Sobrevivir es incierto. El peligro acecha y para seguir vivos debemos aprender a detectar el mayor número de señales que nos permitan desenmascararlo, anticiparlo.
Hay señales válidas y otras no hacen mas que confundirnos, alarmarnos innecesariamente.
La Evolución ha seleccionado muchas de estas señales. Olores, sabores, colores, moléculas, sonidos, formas... que contienen la propiedad de alertar y generar conductas de evitación.
El código del peligro seleccionado evolutivamente está inscrito en el genoma y nos confiere una cierta Inmunidad (Inmunidad congénita).
La Inmunidad congénita opera a través de estirpes celulares del Sistema Inmune ("las defensas") y del Sistema Nervioso dedicadas a la detección de las señales físicoquímicas codificadas como indicadoras de peligro en el genoma. Las células vigilantes (nociceptores) despliegan en sus membranas los sensores-receptores correspondientes.
Cada vez que aparece la señal se detecta y se pone en marcha la repuesta defensiva. No hay incertidumbre. Todo lo detectado es peligroso a ciencia (evolutiva) cierta.
El código genético no contiene toda la información del peligro. Hay estados y agentes nocivos no catalogados. Somos vulnerables y sólo tras contactar con ellos sabremos que nos han causado daño. Tras el incidente habremos conseguido, por experiencia, el conocimiento necesario para evitar una nueva incidencia de nocividad. Habremos desarrollado Inmunidad adquirida (aprendida).
Con cada incidencia de daño el Sistema Neuroinmune de defensa tratará de identificar y memorizará las señales de identidad del agente o estado responsable. No hay ninguna garantía de acierto en la codificación. Pueden registrase falsas señales de alerta.
La Inmunidad adquirida no es infalible. Nos alerta y defiende a veces innecesariamente, equivocadamente.
No pasa nada. Equivocarse es biológico. La red nociceptiva Inmune y Neuronal puede reconocer el error y descatalogar la falsa señal... aunque no siempre es así. Puede también mantener su convicción y reforzarla con cada incidencia.
Es importante disponer de un buen catálogo de señales de nocividad pero también es importante que lo catalogado tenga una nocividad cierta, que se reconozcan y subsanen los errores de catalogación.
Hay dos posibles estrategias de aprendizaje de lo peligroso:
1) Todo puede ser una señal de peligro. Considérese todo como señal útil mientras no se demuestre lo contrario.
2) Hay mucha señal errónea. Acéptese el riesgo de la exposición incierta a lo desconocido. Considérese todo como inofensivo hasta que no se demuestre lo contrario.
Las dos estrategias tienen sus ventajas e inconvenientes.
Hay organismos de los dos tipos. Recelosos y exploradores. Evitadores de lo incierto y buscadores de novedad. Puede que genéticamente vengamos ya marcados por una de las dos tendencias.
El mundo de los padecimientos sin daño demostrado corresponde a organismos recelosos, con un Sistema de defensa Neuroinmune hiperalertado, hipersensible. Alergias, enfermedades autoinmunes, migraña, fibromialgia, síndrome de fatiga crónica, sensibilidad química múltiple, colon irritable...
Una genética vigilante en un entorno peligroso puede generar un aprendizaje sesgado hacia la estrategia de evitarlo todo innecesariamente. Ello sólo es posible si no se detecta-reconoce el error cada vez que se produce...
El cerebro defensivo puede estar equivocado. No pasa nada... no pasaría nada... si pudiera reconocerlo y diera su brazo a torcer... cambiara el chip...
- No tiene usted nada. Es el cerebro que está equivocado y no lo sabe o no quiere reconocerlo...
- El equivocado es usted. YO tengo una enfermedad misteriosa, emergente...
Los científicos andan interesados en detectar errores... genéticos. Esperan completar el catálogo genómico del sufrimiento, "el libro de la mala vida". Luego sólo será cuestión de ingeniería genética.
- Le hemos detectado varios errores en varios genes. Por eso le duele...
- ¿No hay tratamiento?
- Un poco de paciencia. Andamos en ello...
