Se puede tener un cáncer y encontrarse bien o estar sometido a un sufrimiento e invalidez considerables sin que los médicos encuentren pruebas de enfermedad. La Medicina no ofrece respuestas aceptables para esta última situación y recurre arbitrariamente a negar la realidad del sufrimiento, haciendo aún más insufrible el calvario de los pacientes. Este blog intenta aportar desde el conocimiento de la red neuronal un poco de luz a este confuso apartado de la patología.

We may have cancer and feel good, or be submitted to substantial disability and suffering without doctors finding any evidence of disease. Medicine gives no acceptable answers to the last situation and arbitrarily appeals to denying the reality of suffering, making the calvary of patients even more unbearable. This blog tries to contribute with the knowledge of the neuronal network, giving a little light to this confusing section of pathology.

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lunes, 1 de febrero de 2010

Calmantes




La percepción de dolor tiene la cualidad de forzar al padeciente a una conducta de evitación, a restringir o complicar el movimiento en el aparato locomotor o a quedarse inmóvil en un cuarto oscuro en la migraña.

La cultura sapiens (ma non troppo) provee además la magia de unas moléculas que "calman" el dolor, van a un supuesto centro en el que se cocina y disuelve la compleja química de la señalización intra e intercelular que sirve de soporte a la activación del estado de alerta nociceptiva (daño necrótico).

- Me duele.

- Tómate un calmante.

Lógico

- Tengo hambre

- Pues come algo

Los macarrones, el arroz, las patatas... todos los alimentos contienen (al parecer) la química mágica que permite disolver la sensación de hambre. Es una química "calmante".

El programa que edita la percepción de hambre pretende promover la conducta del individuo que acaba metiendo algo al estómago. Una vez cumplido el requerimiento cerebral el hambre se calma.

Los sanadores aconsejan la toma precoz del calmante. Sostienen que si no es así luego cuesta más disolver el dolor.

- No espere. Tómese rápidamente el calmante.

En un porcentaje considerable de padecientes el dolor se va haciendo cada vez más frecuente, intenso y persistente y responde peor a los calmantes.

- Cada vez tengo más dolor. El efecto de los calmantes cada vez me dura menos. Cada tres o cuatro horas "tengo que" tomarme uno.

- La culpa es suya. Ha "abusado" de los calmantes. Debe dejarlos.

Un estudio reciente en ratas a las que se administra a diario paracetamol demuestra que en 30 días su sistema nociceptivo se vuelve hipersensible, genera dolor con más facilidad. La red nociceptiva aumenta la producción de unos malditos receptores de serotonina, los 5HT2A. Es como si el cerebro se agitara con los calmantes. Probablemente es lo que sucede.

Podemos engañar al sistema nociceptivo una o varias veces pero puede que en algún momento reaccione y defienda su decisión de mantener la alerta nociceptiva a pesar de los "calmantes".

Los neurólogos no se dejan impresionar por estas minucias neuronales. Siguen proclamando solemnemente que las crisis de migraña deben atajarse rápida y eficazmente no con cualquier calmantillo sino con el triptan, el supuesto antídoto específico de la migraña.

Si no se procede de este modo auguran en el futuro lesiones cerebrales, por efecto acumulado de las crisis.

Un cerebro migrañoso es un cerebro en alerta, por error en la evaluación de peligro necrótico.

Podemos calmar ese cerebro con información o podemos potenciar su alarmismo recurriendo a los "calmantes del dolor", creando una dependencia. El cerebro acabará solicitando ser calmado con el "calmante". La manera de hacerlo es activando el dolor y apretando las tuercas hasta que el padeciente pliegue su voluntad.

- No soy partidario de tomar calmantes pero no tengo más remedio que tomarlos. Muchas veces intento evitarlos pero es inútil.

En mi opinión los calmantes deben, en gran parte, su aparente prestación al efecto engaño-placebo. Si este se mantiene estable y las crisis son espaciadas, no hay mucho problema pero si aparece la espiral ello será debido a un hábito promovido por quienes siguen predicando las bondades de la analgesia en ausencia de daño.

- Tengo hambre todo el día. Los alimentos sólo me quitan el hambre un rato. Tengo que comer algo cada dos o tres horas.

-La culpa es suya. Ha abusado de los alimentos...

- Ustedes me dijeron que atajara rápidamente el hambre, comiendo algo...

Los triptanes son adictivos y caros.

- Debe comer un solomillo en un restaurante caro. Eso le quitará antes las ganas de seguir comiendo...

Está demostrado que el cerebro prefiere lo caro. El mismo "calmante" con una etiqueta que triplica el precio es más eficaz... que el marcado con el precio original...

El uso razonable de calmantes (en ausencia de daño) es equivalente al consumo razonable de tabaco o cualquier otro hábito innecesario.

- Encienda un cigarro tan pronto como sienta las ganas de fumar...

7 comentarios:

emejota dijo...

Efectivamente, acabé comprobando que el calmante que me recomendaban tomar nada más empezar los primeros síntomas no funcionaba. Lo dejé, total para qué. En los años 60, recuerdo que se llamaba cafergot. Saludos.

Manuel Fajardo dijo...

