Se puede tener un cáncer y encontrarse bien o estar sometido a un sufrimiento e invalidez considerables sin que los médicos encuentren pruebas de enfermedad. La Medicina no ofrece respuestas aceptables para esta última situación y recurre arbitrariamente a negar la realidad del sufrimiento, haciendo aún más insufrible el calvario de los pacientes. Este blog intenta aportar desde el conocimiento de la red neuronal un poco de luz a este confuso apartado de la patología.

We may have cancer and feel good, or be submitted to substantial disability and suffering without doctors finding any evidence of disease. Medicine gives no acceptable answers to the last situation and arbitrarily appeals to denying the reality of suffering, making the calvary of patients even more unbearable. This blog tries to contribute with the knowledge of the neuronal network, giving a little light to this confusing section of pathology.

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sábado, 19 de junio de 2010

Los huesos



- Me duelen los huesos...

- Los huesos no duelen. Tampoco duelen los músculos, la piel, los nervios, el hígado, el páncreas, los pulmones, la sangre, la orina, el sudor...

El cerebro proyecta el dolor sobre el espacio-tiempo corporal, allí donde sucede algo amenazante o teme que pueda suceder. El dolor es una evaluación, un proceso mental, sobre un suceso consumado o sobre una posibilidad-probabilidad.

- Tengo osteoporosis y artrosis...

- Nada de eso produce dolor por sí mismo. Tampoco tiene por qué doler una piel con arrugas...

Cada milímetro del organismo está sembrado de sensores de estados peligrosos (temperaturas extremas, estirones, compresiones, ácidos, falta de oxígeno, necrosis celular). Detectan el daño consumado y/o inminente y lo comunican a los centros que contienen los programas defensivos que activan las respuestas de evitación. Parte de esos programas se encargan de generar la percepción de dolor. Otros programas se encargan de activar o desactivar músculos para huir o quedarse inmóvil...

- No me convence. Cuando llevo un rato de pie se me cargan los huesos y duelen.

- Los huesos con osteoporosis no se inmutan con sus cargas. Si no se rompen no tienen por qué doler ni inflamarse. Si al estar de pie le duele esa zona es que el cerebro considera que su acción la pone en peligro. Además de huesos, articulaciones y músculos tenemos un cerebro que opina y decide. Desgraciadamente no nos han advertido que es así y dejamos que siga cultivando el miedo absurdo a "las cargas".

- Si duele, duele y si duele cuando estoy de pie es porque los huesos no soportan la carga, se deforman, comprimen... yo qué sé...Algo sucede que produce dolor

- El miedo cerebral también es un suceso.

El sistema inmune valora peligro en un aire con polen. La suelta de polen es un suceso que provoca la reacción alérgica, los estornudos y lagrimeos. Las narices no estornudan por sí mismas. Es la evaluación errónea del sistema inmune la que activa los programas inflamatorios y de picor nasal y ocular. El sistema inmune piensa-cree... eso es el suceso responsable, una evaluación-decisión...

- ¿Quiere decir que el dolor está en la mente, que es imaginario?

- El dolor está proyectado en su conciencia, tanto si se ha fracturado el hueso o tiene osteoporosis. Nadie sabe lo que es la conciencia. Es un estado cerebral que contiene lo que percibimos. Ese contenido surge de la activación de diversas zonas cerebrales, no de los huesos. El dolor no es imaginario. Es el peligro lo que puede ser imaginario, tanto si se refiere al polen como a la osteoporosis...

A los ciudadanos les han enseñado a opuparse y preocuparse de huesos, juntas y músculos, del calcio, del colesterol, de la hidratación, de los minerales, de las calorías... pero no del cerebro...

- El cerebro existe. Ocúpese y preocúpese de él.

- Ya lo hago. Me preocupa tener Alzheimer...

- Me lo temía. La preocupación por el cerebro se limita a la preocupación alarmista por las enfermedades del cerebro, el Alzheimer, el Parkinson... pero no por algo mucho más frecuente y mortificador: los errores de valoración de peligro... El dolor, el cansancio, el desánimo, el mareo... percepciones que pueden convertir su vida en un infierno en una apariencia engañosamente convincente de habitar un cuerpo enfermo.

El cuerpo es un lugar en el espacio-tiempo en el que el cerebro sueña sucesos. A veces lo hace por libre, con el individuo apagado y otras con la complicidad o resistencia del individuo despierto.A veces mandan los hechos (necrosis) y otras los temores (osteoporosis). Los sucesos limitan lo soñado y los temores desenfrenan la imaginación.

Recuerde: el dolor es una evaluación cerebral. Si no le ocupa y preocupa si es sensata o insensata luego no se queje... de que le duelen... los huesos...

6 comentarios:

Unknown dijo...

Algunos dicen que el cerebro se puede utilizar para sanar, que es muy podereso. Llaman a eso psicoimnunoneuroendocrinología.
Todo ello es un gran montaje. Si tiene una infección no se curará por pensar que la tiene.