4 comentarios:
Hola Dr Goicoechea
El blog contiene la información que he deseado toda mi vida encontrar. No responde a todas las preguntas pero da pistas por todas partes. Ignoro si esto acabará funcionando. Llevo mal una nueva crisis y quizás tiendo a la obsesión. Ayer encontré estas palabras suyas: "En general no suele ayudar la excesiva emotividad en conseguir algo. Creo que debes enfriar un poco tus empeños, sin renunciar a los objetivos." Suficiente: me tomé un sumatriptan por la noche después de sufrir todo el día (ya sé, ya sé) y he conseguido dormir hasta las 4. Hace años, cuando dejé de fumar, entendí por mi cuenta que la adicción tenía diez o doce enganches: no es lo mismo el cigarrillo después de comer que el que fumas por celebrar algo o cuando te sientes frustrado, etc. Había que desactivar uno a uno. Quizás, aceptando la dimensión adictiva de la migraña, estaría bien tener pistas "genéricas" sobre qué engancha. Ya entiendo que cada uno es cada uno, pero aquí encuentras pistas, por ej., sobre la migraña de fin de semana... me gustaría pistas sobre porqué este patrón casi invariable: aparece durmiendo, sobre las 3 o las 4, por qué se alivia algo levantándose y andando, o hablando, vuelve a empeorar durmiendo...
Gracias y saludos.
La verdad es que he llegado a este blog de pura casualidad. Esta mañana, en el Máster de Biología Molecular, en concreto en la clase de Modelización en Inmunología Básica, nos han hablado de Polly Matzinger. Por curiosidad, después de escuchar su historia personal, he decidido meterme en google y buscar algo más sobre ella y aquí estoy. Soy Biólogo y me apasiona la Inmunología a la cual espero dedicarme algún día en un futuro no muy lejano. Precisamente por todo esto, ahora que he encontrado este blog, no puedo dejar de leerlo y seguir aprendiendo con sus metáforas sobre el Sistema Inmune y no creo que estemos tan lejos de la creación de una rama en medicina o en biología llamada Neuro-Inmuno-Endocrinología.
Guille: Realmente el sistema inmune y el sistema nervioso son idénticos en muchos sentidos. Ya Cajal señaló la semejanza entre un macrófago proyectando un pseudópodo atraído por la bacteria y una neurona estirando su cono de crecimiento axonal en busca de una conexión. Los neurotransmisores son también inmunotransmisores y viceversa...
Efectivamente habría que empezar a pensar de forma más integrada, sistémica y considerar el Sistema Psiconeuroinmunoendocrino...Me temo que no andamos en los tiempos más propicios para ello...
Saludos
Hola Arturo:
Compartiendo mi experiencia personal, creo que como me explicaste en su dia, hay situaciones que nos cambian, se produce un cambio en el concepto de nocivo, de peligroso... Cosas que antes eran mas o menos triviales, y sin importancia pasan a tener gran relevancia, y a dar mucho miedito. Asi, el hecho de sentir un cierto picor en la lengua y un ligero adormecimiento en el paladar, cosa que creo que es relativamente frecuente, y creo recordar en el pasado me ha ocurrido sin darle mayor importancia, en estados alterados se muestra tan aparentemente peligroso que ha estado a punto de desembocar en un ataque de panico, o el hecho de que se duerma una pierna, algo que ocurre a todo el mundo, y me ha ocurrido siempre con mas o menos frecuencia, me esta quitando el sueño a mi (es literal), bien es cierto que llevo asi unas cinco horas, y ya cansa. En definitva un hecho traumatico para mi cerebro, aquella migraña disociada de marras, me hace ver como peligroso todo aquello que se salga del silencio corporal y cerebral. Reeducar me esta costando, y en breve buscaré esa prueba concluyente, supongo que la RMN, para ayudar a mi cerebro a superar el trauma, y que vea lo que le pasa, o lo que no le pasa...
Por cierto, hoy casualmente he leido algo sobre la esclerosis multiple, me ha llamado la atencion que se puede considerar enfermedad autoinmune, concepto que he empezado a comprender un poco en este blog, aunque el funcionamiento sea incomprensible en el perfecto e infalible (eso creemos...) cuerpo humano... Supongo que como la mayoria de cosas que no tienen origen claro, se meten en ese saco.
Disfruta del puente, si es que lo tienes.
Saludos desde la lluviosa Pucela
Publicar un comentario