Se puede tener un cáncer y encontrarse bien o estar sometido a un sufrimiento e invalidez considerables sin que los médicos encuentren pruebas de enfermedad. La Medicina no ofrece respuestas aceptables para esta última situación y recurre arbitrariamente a negar la realidad del sufrimiento, haciendo aún más insufrible el calvario de los pacientes. Este blog intenta aportar desde el conocimiento de la red neuronal un poco de luz a este confuso apartado de la patología.

We may have cancer and feel good, or be submitted to substantial disability and suffering without doctors finding any evidence of disease. Medicine gives no acceptable answers to the last situation and arbitrarily appeals to denying the reality of suffering, making the calvary of patients even more unbearable. This blog tries to contribute with the knowledge of the neuronal network, giving a little light to this confusing section of pathology.

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martes, 14 de diciembre de 2010

El cerebro no procesa el dolor



"...en el dolor crónico existe un mal procesamiento del dolor en el cerebro..."

"...el cerebro amplifica el dolor..."

Vamos a ver... El cerebro no procesa ningún dolor, ninguna visión ni ningún sonido. Nada de cuanto sentimos es el resultado de un procesamiento cerebral de una sensación que le llega en una especie de miniatura, ya conformada. El cerebro procesa información referida a probabilidades de sucesos. Esta información contiene:

1) datos sensoriales sobre variaciones energéticas (mecánicas, térmicas, electromagnéticas, biológicas, químicas) externas e internas. Son datos actuales del tiempo-espacio que ocupa el individuo.

2) evaluaciones probabilísticas de los sistemas de memoria de futuro, conocimiento sobre el comportamiento probable de la realidad, según creencias y expectativas.

El procesamiento integrado de datos sensoriales y predicciones genera lo que percibimos, por ejemplo, el dolor.

- Me duele "la columna"...

No podemos deducir que en ese instante está surgiendo de la columna un flujo de "señales de dolor", como resultado de un supuesto estrés mecánico actuando sobre estructuras sensibilizadas por "la inflamación". Tampoco podemos sugerir que estas "señales de dolor" son procesadas por un cerebro alarmista tocado por traumas físicos y emocionales pasados y futuros.

Podemos asegurar (y debemos hacerlo siempre así) que si nos duele aquí y ahora el cerebro está proyectando una evaluación de amenaza en la zona dolorida como resultado de toda la información, sensorial y cognitiva, disponible.

- Ando con lumbago...

Es inevitable que alguna amistad comente sus dolores... Me resulta complicado no entrar al trapo.

- El dolor no surge de la columna sino del cerebro...

Demasiado tarde para recular. Ya queda dicho y... a lo dicho, pecho o, más bien, cabeza.

- O sea que es psicológico...

Comienza el diálogo de besugos, cada uno en su mundo. El padeciente en el de la certeza del sufrimiento y yo en el de la certeza de lo que sabemos sobre qué es una percepción...

La mayoría de los artículos sobre dolor sostiene, machaconamente, cartesianamente, que en los casos en los que no parece haber mucho "desgaste" en las columnas, enfermedades detectables ( por ejemplo, fibromialgia...) o estreses en la cabeza, el dolor aparece porque el cerebro lo procesa anómalamente, amplificadamente.

Tejidos mortificados en el pasado por traumas y cargas físicas ("he trabajado mucho, he cogido muchos pesos, los años no pasan en balde..."), emociones silenciadas o diversos cúmulos de circunstancias psiconeuroinmunoendocrinológicas... generan un dolorcillo que viaja hacia el cerebro en forma de señales eléctricas. Las señales de dolor se trasiegan de una a otra neurona en las conexiones (sinapsis). 

Ya comienzan los problemas del mal procesamiento en la primera conexión, en la médula espinal (asta posterior). Las señales dolorosas del pasado han dejado a ese nivel una huella indeleble y se produce un empujoncito al minidolor surgido de los tejidos. Desde la médula el minidolor miniamplificado sigue ascendiendo por diversos centros de procesamiento en los que volverá a ser miniamplificado hasta llegar a la central de la gran amplificación, el cerebro.

- Me duele todo, siempre... mucho...

- No tienes nada. 

- ¿Y eso?

- Es el cerebro. Procesa mal las "señales de dolor", las amplifica.

Según el Preformacionismo los embriones estaban ya preformados, para unos en los espermatozoides y para otros en el óvulo. Ya sólo quedaba aumentar el tamaño. 

El Preformacionismo también se aplica al dolor. Todo dolor sale preformado de los tejidos y para aflorar a la conciencia debe someterse a un proceso de amplificación variable. Si el amplificador cerebral está por dar volumen, el dolor se hace inmenso, monstruoso, gigantesco...

Los espermatozoides existen, los óvulos también. Hasta llegar a un recién nacido hace falta algo más: básicamente un organismo materno. 

Las señales sensoriales existen. Los tejidos las generan incesantemente. Las estaciones de procesamiento de esas señales también existen. Pueden amplificarlas o filtrarlas, silenciarlas. El cerebro también existe. Es donde se procesan esas señales... junto a todo el conocimiento adquirido. 

El cerebro, el circuito córticotalámico, funde señales y cogniciones y las convierte en microconsciencias, puntos espaciotemporales de percepción. Cada uno de ellos contribuye a generar un punto de dolor, sentido en un punto del espacio corporal, en un instante fugaz.

- Me duele. Mi circuito córticotalámico me está proyectando en la pantalla lumbar una peli de terror...

