Se puede tener un cáncer y encontrarse bien o estar sometido a un sufrimiento e invalidez considerables sin que los médicos encuentren pruebas de enfermedad. La Medicina no ofrece respuestas aceptables para esta última situación y recurre arbitrariamente a negar la realidad del sufrimiento, haciendo aún más insufrible el calvario de los pacientes. Este blog intenta aportar desde el conocimiento de la red neuronal un poco de luz a este confuso apartado de la patología.

We may have cancer and feel good, or be submitted to substantial disability and suffering without doctors finding any evidence of disease. Medicine gives no acceptable answers to the last situation and arbitrarily appeals to denying the reality of suffering, making the calvary of patients even more unbearable. This blog tries to contribute with the knowledge of the neuronal network, giving a little light to this confusing section of pathology.

Click here to switch to the english version

jueves, 30 de diciembre de 2010

Descartes no era periferalista



Carlos Sarrate es un lector (migrañoso confeso) del blog, profesor de Filosofía en un Instituto. Conoce todos los contenidos del blog y de mi libro "Migraña, una pesadilla cerebral" al dedillo. De todos ellos ha hecho una lectura crítica detallada, tal como debe suceder con un filósofo. Para mí ha sido una suerte contar con una retroalimentación crítica, preguntona, reticente... filosófica. En este caso se trata de alguien que también está interesado en la Biología, la Ciencia y trata de buscar la integración de lo conocido empíricamente y de lo meditado hipotéticamente. Filósofos y neurocientíficos comparten el interés por el problema de la conciencia: ¿Cómo surgen de la materia los sentimientos, lo que percibimos? El contenido perceptivo de la conciencia que nos ocupa es el del dolor. ¿Cómo y de dónde surge? 

En reiteradas ocasiones he colgado al pobre René Descartes el San Benito de dar pie al error periferalista de situar el origen del dolor en los tejidos. Carlos me ha hecho ver que, realmente, es un error. Descartes era profundamente centralista. Dejo que sea él quien lo explique. Bienvenida sea su rectificación.

Gracias Carlos.


                 DESCARTES NO ERA PERIFERALISTA




Carlos Sarrate
Profesor de filosofía de secundaria.

Descartes no era periferalista
Lo que sigue es una cuestión técnica que no afecta al núcleo de la propuesta del dr. Goicoechea, pero puede interesar a los lectores más celosos con los conceptos teóricos.

Los profesores de filosofía de instituto solemos trabajar cada año con Descartes, en especial  en el 2º de bachillerato donde es habitual manejar las Meditaciones metafísicas (MM); a veces incluso, es obligado hacerlo puesto que son textos incluidos en la propuesta de autores para selectividad (como este curso en Cataluña).

Desde las MM, las cosas que decía el dr. Goicoechea sobre el presunto periferalismo de Descartes (el dolor se origina en la zona dolorida, se transmite, etc.) no encajaban bien. Así, de entrada, el dolor en Descartes debía ser un tipo de sensación o sentimiento que sólo puede sentir el alma, o sustancia pensante, y de ningún modo podía ser una sensación generada en el cuerpo ni tampoco en el cerebro. No me preocupé de buscar el tema pero me venían a la mente textos de las MM por los que he pasado muchas veces.

La MM 6ª razona entre otras cosas sobre ciertos orígenes de los errores. Anoto algunas cosas relevantes para la discusión:

-Primero, ¿porqué Dios tolera el engaño de las cualidades secundarias?: los colores, sonidos, olores etc. no son cosas físicas reales, aunque se basan en cualidades reales mensurables. La explicación es que las captamos porque sirven al compuesto alma/cuerpo, para "evitar lo que causa dolor y procurar lo que me comunica alguna sensación de placer". Así, no sirven a la pura res cogitans la cual ya entiende que no son cosas claras y distintas: el calor quizás no exista como tal pero se basa en alguna cualidad real del mundo (hoy se dice que es energía cinética de los átomos) pero gracias a "engañarnos" y tomarlo como real sacamos la mano del fuego y protegemos esa parte del cuerpo (res extensa) etc. ¿No estaría mal, verdad, para dos siglos antes que Darwin?

