Psicólogo, doctor en Ciencias Naturales e investigador de prestigio en Biorobótica, es decir, en Percepción y Acción.


Como ingeniero dedicado a diseñar robots con pretensión de moverse por el mundo sin caerse e interactuar con sus objetos, conoce perfectamente la complejidad del objetivo de conseguir equilibrio.


Cuando eclosionó la inteligencia artificial, se propuso el ambicioso objetivo de derrotar al campeón de turno de ajedrez. La victoria marcaría la superación de la inteligencia humana por la del robot. La máquina estática pensante consiguió su objetivo sin demasiadas dificultades. Mientras tanto, lo que parecía un objetivo menor: diseñar robots móviles que percibieran el mundo con cámaras, sensores mecánicos de colisión, micrófonos y demás y activaran motorcitos para desplazarse, se mostró desde el primer intento como un propósito de una extraordinaria complejidad.


El libro de Alain Berthoz del sentido cerebral del movimiento borró de mi mente la idea simple, luego falsa, del sentido del equilibrio y puso en su lugar la más ajustada a la ingeniería del robot biológico humano: la del sentido del movimiento.


Los sensores de equilibrio no existen. En su lugar hay sensores de movimiento: están repartidos por oido interno (donde detectan aceleración angular, vertical y horizontal y la fuerza de la gravedad), articulaciones e inserciones tendinosas, en el interior de los músculos (sensores de estiramiento), en piel y fascias y en la retina (flujo óptico).


Todos estos sensores informan del movimiento y posición de cada uno de los segmentos corporales (extremidades, raquis, cabeza, cuello, ojos) y de los objetos externos pero no basta para garantizar la estabilidad corporal (que el centro de gravedad caiga sobre la base de sustentación). Se precisa anticipar las consecuencias de cada paso, de cada giro, de cada mirada... El cerebro memoriza todo lo que se mueve y aprende a predecir. Andamos, saltamos y le damos a la pelota en el momento justo gracias a la memoria.


El sentido del movimiento tiene como objetivo acercar el cuerpo a los objetos para optimizar la interacción con ellos a la vez que se garantiza la protección de los tejidos. El cerebro es el encargado de hacernos navegar por el mundo pero también se responsabiliza de que no nos caigamos... y nos rompamos, es decir, se necrosen células y tejidos.


La integridad corporal durante el movimiento está sometida a incertidumbre. El cerebro es hipocondríaco, ya lo sabemos, y una cuestión que le preocupa mucho es que perdamos el equilibrio. El mareo es el indicador de ese temor.


Como sucede con el dolor, que aparece frecuentemente en ausencia de daño, por predicción alarmista cerebral de necrosis potencial, al cerebro se le activa la función mareo, en ausencia de condiciones objetivas de imposibilidad de equilibrio (entorno móvil impredecible o insalvable, lesión aguda de sensores de movimiento) cuando predice, de forma alarmista, pérdida de equilibrio potencial, con resultado de caída y necrosis... por ejemplo, desde un balcón...

21 comentarios:

Anónimo dijo...

Si al cerebro se le enciende la función mareo es porque a la mente se le eciende el temor a caerse, ergo el miedo (consciente) a caerse y la función mareo están relacionadas.

arturo goicoechea dijo...

Lo percibido es siempre consciente. Es la forma en la que el cerebro expresa hacia el individuo sus evaluaciones, a veces con certezas y otras con meras hipótesis. La proyección de mareo contiene una evaluación de incertidumbre o ambigüedad sobre estabilidad del mundo o del propio cuerpo.

Cuando un paciente se marea no tiene por qué haber una reflexión consciente de miedo a caerse. Sólo existe alerta sobre estabilidad. Incertidumbre inespecífica sobre el control de lo que se mueve (propio o ajeno).

Anónimo dijo...

Es cierto, pero el "miedo a caerse" es el fundamento del sintoma. Sin ese temor-hipotesis no habria mareo.

arturo goicoechea dijo...

Alain Berthoz, por ejemplo, explica la agorafobia como un problema de disfunción de orientación espacial de la cabeza en el espacio. El síntoma de mareo es muy inespecífico y no creo que deba interpretarse necesariamente como miedo a caída. Sigo pensando que, de forma general, expresa una borrosidad o incertidumbre de ubicación corporal en el espacio

Anónimo dijo...

Pero Arturo, si yo las dicho tu, fijate en el ultimo párrafo:


Como sucede con el dolor, que aparece frecuentemente en ausencia de daño, por predicción alarmista cerebral de necrosis potencial, al cerebro se le activa la función mareo, en ausencia de condiciones objetivas de imposibilidad de equilibrio (entorno móvil impredecible o insalvable, lesión aguda de sensores de movimiento) cuando predice, de forma alarmista, pérdida de equilibrio potencial, con resultado de caída y necrosis... por ejemplo, desde un balcón...

