Se puede tener un cáncer y encontrarse bien o estar sometido a un sufrimiento e invalidez considerables sin que los médicos encuentren pruebas de enfermedad. La Medicina no ofrece respuestas aceptables para esta última situación y recurre arbitrariamente a negar la realidad del sufrimiento, haciendo aún más insufrible el calvario de los pacientes. Este blog intenta aportar desde el conocimiento de la red neuronal un poco de luz a este confuso apartado de la patología.

We may have cancer and feel good, or be submitted to substantial disability and suffering without doctors finding any evidence of disease. Medicine gives no acceptable answers to the last situation and arbitrarily appeals to denying the reality of suffering, making the calvary of patients even more unbearable. This blog tries to contribute with the knowledge of the neuronal network, giving a little light to this confusing section of pathology.

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miércoles, 22 de diciembre de 2010

La suerte


Tenemos suerte cuando nos sucede algo teóricamente posible pero altamente improbable. 

Hay buena y mala suerte.

Siempre hay alguien tocado por la suerte y tenemos noticia de ello. Hoy sortean la lotería de Navidad. Ni a usted ni a mí nos va a tocar el Gordo pero nos bombardearán con reportajes de los afortunados abriendo botellas de champán. No es mi caso, pero muchos de ustedes habrán comprado algún décimo. Puede que incluso hayan hecho cola en algún acreditado establecimiento, convencidos de que en él la probabilidad es mayor que en un desierto bar contiguo en el que también tienen lotería.

La posibilidad teórica, aun cuando lleve aparejada una baja, muy baja probabilidad, mueve conductas... irracionales.

Con toda seguridad alguien tendrá hoy meningitis o una hemorragia meníngea. Resultará desgraciado en el sorteo pero previsiblemente no seremos ni usted ni yo aun cuando no sería extraño que alguno de ustedes tuviera una crisis migrañosa., una alerta ante la posibilidad de que, realmente, sucediera lo temido.

El cerebro no puede sustraerse al mandato de la posibilidad improbable y presiona al individuo a comprar décimos o meterse al cuarto oscuro, vomitar y tomarse un "calmante". Le puede la ilusión del premio y el miedo al castigo letal (muerte violenta celular, necrosis). 

- ¿Y si toca, qué? Deme también un décimo a mí...

Con toda seguridad hoy habrá víctimas mortales en la carretera pero probablemente no seremos ni usted ni yo una de ellas. 

Imagine un coche emocional, capaz de atribuir relevancias posibles (probables o improbables) a cada desplazamiento. El miedo al accidente podría activar un dispositivo disuasorio que forzaría al usuario (no me atrevo a llamarle conductor) a suspender el viaje... Digamos que el usuario sufriría una migraña "vehicular", desencadenada por su intención de ir a trabajar o de vacaciones. Sería un coche genéticamente "hiperexcitable", incapaz de contener sus miedos letales...

El coche emocional dispondría de sistemas de memoria que graban accidentes propios y ajenos y procesaría información de expertos en accidentes que atribuyen probabilidades de colisión a mil y un desencadenantes (cambios de tiempo, estados hormonales, estrés del usuario (no me atrevo a llamarle conductor), deseo de viajar, alimentación...

Realmente al coche emocional lo que le preocupa es su propia integridad, no los planes del usuario... por muy importantes que puedan ser...

El cerebro es una estructura emocional. Atribuye relevancias a estados y agentes, lugares, momentos y circunstancias. Genera ilusiones y temores. Imagina y a veces su imaginación proyecta percepciones que contienen sueños, pesadillas, manteniendo despierto al individuo o mientras duerme...

La ilusión del Gordo se resuelve dejando de comprar décimos...

Las ganas de fumar se eliminan radicalmente dejando de encender cigarros...

Las crisis de migraña se resuelven eliminando todos los rituales de evitación del dolor, incluidos los fármacos.

- Siempre compro algún décimo. Lo normal...

- Después de comer me gusta encender un cigarrillo...

- Algún día me duele la cabeza... lo normal... me tomo un calmante y se me pasa...

Que tengamos la Navidad que nos merecemos. Probablemente no hemos hecho lo suficiente para que nos toque el Gordo ni para que el cerebro active las alarmas meníngeas... 

Conformémonos con lo normal, lo razonable, lo previsible.

¡Déjese de décimos, cigarros y calmantes! 

¡Razonable Navidad! 

19 comentarios:

villovi dijo...

Parece difícil pero sigues superándote día tras días. Un verdadero placer leerte y seguir aprendiendo de tu mano. Creo que es una metáfora perfecta (como la del grillo que no podía escuchar su propio "cri-cri").