Este fin de semana he participado en un curso sobre latigazo cervical y dolor de cuello, impartido por G.Jull, toda una eminencia. Le pregunté si existia algún estudio que relacionara la cultura y las expectativas del paciente en el proceso con la evolución de la sintomatología dolorosa. También le pregunte si habian realizado en su centro algun estudio basado en la pedagogia del dolor. Mi sorpresa fué que no habian incluido estas variables en sus estudios, y me remitio a los estudios de Moseley en dolor lumbar.
En los pasillos, algunos compañeros de curso me preguntaron "¡tu lees el blog de Arturo! ¿verdad?. Como ves, tus discipulos son cada vez mas numerosos!, y es que este blog responde a las inquietudes que muchos fisios tenemos en nuestra actividad diaria.

Anónimo dijo...

es verdad, ya empezamos a ser pequeña legión... ¡hola manuel! como te dije ayer, nos leemos por aquí también ... hay que introducir cervecitas hispanas en vez de las frías moscas noruego-islandesas en los ejercicios de reeducación oculomotriz ;)

Es cierto lo que dice manuel, al menos en el tema del latigazo cervical no se han introducido estas variables piscológicas. Quizá también porque "la cultura del latigazo" debe ser similar en muchos de los países de nuestro entorno.
No obstante, la profesora Jull [que también es ponente en el Congreso de la SEFID] hizo una aproximación interesante cuando afirmó que sería interesante realizar este tipo de estudios en países emergentes, donde están empezando a crecer poblaciones de accidentados de coche y no tienen "sustrato cultural" tan amplio sobre el asunto como aquí. Cito concretamente el caso de China.

De todas maneras, sobre el tema de las expectativas, hay un investigador del MIT, Dan Ariely, que ha realizado experimentos muy curiosos sobre expectativas y cerebro, fundamentalmente sobre temas relacionados con el consumo, pero si nos permitimos la pequeña licencia de extrapolación a asuntos sanitarios [al fin y al cabo, como dice Arturo, la sanidad es también en parte un mercado], con resultados muy concluyentes: el cerebro siempre obtiene lo que espera; incluso si modificamos el hecho consumado, la expectativa sigue intacta y no modifica la percepción final.

En el caso del latigazo cervical, como en cualquier otra condición más, creo que no debería ser irrelevante dejar de considerar las expectativas del paciente. De todas maneras, aún así, como ya existe toda una "cultura del latigazo" [mutuas, abogados, recursos...] muy instaurada, veo muy dificil el hecho de modificar esta variable... hay que asumirla como parte del proceso.

Un abrazo manuel, a ver si nos vemos en otra y tomamos esa cervecita! :)

arturo goicoechea dijo...

mjt: el cafergot, efectivamente, era un clásico en "aquellos tiempos". Se suponía (erróneamente) que el dolor de la migraña provenía de unas arterias inflamadas y dilatadas. El cafergot contenía un tóxico arterial, la ergotamina, que producía neutralizaba la supuesta dilatación.

Luego se ha visto que nada de eso es cierto y se le han buscado nuevas explicaciones a su "indiscutible" eficacia.

Los nuevos "calmantes" migrañosos son menos tóxicos para las arterias pero bastante más caros para el bolsillo.

Los modernos triptanes salieron al mercado bajo la cobertura de la teoría vascular. Unos años después se reconoció que la teoría era falsa y está sucediendo lo mismo: no se cuestiona su eficacia y se buscan respuestas a su maravillosa acción.

Saludos

arturo goicoechea dijo...

Manuel Fajardo: me alegra saber que va habiendo fisios sensibles al impacto biológico de la cultura. Realmente Moseley es de los pocos que habla al respecto, pero, lamentablemente, no parece que los demás se hagan mucho eco de sus mensajes.

Todo se andará.

arturo goicoechea dijo...

Oceano mar: creo recordar que existe algún trabajo prospectivo que demuestra que las expectativas sobre cervicales y consecuencias de traumatismos ya tiene configurada la probabilidad de dolor una vez se produce el hecho.

La valoración debida del impacto de las creencias y la facilidad con la que los profesionales difundimos cogniciones sensibilizadoras está aún verde.

El concepto de sensibilización central va calando pero siempre como algo secundario a un foco generador de señal nociceptiva previo. Sabemos que no es necesario pero sigue sin hablarase abiertamente de la sensibilización central primaria.

Saludos

jontxu dijo...

Bueno, bueno y requetebueno.... coincido con Manuel Fajardo, y este tema se lo comenté en persona, indudablemente la cultura incide en el dolor...conté la anécdota donde en una región de Albania en la fase del duelo, entierro... los familiares no lloran, acaso son insensible emocionalmente?...
En cuanto a la pregunta que lanzó a G.Jull sobre si habian incluido en sus estudios, el principio de Moseley, pienso como Oceano Mar, aquí este tema está muy influenciado por el aspecto económico...no sé si en Australia la mentalidad es diferente.
Pienso que es diferente tratar un latigazo cervical en una Mutua Laboral que en una Clínica Privada... desgraciadamente es así.
Manuel y Oceáno me apunto a la cerveza que en Alcalá no pudo ser.