Se puede tener un cáncer y encontrarse bien o estar sometido a un sufrimiento e invalidez considerables sin que los médicos encuentren pruebas de enfermedad. La Medicina no ofrece respuestas aceptables para esta última situación y recurre arbitrariamente a negar la realidad del sufrimiento, haciendo aún más insufrible el calvario de los pacientes. Este blog intenta aportar desde el conocimiento de la red neuronal un poco de luz a este confuso apartado de la patología.

We may have cancer and feel good, or be submitted to substantial disability and suffering without doctors finding any evidence of disease. Medicine gives no acceptable answers to the last situation and arbitrarily appeals to denying the reality of suffering, making the calvary of patients even more unbearable. This blog tries to contribute with the knowledge of the neuronal network, giving a little light to this confusing section of pathology.

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domingo, 3 de mayo de 2009

Migraña y mujer



Ilustraciones: Ramón Echávarri
en medio, Uxúe Maturana




                                                               

El dolor no justificado biológicamente, es decir, no asociado a daño necrótico, es más frecuente en la mujer. La migraña, fibromialgia y, el dolor crónico, afectan más al género femenino.

Oficialmente se despacha la cuestión culpando a "los factores o cambios hormonales" y dejando entrever una psicología especial de la mujer respecto al dolor, no siempre bien intencionada y generalmente injustificada. 

Si partimos de los hechos, que es de donde hay que partir, la migraña es más frecuente en la mujer que en el hombre y se deja influir por diversos estados hormonales femeninos: se inicia con frecuencia con la menarquia, aparece con frecuencia con la menstruación, disminuye con el embarazo y se retira a menudo con la menopausia. 

Jon-Kar Zubieta es un reputado investigador bilbaino sobre estrógenos, opiáceos endógenos ("endorfinas", para entendernos) y efecto placebo. Trabaja en la Universidad de Michigan y es el primer referente mundial en esta materia. 
Zubieta ha mostrado dos hechos importantes: 
    
      1- en fase de ascenso de estrógenos, aumenta la población de receptores de opiáceos en los circuitos nociceptivos (los que activan y desactivan la percepción de dolor). Eso quiere decir que cuando suben los estrógenos (ovulación) el organismo dispone de más analgesia, habrá menos dolor. 

      2- el efecto placebo produce los mismos cambios que la administración externa de morfina y los estados de estrógenos altos. 

Estos hechos se pueden interpretar de diversas maneras. 

Oficialmente se toma el primer dato: "los estrógenos modifican el umbral del dolor", para concluir que eso explica ¿? que duela la cabeza con la menstruación (¿por qué no el codo o las orejas?) y que se suavice la migraña con la menopausia. 

El segundo dato, como es habitual en "Medicina", no se considera. 

¿Cuál es mi punto de vista? 

Primero: situemos a la mujer en un entorno previo a la civilización actual, antes de la aparición de la agricultura-ganadería y la residencia en poblaciones estables, es decir, hace más de 10.000 años. Había que ir a por comida sin ser comido y, periódicamente, además, había que buscar un varón para tener descendencia. 

La ovulación, a través de los estrógenos, inducía un cambio conductual global con más riesgos físicos. Siempre que el individuo se expone, por motivos biológicos, a un riesgo físico se produce un aumento de la provisión de opiáceos para poder andar espabilado y ligero en la lucha-huida ("analgesia de estrés"). 

La menstruación, con su descenso de estrógenos, con la liberación de señales externas olorosas (útiles para los carnívoros) genera un estado de vulnerabilidad y devaluación biológica (infertilidad momentánea). El organismo femenino activa un estado de "casi enfermedad" y desmotivación hacia la exploración externa. Ello implica un bajón de opiáceos con un descenso del umbral para el dolor.




 


En resumen: un episodio de necrosis con estrógeno alto produce menos dolor que con estrógeno bajo. Si la mujer se golpea la cabeza contra una esquina dolería más si está menstruando. Por supuesto si en ese momento aparece un león el cerebro inyectaría rápidamente los opiáceos para salir pitando, sin dolor, por mucha menstruación que hubiera. 

El organismo femenino tiene mucho más valor biológico (como garantía de continuidad de la especie) que el del varón. Hay mucho espermatozoide disponible pero no tantos óvulos. Es lógico que la naturaleza haya seleccionado un patrón femenino de mayor atención (vigilancia) al daño. La red nociceptiva, tanto inmune como neuronal, está más alerta en la mujer y, en nuestra civilización, comete más excesos (migraña, fibromialgia, enfermedades autoinmunes) que  la del varón. 

