Se puede tener un cáncer y encontrarse bien o estar sometido a un sufrimiento e invalidez considerables sin que los médicos encuentren pruebas de enfermedad. La Medicina no ofrece respuestas aceptables para esta última situación y recurre arbitrariamente a negar la realidad del sufrimiento, haciendo aún más insufrible el calvario de los pacientes. Este blog intenta aportar desde el conocimiento de la red neuronal un poco de luz a este confuso apartado de la patología.

We may have cancer and feel good, or be submitted to substantial disability and suffering without doctors finding any evidence of disease. Medicine gives no acceptable answers to the last situation and arbitrarily appeals to denying the reality of suffering, making the calvary of patients even more unbearable. This blog tries to contribute with the knowledge of the neuronal network, giving a little light to this confusing section of pathology.

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domingo, 26 de abril de 2009

Alerta roja



Hay neuronas cuyo trabajo es detectar las variaciones del mundo externo e interno. Recogen datos y los envían hacia los centros que toman decisiones. Otras se dedican a evaluar la trascendencia de estos datos. Las neuronas evaluadoras están alejadas de la realidad pero memorizan todo lo relevante del pasado y lo someten a un trabajo constante de "moviola", tratando de extraer conocimiento y anticipar, desde las experiencias pasadas, estrategias de alerta para el futuro. Son neuronas especulativas que no paran de hacer cábalas, valorar probabilidades referidas a lugares, momentos y actividades programadas por el individuo. 


Las decisiones cerebrales surgen de la integración de los datos sensoriales aportados por las neuronas vigilantes sobre lo que está sucediendo en ese momento y lugar y las especulaciones de lo que pudiera suceder del cerebro teórico. 


La mayoría de las decisiones cerebrales se derivan de un cálculo de probabilidades. El cerebro interviene teniendo en cuenta lo que, desde su punto de vista, pudiera suceder. Esos posibles-probables sucesos pudieran producirse en determinados momentos (mañana, tarde, noche, fines de semana, jueves...) circunstancias (menstruación, viajes, cambios meteorológicos...) lugares (oficina, casa...) o tras exposición a diversos estímulos (alimentos, frío, viento, humos...). 


El dolor forma parte del programa de alerta frente a sucesos celulares tremendos, con resultado de muerte violenta (necrosis). Si se activa porque es sábado, hace frío o vamos de viaje podemos deducir sin posibilidad de equivocarnos que el cerebro ha valorado la posibilidad-probabilidad de que se va a producir una catástrofe en la cabeza (meningitis, hemorragia, aumento de presión...). 


La evaluación de peligro necrótico es descabellada, infantil...pero el programa se ha activado con todas sus consecuencias...


Desde el cerebro saldrán flujos de señales que acabarán llegando a todas las neuronas implicadas en el estado de alerta: los sensores silenciosos se encienden y comienzan a producir señales de falso daño, las estaciones de relevo-procesamiento de esas señales las amplificarán y llegará al cerebro una información que parece confirmar los peores augurios. La espiral migrañosa está montada. 


El mecanismo es similar al proceso de ruborizarse como un tomate. El cerebro especulativo atribuye a comentarios y situaciones una relevancia absurda y da órdenes a los capilares y vénulas de la cara para que se dilaten. La percatación del enrojecimiento es un estímulo que realimenta el circuito intensificando la respuesta hasta alcanzar un máximo.


Las neuronas responsables de conducir la orden cerebral de dilatación de los vasos cutáneos, son las mismas que indican a los sensores dormidos que se despierten: son las llamadas "fibras C con función eferente. Es cuestión de grado y de lugar afectado: en la ruborización se vasodilatan los vasos de la piel de la cara y en la migraña los de las meninges. El dolor no procede de la vasodilatación sino de la orden de encendido de los nociceptores silenciosos-durmientes. La cara no duele al enrojecerse pero la cabeza sí, pero no porque se hayan enrojecido las meninges sino porque se ha despertado a los sensores y alertado a los centros de procesamiento. 


La migraña es, en el fondo, una alerta roja que debiera ruborizar no sólo a las meninges sino al propio cerebro por su despropósito y a los neurólogos por construir doctrinas indefendibles.

5 comentarios:

Lulú dijo...