-Más tarde, el problema se agrava con el famoso ejemplo del hidrópico (tiene sed pero beber le perjudica): ahí ni tan solo se trata de un engaño útil al compuesto; la explicación habla de errores en la transmisión de los reflejos corporales: como si a mitad de la línea del telégrafo se insertan los bandidos y hacen creer que la señal viene, por ejemplo, del pie. Extrapolando al dolor, se ve que Descartes admitiría a veces una causa de dolor que no se origina donde parece doler. Y de hecho aun no hablaríamos de dolor (que será una sensación del alma), sino de una causa originada en otra parte que donde parece estar; en palabras del blog, se trataría de un daño ficticio.

-Finalmente, también tiene su interés la conclusión de Descartes de la MM 6ª: es mejor un engaño esporádico que un engaño siempre. Ese engaño aparentemente inevitable se combate combinando la información de diversos sentidos, la memoria y el entendimiento; en suma, siendo más metódico. (¿No suena a los lectores del blog esto de racionalizar la evaluación engañosa?)

Finalmente me decidí buscar el texto correspondiente a la imagen que el dr. Goicoechea siempre reproduce, la del señor con el fuego en el pie.
Corresponde a Le traité de l'homme, editada por primera vez en 1664 (pero escrita antes de 1637)

(Oeuvres Philosophiques. Tome I (1618-1637), éd. de F. Alquié, Garnier, Paris, 1963; reed. 1976, p. 405; pàg. orig. p. 142; he añadido un pequeño archivo .pdf donde se ha escaneado:
-la pág. inicial del volumen I
-la pág. inicial de l'Homme,
-la pág. donde aparece "les esprits animaux" (lo que circula por los nervios) con el comentario del editor a pie de pág.,
-y las págs. del fragmento correspondiente a la ilustración).

L'homme  es una obra anterior al Discurso del método y a MM que son obras donde encontrará el fundamento de la ciencia en el cogito -el famoso cogito ergo sum-. En L'homme ya parte de la distinción entre alma y cuerpo pero se limitará a hablar sólo del cuerpo. Lo hace diseñando un modelo de máquina a priori que permite analogías con el cuerpo real del hombre. (ver pág. inicial del texto) Así, la explicación completa no se puede tener hasta considerar la unión con el alma (y eso simplemente no lo podrá explicar nunca: explicar cómo se unen las dos sustancias es el fracaso del dualismo, y ya será la cruz de los racionalistas en su propio tiempo).



Vamos al dibujo. Parafraseo el texto (orig.142): las partículas del fuego A mueven el trozo de piel del pie B; por ese medio tiran del nervio (o hilo: filet) C que abrirán la entrada del poro d,e donde termina el nervio, así que se parece a cuando por un extremo de un cordel haces sonar la campana. Una vez abierto el conducto d,e los espíritus animales de la concavidad F entran dentro y parte van a los músculos para retirar el pie del fuego, parte a los ojos para mirar etc. aunque pueden haber muchos efectos implicados pues hay muchos nervios (...) (orig.143:) Los espíritus van por esos tubos, inflándolos un poco sin ser exprimidos, hasta los músculos, empujan éstos y tiran del cerebro de donde provienen. [aquí "espíritus animales" se ha de entender como las partes más vivas de la sangre, materiales, como humores, partículas, cosas semovientes pero no espirituales; ver p. 388, orig. 129]

Traduzco literalmente lo que sigue:
Cuando Dios unirá un alma razonadora a esta máquina, tal como pretendo explicar después, le dará su asiento principal en el cerebro, y la hará de tal naturaleza, que, según, las diversas maneras que las entradas de los poros que están en la superficie interior de ese cerebro sean abiertas por mediación de los nervios (nerfs), esa alma tendrá diversos sentimientos.
Como pasa, en primer lugar, si los pequeños hilos (filets), que componen la médula de los nervios, son tirados con una fuerza tal que se rompen y se separan de la parte en la cual están unidos, de suerte que la estructura de toda la máquina sea de alguna manera menos acabada (accomplie): el movimiento que causarán en el cerebro dará ocasión en el alma, a quien importa que el lugar de su residencia se conserve (à qui il importe que le lieu de sa demeure se conserve), de tener el sentimiento del dolor (d'avoir le sentiment de la doleur).