El varón tiende a un patrón conductual de riesgo físico que incluye incluso exhibición de arrojo rayando con la temeridad (pavoneo en campo abierto). Eso implica una red nociceptiva algo más silenciosa (y más daño necrótico en las exhibiciones y peleas territoriales). 

Todo esto vale para la sabana. En nuestra sociedad estas previsiones biológicas ya no tienen sentido pero paradójicamente se han sensibilizado. A menos peligro real más vigilancia. Sucede lo mismo con los alimentos: a más supermercados más hambre... y más obesidad. 

La mucosa uterina, preparada para acoger el huevo, se despega suavemente del útero en la menstruación, sin provocar ninguna reacción inflamatoria. Evidentemente la zona de anidación frustrada estaba muy dotada para la vigilancia, con muchos nociceptores y todo tipo de programas de alerta para proteger a la futura criatura. Hay mucha prostaglandina por allí pero no se envía al cerebro para que encienda las alarmas por si esa situación pudiera generar muerte en el cráneo. 

El organismo es muy sensible a los cambios, sean hormonales o meteorológicos. Les toma la medida y selecciona estrategias pero ningún cambio justifica el encendido del programa dolor. 

El cerebro, biológicamente sensible a las novedades, es más sensible aún a la cultura experta. Quizás haya que buscar ahí la causa de lo que sucede:

la interacción entre una naturaleza vigilante y una cultura alarmista.   


15 comentarios:

Lulú dijo...

Gracias Doctor por publicar una entrada de blog referente a la relación migraña y menstruación. Me hace más fácil entenderlo todo y eso es importante.
También tomare en cuenta su consejo en el último comentario.

Saludos Doctor

Anónimo dijo...

Y una pregunta ¿por qué la menstrucion en si misma duele?

Arturo Goicoechea dijo...

La menstruación "en sí misma" no tiene por qué doler y, de hecho, es así en muchas mujeres. El despegamiento de la mucosa se produce por apoptosis (muerte programada) que, por definición, es indolora.

La zona dispone de mucho soporte nociceptivo preparado para proteger el nido (lo mismo sucede con las meninges) pero, en mi opinión, si no hay necrosis (que no la hay) no debería haber ni dolor ni inflamación. Evidentemente si aparece el dolor cabe pensar que se produce un componente de expectativa y creencia que activa todo el dispositivo de fibras C. Eso hace que se liberen generosamente prostaglandinas y demás y que duela localmente pero el efecto placebo es también muy poderoso.

Anónimo dijo...

¡Siempre lo habia pensado pero nunca me atrevi a decirlo: la regla no tiene por qué doler!

Lulú dijo...

Pocas veces me duele el vientre durante la menstruación, pero cuando ha sido así es horrible, es como un dolor que viene y va, de manera constante y repetitiva. Yo he llegado a retorcerme de dolor, incluso tienes necesidad de ir mucho al baño (diarrea).
Ha sido en contadas ocasiones, a lo mejor una vez al año o así.
Pero las molestias un día antes y durante el periodo en el vientre si se nota mucho, te sientes y estás muy hinchada, pero no llega a convertirse en dolor y puedes hacer tu vida normal.

arturo goicoechea dijo...

Esta afirmación tuya (que comparto) no quiere decir, evidentemente, que no duela. El polen no tendría que inflamar la mucosa nasal y hacer estornudar pero lo hace, en los pacientes alérgicos. El problema no reside en el polen ni en la nariz sino en el error de valoración de peligro efectuado por el Sistema Inmune.

Lo aclaro para evitar malentendidos de visitantes femeninas: la regla si duele, duele, pero el organismo no tendría que activar innecesariamente el programa dolor, pues no hay motivos biológicos para hacerlo.

Arturo goicoechea dijo...

El comentario anterior era para Paco. Te has colado en medio, Lulú. Nada que decir respecto a descripciones del dolor menstrual. No tengo experiencia...

Anónimo dijo...

Si, la dismenorrea es otro de esos dolores-fantasma

Arturo Goicoechea dijo...

