Hay muchos padecientes a los que los médicos no encuentran indicios de Patología. Residen en un organismo aparentemente normal. Los síntomas no proceden de una perturbación "física". Desde Descartes sabemos que además de "lo físico" existe "lo psíquico".
Si uno se encuentra mal "físicamente" pero "lo físico" está bien, deducimos que es "lo psíquico" lo que anda mal. No me pregunten los argumentos que justifican la conclusión.
"Lo psíquico" se sobrentiende que se refiere al individuo. Algo hay o hubo en su vida que dejó o deja una perturbación que, en vez de expresarse por la vía lógica del relato del problema, lo hace a través de síntomas "físicos". Un individuo "psíquicamente" disfuncional se expresa, engañosamente, a través de una disfunción "física".
De ahí procede el término Psicosomático, que contiene esa paradoja de expresar la disfunción de "lo psíquico" en lenguaje "físico". La solución vendría (tras comprobar que no hay patología "física") de un trabajo de indagación del universo "psíquico" para detectar y corregir disfunciones.
Otro modo de expresar esta situación es la de afirmar que el individuo somatiza, expresa en lenguaje somático cuestiones "psíquicas".
Todo lo que el individuo percibe emerge de su cerebro, de un complejo procesamiento de múltiples zonas cerebrales que funden sus conclusiones en base a sucesos (pasados y futuros, propios y ajenos). La realidad interna es interpretada como probabilidad en base a la información disponible y la información disponible proviene, en gran medida, de lo que la cultura va proponiendo como explicaciones más plausibles.
Los síndromes quedarían así conformados para la Medicina Psicosomática por las peripecias biográficas del individuo dejando de lado la influencia de la cultura somática, la información sobre organismo facilitada por expertos.
Existe una corriente de opinión que se esfuerza en subrayar esta contribución cultural, socializada que impregna desde muy temprana edad todo el proceso de catalogación y evaluación somática. Construye modelos culturales para explicar los síndromes somáticos no asociados a patología "somática". De ahí surge el término de Medicina Sociosomática.
En mi opinión, la Medicina Sociosomática, la consideración de que en el corazón de los síndromes de apariencia física sin materia física patológica subyace una culturización alarmista disfuncional apoyada muchas veces por los propios expertos, es oportuna y necesaria.
No debiera registrarse al individuo y sus vínculos cercanos (familiares, laborales, afectivos) como responsable único de lo que sucede. Es necesario insertarle, además de su órbita como individuo en la órbita globalizada de la cultura somática, hacerle ver la disfunción que esa cultura promueve y su papel de afectado pasivo.
Medicina Psicosomática... Sociosomática... Bienvenidas sean ambas si buscan la integración y ayudan a entender y disolver el universo de los síndromes "físicos" sin patología "física"...
6 comentarios:
Ya me extrañaba que no escribiera ud. hoy....
Bueno, me ha encantado el artículo, la forma de expresar cómo es posible que una creencia pueda influir en el dolor.
Es algo tan real como el mismo dolor y además se trata de un argumento apoyado biológicamente(en mi caso comprobado empíricamente).
Me gusta el nombre "medicina sociosomática", así parece más justo, pues al menos se reparten las culpas.
Un saludo.
LOURDES: me he dormido. Los martes siempre existe ese peligro pues tengo ensayo con el coro y llego tarde a casa...
Me encantó también el término de Sociosomático. Hay una escuela en la Universidad de McGill (Laurence Kirmayer) en Montreal que se ocupa de la gestación cultural de los síndromes somáticos que es muy interesante pero no parece tener mucho eco... o, al menos, mucho menos que los tópicos habituales sobre dolor
Saludos
Me ha gustado mucho el articulo, Doctor. Saber que mi cerebro no es el unico culpable de todo esto.
Me sigue ayudando su blog a "desarmar" la fibromialgia que padezco, sigo mejorando...
Siempre trato de recordar que habito en un cuerpo sano...y asi lo comprobe hace poco.
Me fui de vacaciones con mi hija,al Caribe y
una semana no supe lo que eran los dolores, a pesar de que los dias eran de intensa actividad.
He regresado y han vuelto, con poca intensidad.
Espero algun dia, vencerlos del todo.
Gracias, otra vez.
Un saludo
Ani: te estás ganando a pulso la certificación cerebral de residencia en organismo sano. Es cuestión de mantener la constancia y los sistemas de memoria irán reorganizándose para permitir que se imponga la cordura en la red neuronal.
Ani-mos...
Al hilo de su post en referencia a medicina sociosomática, me preguntaba por los mecanismos en el que el stress y las emociones influyen en el encendido de las señales de alarma en los casos en los que el individuo dispone de una percepción somática adecuada y racionalizada. Considero que las emociones dominan sobre la razón, por lo que a pesar de una percepción de integridad del tejido biológico y un conocimiento de la neurobiología del dolor aceptada con convicción y razonamiento, tanto el stress como el estado emocional pueden por si mismos encender las señales de alarma, al ser estos un input a nivel supraespinal un potente estímulo de sensibilización central.
Lo que no sé, si es que estoy en lo cierto, cómo afecta el estado emocional a la red neuronal, si sensibilizando de manera global toda la red vigilante y respondiendo con dolor ante mínimos estímulos, o el stress/emoción es por si mismo un estímulo suficiente para que aparezca la percepción del dolor, entendido dicho estado emocional negativo ( catastrofismo, depresión, ansiedad…. ) como una situación amenazante para la integridad del individuo.
¿Es el estado emocional quien modula el dolor en un tejido con daño previo, y/o el estado emocional por si solo es capaz de activar la percepción de dolor en ausencia de daño previo?, y en este último caso ¿por qué?
Espero haber explicado con claridad mi propuesta.
Manderley: la percepción somática no depende del individuo. Este puede tener una convicción de normalidad somática pero si percibe dolor ello indica que el cerebro instila una evaluación de amenaza en ese momento, lugar y circunstancia.
Yo soy alérgico al polen de las gramíneas. Tengo la convicción absoluta, racionalizada de que el aire con polen de gramíneas no es peligroso, infeccioso, pero mi organismo no piensa así y me activa los programas inflamatorios y perceptivos (picor nasal y ocular) para defendertse del peligro que introduzco Yo al respirar en ese lugar "peligroso".
Evidentemente las emociones modifican todas las evaluaciones somáticas. Si facilitan el dolor es porque lo hacen en una dirección catastrofista. La emoción puede surgir de un peligro real (un león, fuego, una lesión reciente en otro lugar del cuerpo) y, en ese caso, "lo emocional" apaga el dolor para centrar los recursos atencionales en la defensa de una amenaza actual real, consolidada.
En mi opinión la sensibilización central, evaluativa, catastrofista es un estado emocional somático, desde el propio organismo y condiciona la facilitación de señal nociceptiva, su tráfico y su evaluación final. No es necesaria la experiencia previa propia. Puede ser ajena o simplemente probabilística.
Muchas gracias por las preguntas, siempre apreciadas... Espero haber aclarado la cuestión
Saludos
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