Un porcentaje elevado de los pacientes que acuden a la consulta de un neurólogo padecen dolor de localización variable. La mayoría de ellos, afortunadamente, no tiene ninguna lesión o enfermedad demostrable pero, desgraciadamente, no podemos ofrecerles una explicación a su padecimiento ni, por lo tanto, una solución.
- Tengo buenas noticias. No tiene usted nada.
- Y entonces, ¿por qué me duele?
Esa pregunta la contestamos los médicos de forma variable. De entrada, uno siente la tentación de recurrir a los mecanismos psicológicos...
- Son los nervios, el estrés. ¿Cómo está de ánimo?
- ¡Cómo quiere que esté con este dolor..! Cuando no me duele soy la persona más feliz y activa del mundo...
- En realidad está usted deprimida. El dolor es un síntoma de su depresión, no al revés, como piensa usted...
Me dediqué un tiempo a hacer Electromiografía, una exploración que detecta lesiones de nervios. Muchos de los pacientes padecían lumbago y dolor cervical y el objetivo de la prueba era descartar afectación de una raíz nerviosa ("un nervio pinzado") por hernia de disco. Era evidente que no había correlación entre dolor y lesión de nervio. Los relatos de dolor invalidante podían dar un resultado normal y otros con dolor soportable y sin incidencia en la actividad laboral se acompañaban de signos electromiográficos de lesión nerviosa ("nervio pinzado"). Había, por tanto, algo más que explicaba por qué unos sufrían tanto "sin tener nada" y otros nada teniendo tanto y ese algo por entonces era para mí "lo psicológico". La diferencia la marcaba su mente.
Desgraciadamente tuve una hernia de disco L5-S1 y, tras esperar inútilmente en la cama con reposo estricto a que amainara el dolor, decidí operarme. Me extrajeron el disco herniado, mi raíz nerviosa quedó libre y yo me libré del dolor. Recuperé mi actividad física, sin limitaciones.
Al cabo de unos años volvieron los dolores y pasé varios períodos de baja, inmovilizado por el dolor. Tomé antiinflamatorios justo el tiempo de comprobar su ineficacia y seguí la recomendación del reposo estricto hasta comprobar su efecto claramente perjudicial. Comencé a explorar el movimiento y mi mente a la vez que devoraba todos los artículos que hablaran de dolor. Así fué cómo descubrí la inevitable, insoportable e inadvertida presencia de mi cerebro.
Mi dolor, y el de los demás, no provenía de la mente sino del cerebro: yo tenía miedo a moverme por el dolor y por la avería que podía montarse en mi maltrecha columna pero ese miedo me lo había contagiado mi cerebro.
El movimiento y el cambio de chip me sacaron de la cama y me devolvieron a la normalidad. Eso hace ya muchos años...
- Buenos días. Tengo fibromialgia. Ya me han dicho que es una enfermedad misteriosa que no tiene curación
- No estoy de acuerdo. Se conoce perfectamente su origen. No es un problema reumático. A sus huesos, músculos y articulaciones no les pasa nada. No hay inflamación. El problema está en el cerebro. Procesa y aplica mala información.
- ¿O sea que es psicológico?
- En absoluto. Me ha malentendido. Es una cuestión de cerebro. Gestiona el organismo y autoriza o prohibe nuestra actividad. A usted no sólo no le autoriza el movimiento sino que se lo penaliza. Vive usted en un cuerpo sano regido por un cerebro sano pero equivocado. Evalúa erróneamente, a la baja, el estado de su organismo.
La reacción a esta afirmación es de dos tipos. Más o menos el 50% se indigna silenciosamente y no vuelve por la consulta. Puedo imaginar los comentarios con sus allegados... El otro 50% lo entiende o, al menos, lo respeta y se presta a aprender conceptos básicos sobre neuronas y cerebro y a afrontar el problema de un modo radicalmente distinto. Algunas se curan. Consiguen que su cerebro no sólo autorice sino que promueva el movimiento.
- La fibromialgia es una cuestión de cerebro. Su cerebro le ha metido en esto y sólo su cerebro le puede sacar de ahí.
- No me convence
- Usted misma...
Desconozco cuál ha sido su reacción al leer este post. Puede que, incluso, sea una paciente con fibromialgia. He expresado mis convicciones y mis propuestas. El éxito de la etiqueta "fibromialgia" aplicada a un cuadro de dolor generalizado y cansancio que afecta básicamente a las mujeres, ha conseguido dos logros fundamentales:
1- Certificar la realidad del sufrimiento relatado por las pacientes y protegerlas del etiquetado insufrible de "dolor psicológico"
2- Descartar el origen "reumático" y situarlo en la red neuronal. De ahí se deriva la propuesta de cambiar el nombre de fibromialgia por el de "Síndrome de Sensibilidad Central". Es un confuso nombre. La metáfora de la informática lo traduce a: "El cerebro procesa mal la información". Amplifica los estímulos. Está misteriosamente en estado de alerta, "como si" hubiera enfermedad. Es una enfermedad en una no enfermedad...