Pero sí funciona de alreves. Si está sano pero empieza a pensar que está enfermo, acude a un médico y pide una prueba pero es normal. Sigue pensando que está enfermo.. finalmente enfermará. Le harán más y más pruebas. --Una persona sana es aquella a la que no hemos hecho suficientes pruebas-- encontarán una incipiente muestra de deterioro asociado a la edad o tal vez un posible mínimo quiste de 1 milímetro o una leve protusiíon discal. Su mente le hará sentirse más enfermo. Le dirá a su médico cosas como que se cansa más que cuando tenía 20 años o que cuando se tumba en el sofá después del trabajo no puede levantarse. Que por la noche ve peor que por el día, que no aguanta tanto en la cama o que al volver de llevar la compra en bolsas le duelen los brazos.

El médico no le hará caso, mirará hacia otro lado pero pedirá otra prueba, tal vez una biopsia por si es miastemia gravis. Pero no, tampoco. Iatrogenia médica por pasiva. A la primera consulta deberían explicarnos qué es envejecer y qué es vivir.

Se supone que el ser humano es el único anima consciente de que morirá y consciente de que envejecerá y morirá. Todos queremos llegar a viejos pero cuando lo hacemos nos negamos haber llegado. Pensamos que estamos enfermos y no viejos.

Al fin y al cabo la medicina es la lucha de la humanidad contra la enfermedad, el envejecimiento y la muerte. ¿Si tanto ha avanzado? ¿Por qué no somos inmortales?. Al menos los que cotizamos a la Seguridad Social.


http://rehabilitacionblog.com

Anónimo dijo...

El miedo último de un ser vivo, sea consciente o no de ello, es el miedo a la muerte. La necrosis no es más que una proyección a escala tisular de ese miedo.

Siendo la muerte a la vez la única certeza absoluta, paradójicamente los seres humanos vivimos obviándola: pulsión de vida que se opone a la pulsión de muerte. Supongo que de esta azarosa dialéctica deviene gran parte de nuestros aconteceres, (des)venturas y vaivenes.

La cultura en este juego también tiene algo que decir. Caa vez más prima la eterna juventud en la moda, el cine, la publicidad; los ancianos, los viejos son relegados a guetos detrás de bambalinas, no se muestra la vejez.

Por esto palabras como atrosis, osteoporosis, degeneración son anatema: más allá de su valor ontológico en tanto que realidad tisular con mayor o menor significado clínico, están revestidas de una gran carga cultural, de "significado de enfermedad".

En nuestra medicina actual alarmista, no existe la presunción de salud: todos estamos enfermos hasta que se demuestra lo contrario. Basta con detectar con nuestros sofisticados equipos de rediodiagnóstico en una foto una mínima degeneración en una articulación para que salte la liebre.

Entonces ocurre que un señor entra en una consuta médica con un dolor lumbar y sale con una artosis (osea, con la certeza de que la clepsidra del reloj de arena de la vejez ya ha comenzado su inexorable cuenta atrás)

Cuesta asimilar estos conceptos; más si se viene de la fisioterapia, ciencia tradicionalmente periferalista. Sin embargo, cada vez tengo más claro que el "dolor de huesos" tiene más que ver con lo que el "cerebro sueña/opina/cree que ocurre en los huesos" que con lo que realmente pasa en los huesos.

Una pregunta al respetable: ¿qué opinais del tema del dolor huesos asociado a los cambios de tiempo? Como se sabe, es un tema recurrente y clínicamente implacable.

¿Existe alguna base científica, algún sustrato periférico? ¿o es un mem, aprendido por activación de neuronas espejo de generación en generación? ¿una mezcla de ambas cosas, tal vez?

Un abrazo

Arturo Goicoechea dijo...

Samfrado: evidentemente por pensar que se va a enfermar no se enferma. La Psiconeuroinmunoendocrinología es algo inaprehensible clínicamente y que da pie a todo tipo de abusos teóricos y, me temo, también "prácticos".

Independientemente de que haya una actitud de falta de aceptación del paso de los años disfrazado de enfermedad degenerativa, los profesionales debiéramos asumir lña máxima responsabilidad en esa antilabor de concienciación y patologización.

Arturo Goicoechea dijo...

Oceano mar: comparto tus reflexiones, como es habitual. La cuestión de la meteorología y el dolor "músculoesquelético" la dejo abierta por si los visitantes quieren opinar. Saludos

Anónimo dijo...

A mi me enseñaron en segundo de fisioterapia que cuando aumentaba la humedad en el ambiente aumentaba la presión dentro de las articulaciones.Desconozco si hay bibliografía.

arturo goicoechea dijo...

Anonimo: a todos nos han enseñado muchas cosas en la Facultad. Me gustaría conocer el modo biológico a gravés del cual una humedad externa consigue llegar a la articulación y producir un cambio de presión sólo en una determinada articulación o en varias, da lo mismo.

Saludos