Se entiende por iatrogenia el perjuicio causado por la actividad de los profesionales sanitarios. Las acciones teóricamente destinadas a ayudar inducirían, con una dosis variable de ignorancia-negligencia, el efecto contrario.
La iatrogenia implica no sólo a profesionales sanitarios sino a medios de comunicación, políticos, allegados y asociaciones de pacientes. La cultura sanitaria puede producir iatrogenia cognitiva en la medida en que difunda doctrinas y prácticas contrarias a lo que dicta el conocimiento ya contrastado sobre organismo.
El paciente puede autoinducirse iatrogenia, si, disponiendo de información adecuada, decide optar por una opción errónea que le perjudica.
Existiría por tanto una heteroiatrogenia, imputable a una acción externa y una autoiatrogenia, por errores propios.
El organismo también está expuesto a la iatrogenia. Tanto el Sistema Inmune como el Sistema Nervioso pueden inducir con sus decisiones "bienintencionadas" perjuicios graves.
Los inmunólogos reconocen y denuncian la iatrogenia inmune: la alergia y las enfermedades autoinmunes se definen como errores (por acción) de la práctica defensiva de las células inmunes, de la toma de decisión de los órganos centrales inmunitarios.
Los neurólogos, sin embargo, no reconocen ni denuncian la iatrogenia neuronal. El Sistema nervioso, al parecer, no se equivoca.
La migraña, el colon irritable, la fibromialgia, la cistitis intersticial... (por citar tan sólo las situaciones más flagrantes y conocidas) son la consecuencia de una acción iatrogénica esporádica, recurrente o continuada del Sistema Nervioso. Contienen un error en la activación de estados de alerta que torturan e incapacitan al individuo.
La responsabilidad se desplaza por los neurólogos a los genes (azar en las mutaciones) y al individuo (desencadenantes). Las neuronas quedan libres. No existen las enfermedades autoneuronales.
Alguien debería decirle al cerebro migrañoso y fibromiálgico que está causando sufrimiento y disfunción con sus decisiones. El Sistema Inmune no se aviene a razones cognitivas pero el cerebro toma decisiones en base a la información que recibe. Su plasticidad le permite reorganizar sus puntos de conexión.
En mi opinión el cerebro no es el responsable de la iatrogenia. Se limita a decidir sobre la base de la información recibida. No siempre puede detectar las falsedades de sus tutores. La responsabilidad de la iatrogenia debe imputarse más bien a los contenidos de la cultura, a quienes los construyen, bendicen y difunden.
La cultura es un caldo de cultivo excelente para la autoiatrogenia neuronal. Desgraciadamente no parece que haya consciencia del peligro.
La Iatrogenia no está de moda. La autocomplacencia en la Medicina "científica" mantiene las vendas, los tapones y los bozales.
Si Ivan Illich (Némesis médica, la expropiación de la salud) levantara la cabeza...
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