No espere que los responsables de los contenidos de la información que, al parecer, procesa mal el cerebro fibromiálgico, revisen esos contenidos. Andan buscando serotoninas, sustancia P, polimorfismos de la COMT, y otras moléculas sospechosas para reprimirlas o reponerlas. Eso se completa con rascar el pasado físico y emocional para inculpar a abusos que han dejado su huella... El modelo biopsicosocial impone su reinado. El abordaje multidisciplinar es la herramienta. Más recursos, más reconocimiento de enfermedad biomédica, como las demás.
Más información... De acuerdo...pero ¿Cuál?
19 comentarios:
Soberbia entrada doctor.
Completamente de acuerdo. Y me gustaria aportar algo que ya se conoce desde los tiempos de Freud y que me ha venido a la cabeza con la explicación de tu hernia de disco. No hay dolor neuropático sin un dolor previo, en cierto sentido el dolor "sin causa medica" es un recuerdo, una huella de otro dolor, no exactamente en el mismo lugar sino en alguno de la vecindad, el esquema corporal opera por aproximación y el cerebro suele equivocarse al resituar la huella álgica, a mi me pasó lo mismo ocn un cólico nefritico, algo que siempre se recuerda y que me dejó una huella en una costilla del mismo hemicuerpo. Hasta que me di cuenta de que aquel dolor era una alarma que venia a decir "que miedo tengo a que me vuelva a dar aquel dolor".
Entonces se fue y ya no volvió.
Es importante esto que comentas Paco: existe la memoria del dolor. Es una memoria emocional, de alto valor biológico. Los episodios de migraña se repiten porque surgen de los sistemas de memoria. Los sucesos de daño marcan la incidencia de los dolores futuros.
Si el dolor está memorizado ¿cómo podemos eliminar el recuerdo? ¿Se trataría de una memoria traumática que tendería a reconstruirse con facilidad, como sucede con los sucesos traumáticos?
Es dificil que los "contenidos de la información" se revisen.
Es mas espectacular, otorga mayor prestigio y es mas cómodo transmitir teorías complejas y que hayan requerido instrumentos de alta tecnología para su elaboracion.
¿Alguno de sus colegas, me refiero a los de su entorno, les explica ésto a sus pacientes, aunque sea como opción?
No hacerlo así, supone incurrir en iatrogenia clínica, social y estructural (Ivan Ilich)
Hay gente p´a tóo. Alguno entra a la prédica de estas ideas con ciertas prevenciones, pero, en general, los colegas se mueven en aguas de su jurisdicción. Hay que comprender que no es fácil cambiar todo el equipaje conceptual de uno y, tampoco, el del paciente.
Leí Némesis Médica de Ivan Illich cuando empezaba a tratar de ser médico y, realmente, me impresionó.
La Iatrogenia se ha expandido y, lo que es peor, ya no está de moda. Le hemos perdido el respeto. Pasa lo que con las infecciones. Si se descuida la guardia, surgen las epidemias.
El cerebro no borra memorias, las reconstruye constantemente. El proceso de eliminación de memoria es un proceso de reevaluación. Habría que tratar de explicar los sucesos desde otra perspectiva. En la migraña se trata en realidad de un suceso necrótico imaginado, que no ha sucedido (me refiero a la necrosis, el dolor por supuesto sí). Es fundamental que el cerebro reevalúe lo memorizado como un producto falso.
Meha parecido interesantísimo este tema. Desconocía hasta que me lo explicó el dctor, que existiera memoria de dolor, y pensando en los inicios de mi migraña, es verdad que al principio cuando empezó (tenía unos 11 años), de lo que me trataron fue de otitis. Ese dolor de la otitis, suponiendo que fuera eso, ¿lo ha podido memorizar el cerebro y transformarlo en una migraña?
Yo creo que tiene razón quien mas arriba ha dicho algo sobre la memoria traumática, en realidad el dolor es un recuerdo traumatico, tan dificil de extinguir precisamente porque existe una copia en toda la via eferente que está sometida a reevaluaciones, efectivamente la memoria del dolor no puede borrarse sino recontextualizarse, aunque no estoy seguro de que este sea el verbo adecuado.
A cualquier episodio relevante, y la necrosis (por ejemplo,la otitis) lo es, el cerebro la memorizará y extraerá conclusiones. habitualmente los episodios tienen un inicio, desarrollo y un final, y debieran quedar como episodios reparados y sin secuelas pero, no siempre el cerebro hace una evaluación razonable y no es infrecuente que de ahí surja una cierta tendencia a la alerta excesiva.
En cualquier caso, los factores que pueden influir son muchos, incluido el azar y no hay que empedñarse en buscar una secuencia precisa de acontecimientos.
Paco: ¿quizás el verbo sería "reevaluarse"?
Me gusta más resignificar, por no decir neosignificar.
