Se puede tener un cáncer y encontrarse bien o estar sometido a un sufrimiento e invalidez considerables sin que los médicos encuentren pruebas de enfermedad. La Medicina no ofrece respuestas aceptables para esta última situación y recurre arbitrariamente a negar la realidad del sufrimiento, haciendo aún más insufrible el calvario de los pacientes. Este blog intenta aportar desde el conocimiento de la red neuronal un poco de luz a este confuso apartado de la patología.

We may have cancer and feel good, or be submitted to substantial disability and suffering without doctors finding any evidence of disease. Medicine gives no acceptable answers to the last situation and arbitrarily appeals to denying the reality of suffering, making the calvary of patients even more unbearable. This blog tries to contribute with the knowledge of the neuronal network, giving a little light to this confusing section of pathology.

Click here to switch to the english version

martes, 21 de diciembre de 2010

Cambiar de hábitos (Libera me, doctor)



Hay mucho dolor. Demasiado. Homo sapiens (ma non troppo) es una especie doliente. Sus carnes y osamenta no soportan el trote físico moderno y la cabeza sufre la sobrepresión del vapor del desasosiego continuo. 

El dolor es la consecuencia de un soporte físico frágil, vulnerable, delicado, seleccionado para la vida muelle, paradisíaca y no para los tiempos convulsos a los que nos ha llevado nuestro insaciable cerebro.

Desde que fuimos arrojados del Paraíso por la trivialidad de la manzana quedamos marcados por la fatalidad de ganarnos el pan con el sudor y dolor de la frente. De aquellos polvos vinieron estos lodos. No hay esperanza. Tendrá que ser en otra vida. En esta, la condición humana manda. Habitamos el Valle de los Dolores. 

Los sapiens (m.n.t.) no se resignan. Somos de natural rebelde (m.n.t.). Nos hemos negado siempre a aceptar la condición doliente impuesta por la genética blandengue y el desliz del árbol tentador y exploramos todo tipo de argucias para burlar el destino. Enemas, sangrías, sortilegios, musculación, dietas, relajación, meditación, pócimas, hierbas, punciones húmedas y secas, masajes, polienergías, fármacos, ex-moléculas, campos eléctricos y magnéticos, electrodos, prótesis, ortesis, bisturí, omniterapias, holismo, abrazos, risas, llantos...

Todo inútil. Más dolor, si cabe... No le cogemos el pulso al fitness. 

Los sanadores andan reunidos. Lo ven peliagudo. El ser humano no da para mucho. Demasiado frágil y demasiado pellejo.

Sapiens (demasiado doliente) ya no confía en sus cuidadores. Les ha perdido la fe. Ya no pide curación. Al menos, alivio... un poco de alivio, por caridad...

- Lo siento. Para esto no tenemos curación. Es usted un enfermo. Es el ser lo que no va bien. No es el adecuado para la vida moderna. Tiene que aceptarlo. Procure bajar el ritmo. Eso producirá alivio. Utilice nuestros fármacos, siga nuestros consejos, visítenos... Podemos hacer mucho por usted pero es usted el primero que tiene que esforzarse...

- Ya me he esforzado. Soy buen padeciente. He llevado una vida monacal. He seguido sus consejos, he tomado sus fármacos, les he visitado regularmente... Todo ha sido inútil...Cada vez duele más veces, con más intensidad y persistencia. Sus fármacos me han abandonado...

- Hacemos lo que podemos y hacemos mucho... Le repito: es usted un migrañoso. Sus hijos también lo son. No podemos cambiar sus genes. Tiene que cambiar sus hábitos...

- Ya no tengo hábitos. Me los han quitado ustedes...

Es inútil pretender curar la migraña o la fibromialgia. No tienen curación. Los médicos curamos algunas enfermedades pero no estamos ante enfermedades, en sentido clásico, sino ante algo peor: una constitución inadecuada para sobrellevar una vida inadecuada en un entorno inadecuado. 

Eso dicen... Puede que así sea... si así parece... Soñamos la realidad. Construimos el mundo a medida...

- ¿A medida de qué? ¿De nuestros genes y obligaciones?

- No del todo. También importan las creencias, las expectativas... lo que imaginamos Nuestra genética nos condena a imaginar lo que no vemos. El interior no lo vemos luego estamos condenados a imaginarlo... Los expertos nos ayudan a representar un interior teórico, posible, a veces tremendo...

- ¿Para qué me sirve todo esto?