Cosa que tiene poco que ver con la agorafobia, yo estaba hablando de mareos, no de agorafobias, los que son mucho mas frecuentes en ancianos y que tantas consultas provocan, me refiero a esos y tu tambien te referias a esos, creo.
En ese tipo de pacientes lo que se activa es un "miedo a caerse" que no es el mismo miedo de la agorafobia que es "el miedo a no poder ser socorrido en caso de necesitarlo".

Arturo Goicoechea dijo...

No, no hablaba del mareo de los ancianos, que, como tú bien dices, se relaciona con el miedo a la caída y rotura ósea. Me refiero al mareo como indicador perceptivo de alerta. Puede contener alarmas o temores muy variado. Lo que sucede es que, al estar hablando del sentido del movimiento, en este caso la alerta está, lógicamente, ligada al miedo a la caída. El temor al suceso interno cardíaco (infarto, embolia cerebral)no se alimenta por miedo a caerse sino por miedo a morirse o quedar paralítico. En este caso expresa una incertidumbre sobre integridad interior.

Ana di Zacco dijo...

Hola, Arturo. ¿Va por ahí la explicación de que los derviches giren y giren y, al terminar, además, frenen "en seco" sin perder el equilibrio? (no sé si les has visto, sino en mi blog tengo unos videos recientes)
Un saludo.

Arturo Goicoechea dijo...

Ana: supongo que el cerebro puede adaptarse-habituarse a un estímulo giratorio como ese, siempre que no le atribuya peligrosidad. En el caso de los derviches no hay evaluación de peligro sino que incluso contiene un factor de purificación. Eso aumenta la capacidad de habituación.

Al contrario si el cerebro procesa erróneamente el movimiento propio como movimiento de entorno y lo evalúa como consecuencia de enfermedad o disfunción, en vez de habituar, sensibiliza.

Ana di Zacco dijo...

No sé exactamente a qué tipo de purificación te refieres, pero muchas gracias igualmente por tu explicación y un afectuoso saludo!

Arturo Goicoechea dijo...

No estoy muy enterado del trasfondo espiritual de los giros de los derviches pero, aunque actualmente se producen en un contexto de folcklore, en origen creo que buscaban una purificación de todo lo material que impide acceder al estado pleno de pureza buscado.

Ana di Zacco dijo...

Bueno, es que me extrañó oir hablar de "purificación" como estado en un médico :) Lo cierto es que ellos no se marean (doy fé) y siempre me había preguntado si puede ser un tema de aprendizaje/hábito, pues los líquidos del oído interno son líquidos al fín y al cabo, y la fuerza centrífuga es fuerza centrífuga al fin y al cabo, por más aprendizaje que haya.
Agradecida una vez más por compartir todo esto con entendidos y también con nosotros los no-entendidos.

Ana di Zacco dijo...

(Y sí, es totalmente cierto que actualmente son muy utilizados como folklore igual que el flamenco para los turistas, pero en su origen la esencia de esos giros era mucho más profunda y sutil; en algunos sigue siéndolo.)

Anónimo dijo...

En esencia sufí los giros tienen que ver con el giro d elos planetas alrededor del so, existe una mistica profunda relacionada con los giros de los derviches, pero para mas información hay que saber que es el sufismo:
http://reinoespiga.blogspot.com/2007/03/el-camino-sufi-la-tariqa.html

Victoria Mena dijo...

“Al principio algunos se marean, pero después de dos o tres meses, se vuelve algo muy natural”Misticismo sufí. Los derviches giróvagos.

Arturo Goicoechea dijo...

Cuando se produce una incoherencia entre información sensorial vestibular y visual(que es lo que sucede al detener bruscamente el giro: la endolinfa por inercia sigue pero visualmente ha cesado el movimiento) el cerebro desconsidera (habitúa)una de las dos informaciones. Al principio interpreta que el mundo gira en dirección contraria, pero con el aprendizaje ignora la información vestibular y hace caso de lo que dicen los ojos. De esta forma deja de producirse vértigo.

Ana di Zacco dijo...

Interesantísimo, Arturo. Tu último comentario me hace pensar que de algún modo somos "lentos": no podemos enseñarle al cerebro que la información que percibe no es la real... en una sola lección. En el caso de los derviches por ejemplo hacen falta meses, como dice en ese video. Imaginé que una vez en giro se crea una especie de adaptación o equilibrio en lo centrífugo (como al ir en tren no sentimos que se mueve si no frena) y que lo difícil era manejar el freno (el contraste), pero creo que por fín lo he comprendido...

Arturo Goicoechea dijo...