Doctor Goicochea, me ha sorprendido (gratamente) su blog. Da una perspectiva sobre la fibromialgia que no había encontrado en ninguna parte, y que, a decir verdad, me da esperanzas. Yo he sufrido de depresión prácticamente desde que tengo memoria (desde los 7 años). Luego llegó la migraña, visitante constante desde los 14 hasta los 25 años, cuando fue reemplazada por la fibromialgia. Su blog me ha hecho pensar que si bien la depresión es (o puede ser) la causante, mi dolor no es "psicólogico", adjetivo tan molesto. Sólo me queda la duda de cómo llegar a "convencer" al cerebro de que sus alertas no son ciertas, pues si bien el dolor atormenta, lo más insoportable es esa sensación de mente nublada que no he descubierto cómo remediar.
Luisa: bienvenida al blog. En primer lugar debes renunciar a soluciones externas, terapias. La terapia eres túmisma y tienes que actuar de tal forma que se vayan recuperando condiciones favorables y desapareciendo las contrarias.
El primer paso, en mi opinión, es disponer de un marco de explicaciones sobre organismo, su papel en este trágico atasco. Te recomendaría que en el tema del desánimo y dolor olvidaras todo lo aprendido oficialmente y te pusieras en marcha en una dirección diferente. Pobablemente tienes un cuerpo y una mente razonablemente normales y capacitados pero están gestionados desde una perspectiva catastrofista, negativa.
Hay que recuperar la autoestima de vivir en un cuerpo sano, no porque uno lo desee sino porque realmente es así, aunque cueste creerlo. También estornudamos los alérgicos cuando hay polen en el aire. Cuesta creer que el aire y las narices son normales, si nos pasamos el día estornudando pero es así realmente. El único problema está en la catalogación errónea que hace el sistema inmune del aire cuando contiene polen.
El sistema nervioso funciona igual. Comete errores de evaluación, valorando un organismo sano y una persona potencialmente capaz como frágiles, vulnerables y disminuidos de capacidad con objeto de desincentivar los propósitos del individuo y mantenerle recluido en cama, sin ganas de hacer nada.
Así como no disponemos de libertad ni voluntad para influir en las decisiones del sistema inmune, sí disponemos de una incierta libertad y voluntad para influir en las decisiones de nuestro cerebro. Ese margen incierto de libertad y voluntad debemos tomarlo y empezar a hacer fuerza con él, construyendo pequeñas metas y tratando de obtenerlas, sin miedo y si complejos.
Las pacientes con fibromialgia habitan un cuerpo sano gestionado por un cerebro equivocado que consigue convencer al individuo que realmente está enfermo. Saludos
Arturo: muchas ganas por su respuesta. He decidido leer juiciosamente su blog desde la primera entrada.
Creo que al fin he encontrado respuestas a las que les encuentro sentido, frente a las imprecisas y desesperantes que me han dado la psicología, la psiquiatría, las esencias florales, y otros inventos, que me daban la misma sensación de cuando estaba en la universidad tenía que aprender latín memorizando miles de fórmulas, cuando yo aprendo es entendiendo (obviamente a punta de memoria nunca logré aprender latín).
Le agradezco su claridad y su generosidad, pues su colegas generalmente no darían tantas explicaciones, ni responderían a estas anónimas inquietudes, sino a cambio de unos impagables honorarios.
Animo y adelante, despacito y con buena letra...
yo desde luego puedo asegurar que el cerebro, domina un cuerpo sano,,y lo enferma hasta desear morirte,,,la fibromialgia tiene cura,,por supuesto,,dicen que no la tiene,,, mienten si al tiene,,,todo son mensajes del cerebro que el ordena ,,y hay que hacer muchas respiraciones profundas ,para llevar el cerebro al contrario de lo que el te esta mandando,es muy dificil de explicar mas de entender,,,,,,,
Mari Carmen: efectivamente, sabemos, a ciencia cierta que la fibromialgia es una cuestión cerebral y que podemos intentar, con éxito variable, reprogramar, desactivar los circuitos que mantienen la percepción de enfermedad aunque no exista.
Incomprensible y trágicamente se defiende la tesis de la enfermedad, se exige el derecho a estar enferma y a ser tratada como tal cerrándose la solución al problema.
Saludos
No debería creer en su alergia, usted deberia engañar a su sistema inmune y no dejar que este lo hiciese con usted... es cuestión de reprogramación.
Usted no debería considerar que tiene alergia tan solo porque en el ambiente existe el polen, si enviase mensajes a su cerebro para que este fuese capaz de entender que la unica función del polen es la polinización. Si el cerebro es el organo "rector", ante esta información podría tener la capacidad de modular el sistema inmune, de forma que este acabase entendiendo que esto no le afecta...ah claro, lo olvidaba en la alergia existen pruebas y ante cualquier otra cosa a la que el sistema inmune pudiera reaccionar sin pruebas al menos pruebas admitidas... sería intolerancia y si no hay pruebas entonces es cuando hay que enseñar al cerebro. Con la alergia probablemente no haya nada que hacer en cuanto a reprogramación, con la intolerancia probablemente si
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