Se puede tener un cáncer y encontrarse bien o estar sometido a un sufrimiento e invalidez considerables sin que los médicos encuentren pruebas de enfermedad. La Medicina no ofrece respuestas aceptables para esta última situación y recurre arbitrariamente a negar la realidad del sufrimiento, haciendo aún más insufrible el calvario de los pacientes. Este blog intenta aportar desde el conocimiento de la red neuronal un poco de luz a este confuso apartado de la patología.

We may have cancer and feel good, or be submitted to substantial disability and suffering without doctors finding any evidence of disease. Medicine gives no acceptable answers to the last situation and arbitrarily appeals to denying the reality of suffering, making the calvary of patients even more unbearable. This blog tries to contribute with the knowledge of the neuronal network, giving a little light to this confusing section of pathology.

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lunes, 13 de diciembre de 2010

Reparación de tejidos y dolor



Todos conocemos la evolución de una herida superficial. Una vez eliminado el agente o estado destructivo y en ausencia de infección, sentimos dolor espontáneamente sólo en su inicio. Después, si la dejamos en paz, la zona inflamada es indolora. En unos días podremos comenzar a utilizarla normalmente a medida que los signos inflamatorios (hinchazón, calor, enrojecimiento) van atenuándose. La inflamación  ha dejado paso a las fases de proliferación celular y remodelación de tejido cuyo objetivo es el de recuperar la función evitando riesgos.

El dolor sólo tiene sentido biológico (celular) en la fase inicial de reparación de la destrucción violenta de los tejidos. Las células destruidas liberan señales que activan las respuestas defensivas características de la inflamación. Entre ellas la sensibilización de las terminales de los nociceptores, las neuronas encargadas de detectar nocividad, muerte celular violenta, es decir, necrosis (consumada o inminente).

La reparación de tejidos dañados incluye siempre tres fases solapadas, necesarias: inflamación, proliferación y remodelación. Cada una de ellas prepara la siguiente a la vez que se autodifumina. La inflamación se autodesinflama mientras ha disparado la proliferación celular regenerativa y la proliferación celular se autoapaga dando paso a la remodelación del tejido reparado.

Si todo va bien, no tiene por qué doler más allá de unas horas si dejamos en reposo la zona inflamada.

Un infarto de miocardio duele al principio para dar la voz de alarma y para limitar la actividad mientras se dan los pasos para eliminar restos celulares y organizar un tejido provisional mínimamente resistente. 

El dolor tiene sentido sólo cuando algo está destruyendo o acaba de destruir tejidos. La percepción de frío sólo tiene sentido cuando la temperatura está baja, la de hambre cuando necesitamos reponer energía, la de sed cuando falta agua...

Existe el frío, calor, hambre y sed crónicos, innecesarios, disfuncionales. Sostienen el mercado de las prendas de abrigo, helados, aire acondicionado, abanicos, restaurantes, refrescos. Sorprendentemente, no hay terapias (fármacos, agujas, homeopatía, "remedios naturales"...) para aliviarlos.

El dolor crónico tiene un status especial aun cuando nada lo justifique. Cualquier incidencia aguda, física o psíquica, con o sin resultado de daño celular violento, puede dejar abierto el programa cerebral que lo proyecta a la conciencia. No hay inflamación, el daño está ya reparándose, puede que se esté ya incluso en la fase final de la remodelación, en la que viene bien la actividad normal, el estrés mecánico necesario pero el dolor sigue ahí como un disco rayado, orbitando sobre el individuo.

A los padecientes la persistencia del dolor les sugiere que hay algo activo allá donde duele. Los profesionales comparten la opinión y aplican sus terapias para desinflamar tejidos no inflamados (previsiblemente ya remodelados), reorganizar equilibrios y humores desestabilizados, recolocar tabas óseas y relajar músculos contracturados. Si todo falla siempre podrá desdecirse uno de lo dicho y convertir el lugar dolorido (hasta ese momento supuestamente inflamado) en lugar curado desviando el problema al limbo de "lo psicológico".

- Hemos estado dos días sin calefacción, durante la helada. Ya no he vuelto a salir del frío. Me han dicho que es crónico. Dicen que la temperatura de la casa es normal pero YO sigo sintiendo frío...

El problema de las heridas internas es que no las vemos. Sólo podemos imaginarlas... en base a lo que nos han enseñado a imaginar...

- YO sólo sé que me duele...

- ¿Qué imagina?

- YO no imagino nada... me duele...

No existe la no imaginación. Es inútil negar lo innegable. Puede que no seamos conscientes de lo imaginado. Puede que esté automatizado y sea puro ronroneo, ruido... pero no es bueno acostumbrarse a dar por sentado algo, por aparentemente obvio...

- No me parece normal que me duela la columna. La tengo que tener mal, necesariamente...