Ante una variación brusca de la entrada informativa el cerebro aplica la inercia interpretativa. Si uno mira fijamente caer el agua de una cascada y tras un rato mira la orilla, esta se desplaza visualmente hacia arriba: es un efecto de inercia de lo que han estado haciendo los ojos hasta ese momento. El conflicto entre entrada sensorial y vestibular se resuelve de forma variable pero es lógico que acabe imponiéndose la interpretación de que el mundo no se mueve (se da la razón a la retina) cuando el bailarín se para en seco, aunque eso lleve un tiempo de entrenamiento.

No, no basta con decirle al cerebro que está equivocado. Pone condiciones.

Manderley dijo...

Sensación ilusoria de movimiento y relación con el mareo:
Se ha hablado largamente sobre la relación del mareo en base a una interpretación errónea del cerebro. De igual manera se expuso el ejemplo de la “casa inclinada”, la percepción de horizontalidad visual entraba en conflicto con la percepción de inclinación bajo nuestro pues, lo cual creaba una notable confusión a nivel del cerebro, lo cual daba como resultado el mareo.
Existen estudios sobre la sensación ilusoria de movimiento mediante vibración de baja frecuencia, en la que aplicando a un músculo una determinada vibración el cerebro interpretaba sensación de estiramiento de ese músculo (recordando que el cerebro percibe el movimiento gracias al estiramiento muscular). Si a una persona la colocamos en un cuarto oscuro con una luz y estimulamos el recto externo del ojo, el cerebro ilusioriamente percibe que se está estirando dicho músculo y “percibe” que la luz se mueve hacia su izquierda. Lo mismo pasa si estimulamos el músculo esternocleidomastoideo, se interpreta que la luz sube. Entonces, no es factible que lo que perturba al cerebro pudiera ser la mala calidad de la información que recibe por este tipo de receptores ; ojos, pies…..? El cerebro es el responsable, pero porque uno o más músculos le dan mala información. Quizás los músculos finalmente sí que tengan algo que ver al respecto, puesto que confunden al “jefe” y este responde a su manera, es decir, con sensación de mareo. Qué opinan ustedes de esto?


Por otra parte ayer apareció en la edición Vizcaína de EL CORREO el siguiente artículo en referencia a los “milagros” de la placenta de yegua en la recuperación de lesiones deportivas. Saquen sus propias conclusiones………

http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20091130/deportes/mas-futbol/milagro-placenta-yegua-20091130.html

También hay un artículo refiriéndose al mismo hecho en El País del pasado domingo

http://www.elpais.com/articulo/reportajes/Pocimas/deportivas/elpepusocdmg/20091129elpdmgrep_6/Tes

Arturo Goicoechea dijo...

Manderley: efectivamente, se pueden provocar ilusiones corporales aplicando estímulos vibratorios a tendones, generando así una señal de los sensores de estiramiento que engaña a un cerebro... dispuesto a ser engañado (experimentación).

Si la aplicación del diapasón es sobre el tendón del biceps mientras el dedo índice toca la nariz, el cerebro no tiene más remedio que interpretar que la nariz crece: la ilusión de Pinocho.

El estímulo del diapasón es artificial y por eso le pilla al cerebro de sorpresa pero la ilusión se desvanece a poco que el "voluntario" reflexione sobre lo que realmente está pasando.

Las conclusiones del cerebro se apoyan en datos de sensores y de archivos de interpretaciones anteriores. La información polimodal permite afinar en las conclusiones. Lo que impide una interpretación correcta cuando, por lesión o manipulación experimental se confunde al cerebro es la alarma, el miedo...

jesus lozano dijo...

Hola a todos vosotros, que tantas veces os he leido y seguido con interes.Quisiera comentar un problema que tengo y me gustaria que me dierais vuestra opinión.Estoy operado de la columna en la zona lumbar por estenosis, en la columna cervical tengo hernias y canal estrecho y llevo tres crisis fuertes de vertigo. Estoy bastante asustado por su grado de ansiedad que me produce. Unos medicos me dicen que es de las cervicales y del riego sanguineo y otros de los oidos. ¿Que puede hacer?. Gracias por todo lo que decis y pensais.

Arturo Goicoechea dijo...

Jesús: lo primero que debes hacer con el vértigo es eliminar la angustia sobre su significado. Generalmente no se asocia a ninguna lesión. Es altamente improbable que el vértigo tenga nada que ver con problemas de circulación sanguínea cerebral y las causas de oído son raras.

El vértigo puede aparecer, y eso es lo más común, en ausencia de enfermedad. El proceso de su generación es complejo. En el blog he intentado explicarlo pero no resulta fácil.

Te repito: lo fundamental es eliminar la ansiedad.

Saludos