- Pienso que usted habita un cuerpo razonablemente normal, con un interior razonablemente equilibrado y tranquilo, garantizado. Puede que el problema resida en el cuerpo virtual, no en el real... Los dos pueden hacernos sufrir...

- Bueno, supongamos que el problema radique en el cuerpo virtual. ¿Qué solución tengo? ¿Se cura?

- No... pero puede cambiar la representación virtual de su cuerpo, acercarlo al cuerpo real... liberarlo...

- ¿Me va a dar algo para ser más libre? 

- Bueno, la libertad no se concede, se conquista. Exige trabajo, esfuerzo bien dirigido.

- No sé. Hay algo que no me acaba de encajar...

- Quizás sea el miedo a la libertad... todo un clásico de nuestra especie. Tiene que cambiar de hábito. Usted no es un prisionero. En este caso el hábito sí hace al monje...

4 comentarios:

Perchel dijo...

Muy acertado doctor, la libertad no se concede, se conquista. Y más aún, cuando uno no está preso, creo que el primer pensamiento de todo libertario es, “conquistar la libertad”, porque la vía de la concesión hay que pagarla (se pena). Me gusta más conquistar que pagar (penar).

Otro acierto el suyo es, la libertad “exige trabajo”, y más acertado aún cuando dice que la libertad “exige esfuerzo bien dirigido”. Cierto es que de nada sirve esforzarte día y noche de forma incansable si no trabajas en la dirección y sentido correcto (bien dirigido) porque lo más seguro es que obtengas un mal trabajo. De esto, los físicos saben mucho y también los docentes, empresarios, etc., todos estamos implicados.
A mi hija le suele pasar con los estudios, se esfuerza mucho pero no obtiene el rendimiento esperado. Por lo que el problema no lo puedo achacar a que no se esfuerza, me queda pensar que el esfuerzo no está bien dirigido, ¡eureka!, la solución es, que el esfuerzo debe estar bien dirigido… Mi hija tiene 9 años, quién debe (sabe) dirigirla bien…



A por la ¡libertad!:

Libertad --> se conquista con Trabajo bien hecho(dirigido)



Muchas gracias.
Saludos cordiales.

Ani dijo...

Excelente entrada,Dr.
Si que las creencias nos tienen presos...eso me sucedio hace tiempo cuando me encontraron un poco de artrosis en las manos y rodilla.

Ah! me dije, eso lo herede de mi madre... y la reuma me mando a tomar glucosamina, la tome varios meses y volvi a la consulta, no sentia ni un apice de alivio.

Me dijo siga tomandola y le comente que encargaba la glucosamina a USA y ahi me dijo que debido al clima humedo de Lima, esta glucosamina importada perdia su fuerza aqui.
No podia creer lo que me decia!!
Ella queria, probablemente, que yo siga pasando la receta con su nombre, para que la farmaceutica, se la contabilize.
Huelga decir que no volvi donde ella y tampoco segui tomando la glucosamina, es mas, me dedico a desacreditarla luego que lei que no sirve, que no es mas que un placebo.

A partir de ahi, seguia sintiendo que la artrosis se apoderaba de mi cuerpo y pensaba que como llegaria a anciana, probablemente con reemplazos de articulaciones por todo el cuerpo.
Hasta que me diagnosticaron la fibromialgia.

Bueno, el resto de la historia ya la conoce...
Me sigo esforzando por liberarme de mi cerebro asustado, de mis creencias erroneas, de todo lo que me decia la doctrina oficial, etc, etc.....y sigo comprobando con el ejercicio que hago, que a pesar de tener casi 50, mi organismo es recio, fuerte.

Que viva la libertad de las creencias erroneas!!

Un saludo

Arturo Goicoechea dijo...

Perchel: efectivamente el concepto de trabajo exige un rendimiento, un movimiento en la dirección propuesta. El esfuerzo sólo no basta. Debemos aplicarlo en una tarea que nos va a llevar a algún lado.

En general tendemos a confiar más en los contenidos culturales que nos definen como grupo. Lo novedoso debe esperar su oportunidad. Primero hay que constatar que lo oficial, lo políticamente correcto ha fracasado.

Saludos

Arturo Goicoechea dijo...

Gracias Ani por los elogios. Creo que vas consiguiendo objetivos. En el caso de la fibromialgia no resulta fácil.

Efectivamente la glucosamina no presta ninguna ayuda pero los profesionales están entrenados a recetar siempre algo...

Saludos