Somos siempre cinestésicos
E. Husserl
Aristóteles fijó en cinco los sentidos que nos informan sobre el mundo: tacto, oído, olfato, vista y gusto. Es evidente que se quedó corto, que había lugar para otros aspectos (conscientes e inconscientes) de nuestra corporalidad, detectados por sensores distintos a los de los clásicos cinco y que contribuyen a organizar la forma en que nos percibimos en nuestra interacción con el mundo.
Cierre los ojos e intente coger diversos objetos de la mesa que previamente ha observado con los ojos abiertos. Comprobará que algo guia el proceso y garantiza el acierto. Pruebe a tocarse (con ojos cerrados) la nariz, un índice contra otro, a cogerse las manos... Coja el bolígrafo con una mano y muévalo continuamente por el espacio. Intente coger el otro extremo con la otra mano. Varíe el punto de prensión para que se modifique la longitud del bolígrafo: comprobará que la mano siempre va al lugar exacto. Coja libros de distintos grosores. Muévalos (seguimos con ojos cerrados) por el espacio e intente cogerlos con su otra mano. Verá que esta hace una pinza exacta para el grosor de cada libro.
Todas estas operaciones no se pueden realizar con los famosos cinco sentidos. Hay alguna prestación sensorial oculta que hace el trabajo... un sexto sentido... el sentido del movimiento, la cinestesia.
El sentido del movimiento nos permite identificar la posición relativa de nuestros segmentos corporales entre sí y la de nuestro cuerpo con los objetos, tanto en reposo como en movimiento (objetos y cuerpo). El sentido del movimiento utiliza diversos sensores mecánicos de estiramiento y/o tensión colocados en el interior de los músculos, en la unión de tendón y músculo y tendón hueso, sensores de bajo umbral para detectar desplazamiento articular, situados en piel, fascias, cápsula articular...
Al sentido del movimiento le sucede lo mismo que a los otros sentidos: clasifica las acciones y sucesos en deseables o temidos, agradables o desagradables, apetitivos o aborrecibles.
Aborrecemos o disfrutamos contactos, olores, sabores, músicas e imágenes. También aborrecemos o disfrutamos movimientos.
- Me duele todo. No puedo con mi alma. Tengo un cansancio horrible... Me han dicho que tengo fibromialgia...
- Su organismo detesta o teme el movimiento. No quiere que usted se mueva. Le ha retirado el apetito... y le coloca la saciedad con unos pocos pasos...
- ¿¿¿.........???
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A lo dicho: hay que actualizar la doctrina de la percepción. Al menos, sepamos que existe el sentido del movimiento...
6 comentarios:
Tu y yo Arturo tenemos telaptia o algun otro fenomeno que nos lleva a escribir sobre lo mismo, andaba yo escribiendo hoy algo sobre el significado y el sentido y tratando de explicar que existe efectivamente un sexto sentido al que los budistas llaman "pensamiento", tu lo llamas cenestesia pero da igual porque un pensamiento no es sino un movimiento interiorizado.
No es que lo llame yo. Estoy leyendo un libro sobre fisiología y fenomenología de la acción de Alain Berthoz yJean-Luc Petit. Son muy de Husserl y este es el que me ha sugerido la idea de hablar de la cinestesia. Hay otros sentidos que se disputan el número seis. En realidad la clasificación de los sentidos no tiene sentido.
A mi no me sucede con la música, de pequeña olia el mar con olor a mora con incienso y algo de regaliz, le preguntaba a la gente que que era ese olor y nadie lo notaba, luego cuando voy andando me para porque noto el olor, es un olor mental yo creo, y tambien me sucede con el movimiento que tengo control y patinaba muy bien, el baile se me da de lujo, todo lo que sea deporte, ahora bien escuchando musica no huelo nada, tan solo me emociono y me encanta.
Shauna 37: no hay que confundir "cinestesia", la percepción del movimiento, con la "sinestesia", la percepción de un sentido con estímulo de otro: por ejemplo sentir las notas musicales como colores u olores...
La sinestesia es variable entre las personas. Hay unas con más sinestesia que otras. Los circuitos de los sentidos no son tan puros como parece. El cerebro integra todo lo que puede: a través de la visión podemos sentir tactilmente... y viceversa...
El mar tiene un compás de oleaje y posee color y músicalidad, si pertenece a la cinestesia.
Anonimo: perdone la corrección pero creo que usted se refiere a la "sinestesia", algo muy distinto a la "cinestesia" que es a lo que se refiere el post.
Saludos
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