Llevo varios años buscando y, afortunadamente, encontrando, ideas y datos de investigación que me permitan construir una teoría neuronal integrada del dolor. Los neurólogos estaban (y siguen estando) obsesionados con los genes y los desencadenantes y los reumatólogos, traumatólogos y fisioterapeutas no veían mas que huesos, articulaciones y músculos con sus correspondientes artrosis, osteoporosis, curvaturas y contracturas. Cada vez tenía más claro que la cultura era un factor importante en la génesis y cronificación del dolor y que donde estaban las claves era en artículos que los investigadores sobre dolor iban volcando en revistas que habitualmente no leen los profesionales que tienen que tratar de eliminar o aliviarlo.
Me había llamado la atención un artículo de Wessly, un psiquiatra, sobre tratamiento cognitivo (exitoso) del "síndrome de fatiga crónica". Nunca había oido hablar de esa modalidad terapéutica, consistente en aflorar y corregir falsas creencias y conductas inadecuadas de los pacientes. Desde entonces empecé a fijarme en las expectativas y convicciones de los pacientes y vi que eran las que les habían inculcado los profesionales y, sobre todo, que no eran correctas.
Poco a poco fuí cambiando mis esquemas, dejando de recetar y pasando a explicar conceptos básicos de la red neuronal. Me había llamado la atención, unos años más tarde, un artículo de un tal Moseley que investigaba los beneficios de la pedagogía neuronal sobre el dolor crónico de columna. Le seguí la pista exhaustivamente y en 2005 descubrí que había publicado un libro extraordinario: "Explain pain" (el dolor explicado). Lorimer defendía las mismas ideas que yo. Eso me dejó tranquilo y me dió fuerza para seguir afrontando el problema del dolor desde la perspectiva pedagógica.
(Entrevista sobre un pequeño conjunto de relatos breves sobre dolor: "Painful yarns")
Recientemente ha publicado en Current Biology un trabajo simple pero ilustrativo: a pacientes con el llamado "síndrome de dolor regional complejo" que padecían dolor e hinchazón de una mano les colocaba unas gafas. Si la lente amplificaba la imagen, tanto el dolor como la hinchazón aumentaban al mirar la mano y si colocaba una lente que reducía la imagen, el dolor y la hinchazón también se reducían...
Lorimer Moseley cree firmemente en el valor de la pedagogía sobre neuronas para buscar el alivio del dolor. En sus cursos de dolor lumbar habla mucho de neuronas y poco de huesos y articulaciones. Afortunadamente sus ideas han empezado a difundirse entre los fisioterapeutas y este año ha dado y va a seguir dando cursos en varias Universidades españolas.
Esta vez, sí hay razones para el optimismo... de la mano de una nueva Fisioterapia que integre junto a huesos, músculos y articulaciones, neuronas: las propias y las de los pacientes...
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Resumen de la entrevista a Lorimer Moseley sobre "painful yarns":
Un "yarn" es una historia que uno cuenta a sus amigos, una anécdota, divertida, emotiva. Las historias que relato son auténticas y tienen que ver con el origen cerebral del dolor. Son metáforas divertidas que ayudan a los pacientes a entender el dolor.
Por ejemplo la de Hammer head (martillo en la cabeza): Un profesor nos había dicho en el Hospital que cuanto mayor era una lesión menos dolor había. Es algo que no parece tener sentido. No acabé de creérmelo hasta que un día en Urgencias trajeron a un paciente con un martillo clavado en el cuello. No aparentaba tener dolor: "¡Oiga, que tiene usted clavado un martillo...!" Ya lo sé...soy un tiburón martillo, jeje...Se giró y se golpeó en la rodilla y empezó a gritar: ¡mi rodilla, mi rodilla!
...El dolor no da una idea de la situación real de los tejidos. El cerebro evalúa muchas cosas y al final te presenta como resultado una determinada experiencia de dolor... A la gente con dolor le gusta entender por qué le duele... hay mucha investigación que demuestra que si se entiende el dolor, es mucho más llevadero...
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