- Puede que esté usted equivocado. Puede que sean sólo imaginaciones suyas, perdón, de su cerebro...

- ¡Nada de eso! YO no imagino nada. Tengo la columna mal, lo suficientemente mal como para explicar el dolor...

Dolor no es igual a daño. Dolor no es igual a daño. DOLOR NO ES IGUAL A DAÑO...

Dolor es igual a evaluación cerebral de amenaza... a veces correcta, a veces equivocada. 

Los tejidos dañados se reparan. Se inflaman, se desinflaman, acuden brigadas de células a proteger, reparar y remodelar el daño, recuperar en lo posible la función. Puede que el resultado no sea siempre óptimo pero el dolor habitualmente no indica la calidad de la reparación sino cómo imagina (teme) el cerebro que puede haber quedado aquello y qué peligro tiene el que el individuo quiera utilizarlo como si nada hubiera pasado...

La Evolución es un proceso chapucero. Se apaña con lo que hay y no siempre acierta en cada individuo con la medida de sus recursos y con los tiempos que le toca convivir. Es lenta, demasiado lenta... pero hay algo más chapucero aún que la Evolución biológica: la Evolución cultural. También tiene que apañarse con lo que hay... con lo que dicen los expertos... 


Puede que sea demasiado rápida en adaptarse a los tiempos cambiantes... a la oferta y la demanda...

8 comentarios:

eider dijo...

me gusta mucho lo que dice en el ultimo parrafo, ya que nos tenemos que conformar con lo que nos digan los profesionales en muchos casos ( por lo menos en mi vivencia personal) siempre hacen las cosas sin pensar en el paciente y creen que hacen lo correcto pero no es asi y luego tenemos que buscar nuevas ayudas para intentar solucionar el problema que anteriormente creian solucionado.

Arturo Goicoechea dijo...

eider: las carencias en conocimiento de biología del daño y dolor nos afectan a todos (profesionales y padecientes). Es urgente una actualización del problema a la luz de lo que vamos sabiendo desde diversas disciplinas desde finales del siglo pasado pero nunca ha resultado sencillo dar giros de 180º a nuestras convicciones.

Saludos

Anónimo dijo...

"Sigue recostado, hermano, porque, aunque uno no esté enfermo, si se lo llega a creer, para cualquier mortal se torna su creencia en fuente de angustia y de tormento"

Electra a Orestes.
(EURÍPIDES, Orestes, 404 a.C.)

Seguimos luchando con estas creencias, que ya vienen de antaño... gracias por sus esfuerzos, como siempre Dr.

Un abrazo!

Arturo Goicoechea dijo...

Oceano mar: gracias por la cita, impresionante, que testifica que en todos los tiempos cocieron y seguirán cociendo habas... incontables para algunos...

Saludos

Anónimo dijo...

Hace ya varios meses comencé a leer la información en este blog y, casi sin darme cuenta, los dolores comenzaron a desaparecer. Al sentirme tan bien me olvidé del asunto y dejé de leer diariamente lo que aquí se ofrece y, como si hubiese abandonado una terapia antes de tiempo, el dolor ha regresado y con mucha potencia. Me asombra la resistencia del cerebro a incorporar nueva información y hacerla parte de su habitus.

Arturo Goicoechea dijo...

Anonimo: en el cerebro no se tira nada. Los sistemas de memoria graban programas capaces de reeditar emociones, percepciones y acciones. Con la pedagogía podemos quitarles poder a los responsables de la proyección del dolor pero muchos estados de conectividad tienden a reorganizarse. Es lo mismo que sucede con el tabaquismo y con otras adicciones.

No hay que tirar la toalla. Vuelve uno a la carga con las nuevas convicciones y conductas de afrontamiento. Una batalla no es la guerra definitiva.

Saludos

Anónimo dijo...

Qué consecuencias para la recuperación de un tejido tiene la inflamación permanente , y cuales son las causas de la inflamación mantenida en el tiempo de un tejido.

Son las tendintis crónicas un ejemplo de dolor por inflamación permanente, o es un término inapropiado? No entendería la aplicación de infiltraciones si no hay inflamación crónica.¿Qué efectos y pretensiones tienen realmente la aplicación de infiltraciones en las lesiones con caracter inflamatorio?

Arturo Goicoechea dijo...

Anonimo: creo que se ha abusado y se sigue abusando del concepto de inflamación crónica. Apendicitis crónica, gastritis crónica, laringitis crónica,tendinitis...

La inflamación crónica se produce cuando persiste la agresión a los tejidos por un agente nocivo (gérmenes, irritantes, agentes mecánicos...) En las llamadas tendinitis crónicas no existe realmente inflamación aunque sí cambios tisulares degenerativos o de regeneración-remodelación anómala. Ultimamente se habla de Tenopatías que es un término más vago pero más correcto.
En mi opinión las infiltraciones no tienen mucha justificación ni utilidad.

Saludos