La cosa es clara. El dolor se siente sólo en el alma (res cogitans). El cuerpo transmite sólo movimientos de cosas físicas (partículas, "espíritus").

Alquié, el editor, señala aquí diversos problemas (p.407). El dolor es cosa del alma aunque la relación con el cuerpo es un problema que aun no se ha planteado. Además, dice, la explicación es ambigua: mecanicista por un lado (el dolor se explica por la ruptura del hilo) y finalista (el dolor se debe a que la máquina queda "moins accomplie" y el alma, siente, por ese dolor, un paso a menor perfección). Pero yo creo que el texto no admite una lectura mecanicista: en la máquina hay un crac (el daño, la lesión), y el dolor proviene de la "evaluación" del alma (es claro que hablamos de dolor con daño). Otra dificultad que señala Alquié es que una ruptura del hilo debería entrañar insensibilidad más allá de la lesión, y explicar cómo se reparan tales lesiones, a no ser que "la separación de la parte donde se unían" se entienda solamente como una especie de distensión del nervio...

En fin, repito que Descartes no podía ser periferalista en el sentido que decía Goicoechea porque quien siente no puede ser el cuerpo ni el cerebro, sino el alma. Esto no agota los textos (no pondría "el pie en el fuego", como el del dibujo, en que no haya más matices) y habría que revisar de dónde viene esa opinión que vincula periferalismo con este autor. Tampoco afecta el núcleo del argumento que va dirigido contra los periferalistas. Descartes ya lleva sus propias cruces, pero no ésta.

Otra cosa, que ahora me resulta obvia pero sobre la que sólo he ido cayendo últimamente a partir de la reflexión persistente que incita el dr.: este modelo del dolor involucra lo más difícil y peliagudo de la neurología, la teoría de la consciencia. En el último libro de Damasio (Y el cerebro creó el hombre) se alude al dolor como ya constituyente de la forma más primitiva de consciencia, el protoyó. Temo que el modelo del dolor de Goicoechea, por más biológico que se quiera, choca al final con las dificultades propias de una teoría de la consciencia biológica o no-filosófica, una teoría que no sea, en última instancia, algo cartesiana. La consciencia es hoy por hoy el misterio, the last frontier. El médico que hable de dolor con daño puede agarrarse al daño (y seguir siendo médico-como-Dios-manda), pero el que brega con el dolor sin daño al final tiene que acabar en la pura consciencia de dolor, y de ahí la vinculación con la filosofía de la representación que inaugura Descartes y todo el siglo XVII. Hay cierto paralelismo con la 1ª MM: el dolor (sin daño) sería una representación que engaña los sentidos; el dolor sin daño es como una representación de sueño ("una pesadilla cerebral"); el dolor sin daño parece un engaño de una naturaleza algo caprichosa (como el genio maligno cartesiano) y que se acepta que es así en el caso de la alergia...

Los esfuerzos por biologizar la consciencia, ponerla en perspectiva evolutiva, como hace Damasio, sólo pueden ser bien recibidos. Además, Damasio no simplifica el problema. En este autor no hay sólo el clásico vincular la mente al cerebro frente al dualismo, sino vincular el cerebro al cuerpo como un todo biológico (frente un dualismo más camuflado). Pero uno es de filosofía y me temo que esto de la consciencia va a ser mucho tiempo competencia de la fenomenología (Husserl y siguientes)... Y a pesar de eso, ¡hasta los filósofos van al médico si pierden la consciencia! Lo que no hay que abandonar es la curiosidad por saber más o ver más "claro y distinto".  

6 comentarios:

Jaime dijo...