¿La migraña está justificada en ciertos momentos?
Por ejemplo, si he tenido un día de mucho estress, trabajo físico intenso y llega la noche y mi cabeza me va a estallar....¿Las neuronas se ponen en alerta porque consideran que mi salud está en riesgo verdaderamente? ¿Cuál es el límite que ponen respecto al estress?

Supuestamente el estress de hoy día, nada tiene que ver con el años atrás, es como una "enfermedad moderna" debido a los intensas jornadas laborales, tráfico, problemas económicos, prisas por todo....

Somos animales que evolucionamos y nuestro cerebro es prueba de ello. Los animales evolucionan gracias a la selección natural, sobreviviendo los más fuertes y que mejor se adaptan al medio transmitiendo los mejores genes.
El ser humano da la posibilidad de reproducirse incluso a los seres humanos "defectuosos" para la especie (gente con enfermedades psiquicas, con problemas de movilidad...) por cultura y por los medicamentos que ayudan a esas personas a tener una esperanza de vida más larga. ¿Esas personas traen al mundo seres "defectuosos" generación tras generación? ¿Quizás alguna neurona en tiempos remotos interpretó mal algun estimulo y la llevamos a cuestas? ¿Va a más debido a la reprodución de todo ser vivo y quien verdaderamente evoluciona es el estado migrañoso debido a que es algo que "funciona" en la especie?

Según esto la migraña seguiría siendo una respuesta errónea del cerebro, pero sí tendría un factor genético.

PD: Perdón por no utilizar palabras o expresiones correctas. No tengo estudios en la rama de la medicina pero sí mucha curiosidad, ésto es sólo una teoría que no tienen ningún fundamento, pero es un punto de vista.

Saludos Doctor

arturo goicoechea dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Arturo Goicoechea dijo...

Lo que hace la evolución es seleccionar unos recursos, en este caso un determinado tipo de neuronas organizadas en circuitos,que favorecen la supervivencia-descendencia.

Las neuronas de la evitación del daño violento (necrosis)se han seleccionado a base de interactuar con un entorno que incluye hechos violentos a los que se han acoplado respuestas defensivas (inflamación) cada vez más eficaces.

Lo mismo sucedería con la selección de neuronas que detectan temperaturas bajas y activan respuestas adaptadas.

Más adelante se seleccionó un cerebro que podía influir sobre la conducta del individuo con programas de percepciones (dolor, frío, calor, hambre etc) que le obligan a actuar de una forma adaptada.

Los programas perceptivos están ya preparados en el cerebro. Sólo queda ajustarlos, definir los desencadenantes. Genéticamente los desencadenantes son los que la selección natural ha escogido. Para el dolor, los episodios potencialmente destructivos (necrosis).

La selección natural añade muchos desencadenantes más sin ninguna garantía de que sean adecuados. Evidentemente acoplar el disparo del programa dolor a una situación de ajetreo mental es absurdo desde la Biología. El ajetreo no es un estado que produce una situación inminente de infección meníngea o algo similar, luego no debe activarse.
No es posible describir, y no está descrito, ningún circuito que acople ajetreo mental con encendido del programa dolor. Sólo la red de creencias es la que tiene la capacidad de activarlo, a través de la orden cerebral de alerta en la cabeza.

Lo que se heredan son cerebros genéticamente más o menos obedientes a lo cultural o genéticamente más atentos a la evitación de daño.

Anónimo dijo...

Andaba yo buscando a alguien que supiera acerca de un concepto que podriamos llamar "arquetipo celular" y he dado con este post. Querido colega me encantan tus aportaciones sobre el dolor neuropático, desde neurociencia-neurocultura volveré por aqui cuando busque más información sobre esos falsos encendidos (kindlings) que tanta importancia tienen en tu especialidad y la mia.

Arturo Goicoechea dijo...

Muy amable. El concepto de dolor neuropático está discutido. Aun está vigente la definición propuesta por la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor: dolor producido por lesión o disfunción del Sistema Nervioso Central. La migraña sería un dolor neuropático ya que se derivaría de uan disfunción evaluativa de amenaza de daño necrótico pero la tendencia es a suprimir el epígrafe "disfunción".

Respecto al kindling es indudable que existe en la migraña un proceso de facilitación de los encendidos llegándose incluso al encendido espontáneo, inmotivado.