¡Enhorabuena una vez más y felices fiestas maestro!

Arturo Goicoechea dijo...

Gracias Villovi. Espero poder conocerte este año que viene in vivo.

Mis mejores deseos. Un abrazo

Dani dijo...

Gran reflexión para este día.

Un placer leerte, Arturo.

Saludos

Sol del Val dijo...

A mí si que me tocó el gordo cuando en febrero de este año encontré por azar tu libro y tu blog.
Gracias por poner al alcance de todos tus conocimientos, gracias por tu generosidad y por contribuir a que recuperase mi vida.
Espero que pases unas buenas Navidades y que sigas aportándonos conocimiento del bueno.
Un abrazo.

LOURDES dijo...

Comparto lo del gordo con Sol. Además fue por la misma fecha que ella. Habrá que pasar el sorteo para febrero.
Gracias de nuevo por casi un año de "liberación".
Te deseo lo mejor en estas fiestas y en el futuro.
Un abrazo

Ani dijo...

Me auno a los agradecimientos de Lourdes y Sol. Gracias mil.

Si no fuera por el Dr, seguiria como doliente en varios foros de fm, quejandome y esperando que me apapachen.
Mi actitud es otra... acorde con la fortaleza que se que tiene mi organismo (aunque a veces me asalten las dudas).

Me siento privilegiada de haber entendido la doctrina del Dr y he tratado de retribuir esto explicandoselo a otras padecientes, a muchas...

Gracias de todo corazon

Felices Fiestas, Dr Arturo

SM dijo...

Me uno al coro de agradecimientos
Es un placer leer sus entradas.
Mis mejores deseos para todos.
Un abrazo doctor.

Perchel dijo...

También yo me sumo a los agradecimientos, ya que mi mayor suerte ha sido que exista internet que me ha permitido conocer su extraordinaria Lotería, cargada de conocimientos que generosamente la difunde y distribuye sin coste alguno para los participantes y además libre de impuestos. Y doble suerte porque encima nos ha tocado el "gordo" por entender su medicina e instruirnos para no padecer.
Ya son cinco meses, sin evitar, sin dolor, sin medicamentos, con libertad. Parece mentira...


Por todo, muchas gracias
Le deseo lo mejor, felicidades.

Saludos

Arturo Goicoechea dijo...

Dani, Sol, Lourdes, Ani, SM, Perchel: para mi también ha sido una bendición encontrarme con vosotros en este universo de Internet. Me habeis aportado el calor que echo en falta en el entorno en el que ejerzo.

Un sentido abrazo para todos

Araceli dijo...

Doctor, no se como agradecerle todo lo que ha supuesto para mi vida. Me siento reflejada en todas las manifestaciones que hacen mis compañeros del blog, sobre todo con Sol del Val. Mi vida también cambió en el momento que encontré en enero de este año su libro y su blog. Llevo todo este tiempo sin crisis. Con avisos y conatos de vez en cuando, pero que soy capaz de manejar sin tener que llegar al inyectable, cama y cuarto oscuro. Gracias a usted ya no me considero una medio inválida que no podía hacer planes de ningún tipo, siempre con la sombra de la crisis rondandome.
Esta tarea es difícil, y necesito seguir leyendo sus entradas para aprender y mantener mi cerebro a raya, pero los resultados son increibles.
Muchísimas felicidades en estas fiestas y mis mejores deseos para el próximo año. Sueño con que algún día se haga extensivo a todos los padecientes todo lo que he aprendido de usted, mejor dicho que los padecientes sean receptivos a todo lo que usted nos enseña y que la migraña pase a la historia.
Un fuerte abrazo a usted y a todos los que leen y participan en este magnífico blog.
Gracias.

Arturo Goicoechea dijo...

Araceli: gracias por los cumplidos y por acoger mis reflexiones. Para que suceda lo que deseas: que el conocimiento sobre neurobiología del dolor se extienda, bastaría con que los neurólogos le prestaran algo de atención pero, lo he comprobado reiteradamente, es poco probable que lo hagan... No interesa (quizás porque hay otros intereses por medio). Me resulta más penoso comprobar el desinterés de muchos padecientes que desaprecian la oferta...

Saludos

Anónimo dijo...

Querido Dr. Arturo:

Existe una rama de la Economía, la Economía Conductual (que ya ha dado 3 premios Nóbel) que está demostrando que los seres humanos son irracionales en cuestiones relacionadas con el consumo.