Muchas gracias por esta entrada, que aporta una vision filosofica por muchos desconocida o al menos olvidada. En mi opinion el Descartes que nos explican a los de ciencias y el Descartes filosofo (el de COU, que me ha gustado recordar), tienen poco que ver... De ahi la idea que tenemos de Descartes aquellos que tenemos una formación mas o menos cientifica, sistemas cartesianos, causas y efectos...
El dolor como "algo" perteneciente al alma, al igual que el miedo, la alegria, la tristeza, la depresion (aunque tengan sus consecuencias y evidencias fisicas...) creo que ayuda a entender algunas cosas. Podemos cambiar alma por inconsciente, emociones, cerebro... en definitiva algo que no tiene que ver (al menos no siempre) con terminaciones nerviosas, necrosis, daños fisicos... Al menos es lo que yo, humilde profano, puedo sacar de todo esto.
Mas complejo para mi es explicar (o entender) los desencadentes del dolor sin daño, o el engaño corporal. No se por que(bueno, si lo se), ya no tomo cafe. El cafe me encanta, pero hace unos dias, tomar cafe me produjo una taquicardia de dos dias... A los tres dias acudi al medico, y tras auscultarme y realizarme un electrocardiograma, me dijo que no habia nada (no hay daño...). Asi que volvi a tomar cafe, y volvió a ocurrir... No lo entiendo... ¿me he vuelto intolerante al cafe, o mi cerebro se ha inventado que es malo, generando una respuesta fisica??? El caso es que lo paso fatal, la taquicardia y la palpitacion es incomoda y genera miedo, y ademas me da mucha rabia renunciar a uno de los mayores pequeños placeres...
De remate,y a raiz de esos episodios (creo yo), tengo taquicardias y palpitaciones frecuentes,o pequeños dolores en la zona del pecho, sin estar especialmente nervioso (por ejemplo al despertar, trabajando, comiendo...) sensacion de presion en el pecho, "noto" el corazon... haciendo caso al electro como prueba concluyente, y admitiendo la ausencia de daño (a veces cuesta...), solo queda pensar que el cuerpo esta actuando asi por alguna razon, haciendome llegar sensaciones "raras", sustos, incomodidades... Da miedo (tambien propio del alma cartesiana), e inmoviliza... Hay algun "diablo haciendo de las suyas.
El problema de los que tenemos formacion cientifica, es que muchas veces necesitamos una explicacion que vaya mas alla de las cosas del alma o la emocion: "... es el hombre bestia utopica, que siendo animal absurdo necesita de la logica..." (A. Machado)
De nuevo gracias a Carlos por refrescarnos la filosofia para algunos de ciencias aparcada en un rincon de "letras", y a Arturo como siempre por mantener esta fuente de conocimiento abierta.
Para todos, un 2011 lleno de salud (de cuerpo y de cerebro), y de felicidad (lo que cada uno entienda).
Saudos

LOURDES dijo...

Genial la entrada Carlos!!!. Me temo que el problema de la conciencia tendrá que esperar para resolverse, aunque se dice entre otros, por Damasio, que para el 2050 se tendrá ya suficiente conocimiento de los procesos biológicos que permitirá suprimir el dualismo.
No obstante, espero que empieces a ser un ex migrañoso. Y que sepas que también hay hombres, je,je, mi marido entre ellos.
Un saludo.

Unknown dijo...

La neurociencia de la mano de la filosofía, en su acercamiento a los entresijos de los mecanismos del dolor, y de la consciencia...
¡cuanto nos queda a los humanos por saber!

Enriquecedora entrada, Arturo.

Un saludo

villovi dijo...

Una entrada sumamente interesante. Gracias Carlos por el planteamiento realizado.

¡Feliz año nuevo Arturo y lectores!

Carlos dijo...

Hola compañeros

Gracias por vuestros atentos comentarios. La filosofía sigue siendo lo que fue en su origen, filía por la ciencia. Más que un pedazo específico del pastel del saber, nos gusta al menos contemplar el pastel entero, que es cada vez más grande y difícil de abarcar. Quizás vuelvan buenos tiempos en que a la filosofia se la requiera para contemplar transversalidades...

Lourdes, gracias por acordarte de mi petición y del asunto principal que me hace acudir aquí más bien a aprender. Un saludo también a tu marido.

Buena entrada de año a todos.

Carlos dijo...

Hola Arturo

Gracias por la entrada. Me he mirado el tema de colgar el documento en pdf y me parece que se ha de alojar en alguna parte y enlazarlo. Si alguien hubiera de citar el texto siempre puede pedirlo por email. (nota: las negritas quedan algo estridentes para lo que es el tema; supongo que se han colado por las primeras frases...)

Lo de tu banda, como dicen los modernos, es un puntazo, Un puntazo retrospectivo, pero puntazo. ¿Cómo no vas a ser un médico heterodoxo?

Brindemos por el nuevo año con el cava más migrañero!

Chin-chin