- Eso está mejor... 

6 comentarios:

legemcruz dijo...

Ayer, en las noticias de TVE1 hablaron de la migraña: aparte de lo ya sabido (uno de los dolores más incapacitantes que hay, el elevado precio de los fármacos específicos, con reivindicación de que pase a considerarse enfermedad crónica para poder entrar en el circuito oficial de medicamentos subvencionados) una novedad: resulta que el dolor conoce de "fronteras" y así, los canarios padecen más migraña que los extremeños, por ejemplo, y (aquí viene lo bueno) va a ser objeto de estudio!!! Pues eso, a dedicar recursos a investigar porqúe duele más en unas comunidades autónomas que en otras... Qué mundo este...
Cruz

Arturo Goicoechea dijo...

Cruz: la doctrina oficial dispone de todos los medios de comunicación para largar sus tópicos e insustancialidades. En un estudio reciente se describía también que la eficacia de los triptanes y los efectos secundarios son distintos en EEUU que en Europa.

El hecho estadístico más notable sobre migraña, muy de largo, es la escandalosa incidencia en aquellos que tienen que protegernos de ella: los neurólogos dedicados específicamente a combatirla.

Ese fascinante dato estadístico sí sería merecedor de estudio pues contiene algo fundamental: la dependencia de lo que creemos y esperamos.

Saludos

LOURDES dijo...

Me encanta: "Me duele. Mi circuito córticotalámico me está proyectando en la pantalla lumbar una peli de terror...". Alguna vez tengo que soltárselo a algún especialista.
Un abrazo.

Carlos dijo...

A mi particularmente, este modo de hablar que da al cerebro lo que es del cerebro y al yo lo que es del yo me gusta más. Cuando uno reivindica esa especificidad de lenguaje para la biología o aquí la ciencia del cerebro y que no se confunda con el discurso sobre las propiedades del yo, sus intenciones, sus fines, sus sentimientos, sus percepciones... se arriesga a que precipitadamente le llamen dualista (cartesiano). No es eso, sino que me parece que lo que se gana en lectores subyugados por ese léxico tan florido que se nutre de les expresiones del lenguaje natural, se pierde en claridad, en rigor; se gana en confusión. Cuando hablas de fobia del cerebro, alarma, decisión del cerebro etc. hablas del cerebro como de un yo. El discurso gana seguidores, pero posiblemente confundidos. En la siguiente fase tendrás que esclarecer que no se trata de psicología, etc. En su momento, Paco Traver distinguía entre psíquico y psicológico en su intento de aclarar la cuestión, y más etcétera.
Tu entrada de hoy es muy clara: "El cerebro no procesa ningún dolor, ninguna visión, ningún sonido... Nada de cuanto sentimos es el resultado de un procesamiento cerebral de una sensación que le llega en una especie de miniatura, ya conformada. El cerebro procesa información referida a probabilidades de sucesos." Entonces, muy claro cuando se trata de decir que el cerebro no procesa ninguna visión: la visión la tiene el yo como resultado de las operaciones de su cerebro. Pero la claridad se va a paseo cuando se afirma que el cerebro es fóbico, alarmista. Lo fóbico es el yo como resultado de las operaciones (a veces erróneas) del cerebro. El cerebro procesa mal y punto. Al yo lo que es del yo...
Ahora me dirás que procesa bien una mala información... que viene de otros sujetos conscientes parlantes que dicen cosas fóbicas... Pero esa "mala información" no puede ser del tipo "datos sensoriales de variaciones energéticas..."; ¿Pueden ser del tipo "evaluaciones probabilistas...etc."? El discurso de los yos fóbicos (expertos) sí que parece que entra ya conformado como miniatura de información que llega tal cual al cerebro... ¿misterioso, no?

Saludos

Arturo Goicoechea dijo...

Carlos: hablando del cerebro es difícil evitar las metáforas. Puede que a unos la utilización del lenguaje natural referido al "yo" les confunda pero a otros les ayude a entender el origen de sus dolencias.

Damasio imputaba a los cognitivistas una falta de referencia al organismo, a la evolución y a la homeostasis, es decir, a la biología.

Mis reflexiones tratan de situarse precisamente desde esa perspectiva: organismo, homeostasis y evolución. Puede que resulte confuso hablar de fobia cerebral pero si se desarrolla el concepto no veo problemas. La fobia es una disfunción emocional que atribuye a un hecho improbable o incluso imposible una posibilidad real, actual, inmediata y exige una acción evitadora.

El organismo tiene estados emocionales: atribuye relevancias a estados, agentes, lugares, momentos, circunstancias...

La atribución fóbica de relevancias está muy influida por la cultura, la información "preformada", alarmista, que recibimos desde que asomamos la nariz al mundo.

Nuestros cuidadores nos sensibilizan al agua y luego nos llevan a cursillos de natación.

También nos sensibilizan al daño físico y luego nos llevan al médico quien cierra la espiral solidificando la sensibilización en vez de disolverla.

La mala información existe y no veo otro modo de combatirla que con buena información, es decir, biológica.

Supongo que la respuesta abre otro ramillete de preguntas pero andamos con cuestiones discutibles...

Saludos

domi dijo...

mala cosa es esto del dolor venga de donde venga,es una autentica pesadilla para el que lo padece.
El dolor talámico tambien tiene tela,como le oí a ud. en una entrevista es un dolor superfluo que no sirve para nada y encima aun no hay ningun farmaco que lo alivie,descorazonante!!!!!!!!!