Me produce cierto azor recomendarle a alguien de su calado algún libro, pero si estuviese interesado en este tema, le propongo uno buenísimo y super ameno, del Dan Ariely, investigador del MIT ("Las Trampas del Deseo", Ariely D, Ed. Ariel). La traducción a mi juicio del título no es muy correcta ("Predictably Irrational", esto es "Predeciblebemente Irracionales")

Todo fundamentado con estudios y mucho sentido del humor. Le aseguro una buena lectura y más de una sonrisa sobre cómo se percibe el cerebro desde el ángulo del consumo.

Un abrazo, gracias como siempre y venturoso, racional e inevitablemente, un poquito también predeciblemente irracional 2011.

arturo goicoechea dijo...

Oceano mar: te agradezco la recomendación que pienso atender. Con toda seguridad será instructiva la lectura. Uno de los obstáculos que presenta el enfoque pedagógico es que los pacientes entiendan que el cerebro es en infinidad de ocasiones irracional. En el tema del dolor crónico, realmente, sólo hay despropósito probabilístico.

Te deseo lo mejor para este año. Con toda y racional probabilidad lo mereces.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Si me permite ahondar un poquito más en el tema, en en libro antes citado de Ariely, existe un capítulo específicamente relacionados con el asunto del dolor.
Se empieza repasando conceptos sobre el placebo para finalmente demostrar de manera sorprendente cómo el precio de los medicamentos influye decisivamente en el resultado de la terapia.
¿A que no adivina cuáles, entre los baratos y los caros, son más efectivos a igual principio activo o incluso en el caso de ser los dos placebo? ¿Y cuál de los dos puede producir incluso efecto nocebo?

Para que luego haya aún quien dude de que el cerebro no obtiene lo que espera...en general, aunque de corte económico, es un libro escrito por un clínico que intenta entender el por qué la irracionalidad de nuestras conductas, que supongo que es lo que nos lleva de cabeza con los pacientes a todos tantas veces.

Me temo que existe un componente de irracionalidad que va a ser muy difícil de erradicar, aunque mi opinión es que nuestra misión es y debe ser educar, constantemente, en la racionalidad. Ésa es también una de las conclusiones del grupo de Ariely.

Le devuelvo los mejores deseos en 2011 para usted y su familia.
Sepa que sus ideas siguen modificando nuestra conducta terapéutica y la de nuestros pacientes de manera decisiva, que ya siguen su blog y lo aprecian por decenas.

Abrazo!

Ani dijo...

Disculpen Dr. Arturo y oceano_mar que me entrometa en sus comentarios.

Tras la recomendacion de oceano_mar del libro de Ariely, lo busque en internet y lei buena parte de el...muy interesante.
Igual que el Dr Arturo, son las reflexiones e investigaciones de alguien que estuvo postrado por enfermedad y vivio el dolor en sus propias carnes.

El capitulo al que alude oceano_mar me hizo recordar la conversacion que tuve con una amiga de un foro que tambien tiene FM, pero, que toma varios medicamentos(quise que lea el blog, pero casi no lo hizo).

Me comentaba que se le iba mucho dinero en comprar las medicinas (de marca) teniendo el seguro social, pero, segun ella, como esas medicinas son genericas, no son buenas.

Ya le explique en varias ocasiones el asunto de las patentes de las farmaceuticas, pero no me quiere entender, dice que no le hacen efecto los genericos.

A veces no solo hay irracionalidad del cerebro en lo que escoge como bueno, sino tambien se completa esto con desconocimiento del paciente acerca que algunos asuntos como este de las patentes vencidas.

Que opinan Uds?
Gracias y un gran saludo a los dos por el conocimiento transmitido.

Anónimo dijo...

Ani:

Por alusiones, me tomo la libertad de dar unas impresiones a lo que comentas.

Fíjate bien en lo que escribes: "pero, según ella, como esas medicinas son genericas, no son buenas".

"Pero según ella". Es un matiz importante, de subjetividad que nos habla de la racionalidad pero también de la predecible irracionalidad de una opinión.

Ariely y cols. demuestran que el precio de los medicamentos influye decisivamente en la percepción de sus efectos por parte del sujeto. Sus experimentos demuestran que un medicamento caro es "mejor" que uno barato. Desde el punto de vista de las creencias del paciente, esto juega en detrimento de los genéricos, claro está y a favor de la farmaindustria tradicional.

Ejemplo. Cuántos médicos de familia escuchan todos los días por parte de algunos pacientes susceptibles de tratamiento antiobiótico aquello de "por favor recéteme el Augmentine y no la Amoxicilina, que me iba mejor".