Creo que hay que aplicar la regla principal en dolor: si no hay necrosis, están en juego mecanismos centrales (disfunción evaluativa, hipervigilancia). El citar a los estrógenos como responsables porque andan por allí, subiendo y bajando y se sabe que modulan el estado nociceptivo es precipitado y demasiado simple.

Unknown dijo...

Como ya dije mi única intención es contaros como viví todos estos temas en primera persona por si mi experiencia pueda ayudar..respecto al tema del día: yo sabía que todos los meses tenían la "semana de la crisis"..unos cinco días de horrible migraña contínua, dolores menstruales, calambres varios..y todo desapareció a la vez que vencí los dolores de cabeza! Creo que fue cuestión de eliminar definitivamente esa alarma..

arturo goicoechea dijo...

Tendrías que identificar la química "Leyre", comprimirla en un comprimido y ponerla en venta. Puede que así te creyeran... Gracias por el testimonio

Lulú dijo...

Leyre, espero seguir leyendo comentarios tuyos de como venciste a la migraña porque para mí es muy importante.

arturo goicoechea dijo...

He leído la revisión del "Current Opinion in Neurology" dedicada a la migraña menstrual. Los avances del 2008 se limitan a clasificarla en :
- "Migraña menstrual pura" (sólo entre dos días antes y 3 durante la hemorragia)

- "Migraña relacionada con la menstruación": admite además de los días anteriores algún otro día de la hemorragia.

Es lo más interesante según los expertos: una correcta diferenciación de los dos tipos.

Se piensa que el desencadenante de la migraña es el bajón de estrógenos. Se trataría de un síndrome de abstinencia de estrógenos.

No se ha encontrado ninguna diferencia entre niveles de estrógenos y progestágenos entre mujeres con y sin migraña menstrual.

Se tratan como una migraña no relacionada con la menstruación y, a veces, se utilizan estrógenos para prevenir el bajón.

Cómo se produce el dolor de cabeza? Se sugiere que el estrógeno aumenta la serotonina (cierto) y que al bajar se produce también la caída de la archifamosa serotonina. Esto último no explica nada.

Es decir, no hemos avanzado nada.

Unknown dijo...

Hola, he entrado a su blog por casualidad porque estaba buscando explicaciones a la migrania. Desde muy pequena padezco de tal "enfermedad", a veces coincide con los dias de la menstruacion pero en otras ocasiones es un dia cuaquiera sin aviso. Ademas mis migranias traen consigo otros efectos como que empiezo a sentir hormigueos en los brazos y cara y lengua y hay ocasiones en las que no puedo ni hablar por el dolor, generalmente me dura todo un dia y no se me pasa con nada mas que con dejar que duela. He ido al medico y ha diho que es migrania y que no se puede hacer mucho mas, pero lo que pasa esque cada vez que pasa eso me asusto mucho. He aprendido a controlarla un poco pero hay ocasiones en que no puedo. No se si esto le pasa a mas gente pero me asusta, no se si deberia ver a algun especialista o algo asi. Tengo migrania desde los 10 anios ahora tengo 21.

Arturo Goicoechea dijo...

Nicole: bienvenida a este blog. Si has visitado varias entradas, habrás visto que las ideas que defiendo no son las habituales. Soy muy crítico con la información e interpretación oficial y el propósito de mi blog es ofrecer una información distinta sobre el complejo mundo de la migraña.

Me resulta imposible contestar a lo que me planteas en unas pocas líneas. En primer lugar quiero decirte que en una crisis de migraña no sucede nada peligroso para tu cabeza. A pesar de la intensidad del dolor, de que se te duerma la mano y la cara, de que no puedas hablar o de que se pierda la visión... no está sucediendo nada que ponga en peligro al cerebro.

Se trata de una falsa alarma. El cerebro está protegiendo la cabeza porque piensa que está amenazada.

Algo similar sucede con el Sistema Inmune y las alergias: nos protege de falsas amenazas como el polen, alimentos o el gato.

La solución de la migraña requiere entender el proceso y ayudar al propio cerebro a no activar la alarma.

Si tienes un poco de paciencia e intentas entender los conceptos que expongo en el blog y, haciendo todas las preguntas que consideres oportunas, intentaré ayudarte para salir de esta terrible situación.

La migraña no es ninguna enfermedad misteriosa. Tiene solución pero exige un trabajo tuyo. Ese trabajo es el de reprogramar, reeducar el cerebro.

Saludos.