El Augmentine es de "marca", la Amoxicilina es el genérico; pero en teoría el principio activo es el mismo. Desconozco los fundamentos de farmacopea para demostrar que uno sea mejor que otro por sus propios efectos intrínsecos, que todo puede ser, pero en lo que se refiere específicamente a las ESPECTATIVAS DEL PACIENTE, parece que sí está demostrado que el precio influye.

Supongo que tendrá algo que ver con el sistema de recompensa de la red neuronal.

Por otra parte ¿por qué funciona un medicamento? ¿sólo por las iteraciones químicas que provoca? ¿por qué funcionan otras terapias como la acupuntura, la fisioterapia, la quiropraxia? Indudablemente, al igual que en los fármacos con las iteracciones química, existirá en todas ellas un input propiciado por un componente físico; pero sin duda como bien ha documentado el Dr. Arturo en este blog, existen más componentes como las creencias del paciente, sus espectativas, el márketing del terapeuta o fármaco y hasta el mismo precio.

El Dr. Arturo escribió una frase en una entrada una vez que a mí me gusta mucho: "toda medicina es una mezcla entre ciencia, creencia y mercado".

Puede ser que el Augmentine sea "mejor" antiobiótico que la Amoxicilina, de la misma manera que un fisioterapeuta que cobra 70€ la consulta sea mejor que uno que cobra 25€ (aunque ambos hagan lo mismo....)

Las cosas, claro, nunca son blacas o negras. Existe me temo, toda la gama interactuando a la vez.

Perdón por la extensa prosa, la capacidad de síntesis no es una de mis virtudes.

Un saludo!

Anónimo dijo...

Ani:

Por alusiones, me tomo la libertad de dar unas impresiones a lo que comentas.

Fíjate bien en lo que escribes: "pero, según ella, como esas medicinas son genericas, no son buenas".

"Pero según ella". Es un matiz importante, de subjetividad que nos habla de la racionalidad pero también de la predecible irracionalidad de una opinión.

Ariely y cols. demuestran que el precio de los medicamentos influye decisivamente en la percepción de sus efectos por parte del sujeto. Sus experimentos demuestran que un medicamento caro es "mejor" que uno barato. Desde el punto de vista de las creencias del paciente, esto juega en detrimento de los genéricos, claro está y a favor de la farmaindustria tradicional.

Ejemplo. Cuántos médicos de familia escuchan todos los días por parte de algunos pacientes susceptibles de tratamiento antiobiótico aquello de "por favor recéteme el Augmentine y no la Amoxicilina, que me iba mejor".

El Augmentine es de "marca", la Amoxicilina es el genérico; pero en teoría el principio activo es el mismo. Desconozco los fundamentos de farmacopea para demostrar que uno sea mejor que otro por sus propios efectos intrínsecos, que todo puede ser, pero en lo que se refiere específicamente a las ESPECTATIVAS DEL PACIENTE, parece que sí está demostrado que el precio influye.

Supongo que tendrá algo que ver con el sistema de recompensa de la red neuronal.

Por otra parte ¿por qué funciona un medicamento? ¿sólo por las iteraciones químicas que provoca? ¿por qué funcionan otras terapias como la acupuntura, la fisioterapia, la quiropraxia? Indudablemente, al igual que en los fármacos con las iteracciones química, existirá en todas ellas un input propiciado por un componente físico; pero sin duda como bien ha documentado el Dr. Arturo en este blog, existen más componentes como las creencias del paciente, sus espectativas, el márketing del terapeuta o fármaco y hasta el mismo precio.

El Dr. Arturo escribió una frase en una entrada una vez que a mí me gusta mucho: "toda medicina es una mezcla entre ciencia, creencia y mercado".

Puede ser que el Augmentine sea "mejor" antiobiótico que la Amoxicilina, de la misma manera que un fisioterapeuta que cobra 70€ la consulta sea mejor que uno que cobra 25€ (aunque ambos hagan lo mismo....)

Las cosas, claro, nunca son blacas o negras. Existe me temo, toda la gama interactuando a la vez.

Perdón por la extensa prosa, la capacidad de síntesis no es una de mis virtudes.

Un saludo!

Arturo Goicoechea dijo...

Ani: explicado queda. Es sabido que la misma sustancia es más "eficaz" a un precio más alto, si es novedosa y si produce efectos secundarios ("es fuerte").

Oceano mar: una pequeña corrección: la entrada era : Ciencia, cultura y mercado...

Saludos