Se puede tener un cáncer y encontrarse bien o estar sometido a un sufrimiento e invalidez considerables sin que los médicos encuentren pruebas de enfermedad. La Medicina no ofrece respuestas aceptables para esta última situación y recurre arbitrariamente a negar la realidad del sufrimiento, haciendo aún más insufrible el calvario de los pacientes. Este blog intenta aportar desde el conocimiento de la red neuronal un poco de luz a este confuso apartado de la patología.

We may have cancer and feel good, or be submitted to substantial disability and suffering without doctors finding any evidence of disease. Medicine gives no acceptable answers to the last situation and arbitrarily appeals to denying the reality of suffering, making the calvary of patients even more unbearable. This blog tries to contribute with the knowledge of the neuronal network, giving a little light to this confusing section of pathology.

Click here to switch to the english version

lunes, 28 de marzo de 2011

Hablar con el cerebro



Las propuestas pedagógicas de este blog pretenden aportar conocimiento sobre los procesos neuronales básicos que subyacen en la génesis de la percepción corporal. 

En ausencia de daño o disfunción relevante, los síntomas (dolor, mareo, cansancio...) son secundarios a una evaluación inadecuada de amenaza por parte de la red neuronal.

La toma de decisión cerebral no se corresponde con la situación física real de los tejidos sino con el modo como el cerebro valora una posibilidad, en ocasiones altamente improbable. La sirena suena porque el sistema de seguridad valora la posibilidad del robo. Existe temor aun cuando no haya ningún caco merodeando.

La activación facilitada, recurrente, crónica, inmotivada, del síntoma procede de un cerebro alarmista sesgado hacia la consideración catastrofista (incluso supersticiosa) de estados y agentes.

El objetivo del profesional es explicar este proceso, una vez se ha descartado una causa relevante.

La tarea no es fácil, por muchos motivos. El primero de ellos, la novedad de lo que se expone.

- Es la primera vez que oigo hablar del cerebro en una consulta...

Además de novedoso puede resultar complejo, difícil... pero no lo es. Se utilizan metáforas, analogías. Los ejemplos contienen la esencia del proceso. El cerebro actúa como un sistema defensivo que evalúa peligros. Lo mismo sucede con los padres respecto a sus hijos o con los vigilantes de seguridad de un edificio. La vigilancia debe anticiparse a los hechos, valorar la posibilidad y la probabilidad y decidir actuar cuando consideren que existe peligro.

Novedoso, complejo... y pretencioso:

- ¿Sólo hablando?

Parece a algunos que pretender modificar las cosas sólo con palabras es iluso, fantástico, esotérico. Piensan que uno es un iluminado, un guru al que se la ido la olla y se autoconsidera investido de poderes paranormales. 

También choca la apelación al trabajo activo por parte del padeciente. Hay que cambiar el chip, las expectativas y creencias y la conducta de afrontamiento del síntoma.

- El organismo está razonablemente sano pero el cerebro está equivocado respecto a lo que sucede o pueda suceder en ese momento, lugar y circunstancia. Probablemente no está sucediendo ni suceda lo que teme. 

Al ser el cerebro un órgano que emula, representa la realidad el individuo percibe el resultado de esa consideración virtual de los hechos (en ausencia de ellos). 

Novedoso, complejo, pretencioso... increíble.

- Así que debo hablar con mi cerebro y decirle que no tiene que dolerme, que el mundo no gira, que no falta energía...

El diálogo con el cerebro existe, sea uno o no consciente de ello. Cuando hablamos es el cerebro el que construye el habla. Nosotros somos oyentes más o menos complacientes con lo que el cerebro propone a través de las palabras. Cada célula habla consigo misma, con sus vecinas y con el organismo entero. Un organismo es un diálogo constante bidireccional entre todos sus individuos celulares. Las serotoninas, adrenalinas, dopaminas, endorfinas, sustancia P, CGRP, oxitocinas, colecistoquininas, prostaglandinas... no son sino palabras, mensajes, órdenes...

La conciencia es el ámbito en el que se produce el diálogo del sistema con el individuo. Allí el organismo propone conductas, interacciones con el entorno y lo hace a través de la percepción, la atención, motivación, ideación y motricidad. 

Varias veces por segundo surge a la conciencia el flash del trabajo evaluativo cerebral y las mismas veces el individuo devuelve hacia el sistema su valoración sobre lo recibido. 

Si el dolor surge de un estado evaluativo erróneo el individuo recibe en su conciencia una percepción innecesaria, mortificadora, real, pero que expresa sólo un temor cerebral. El individuo debe proyectar hacia el cerebro su convicción de que se trata sólo de un exceso catastrofista cerebral y debe tratar de imponer su deseo de proseguir con la tarea en curso. El diálogo cerebro individuo es el que va marcando la conducta perceptiva cerebral y lo que el individuo decide hacer (dejar la tarea, retirarse a la habitación, tomar el analgésico... o negarse a ello). 

El resultado del proceso de diálogo es impredecible. No hay fórmulas para inclinar la balanza hacia la racionalidad. Sólo tenemos convicciones frente a los miedos de los sistemas de memoria cerebrales.

En el diálogo cerebro-individuo la química, la electrónica y la informática neuronal bailan al son de lo que las palabras contienen. El efecto nocebo del alarmismo y el antinocebo de la racionalidad promueven e inhiben la liberación de moléculas y potenciales eléctricos informativos.  

La química externa modifica el discurso cerebral y el discurso externo modifica la química interna.

Si el cerebro y el individuo comparten opinión equivocada no hay nada que hacer sino plegarse a lo que ambos proponen y aceptan. Si el cerebro propone tabaco y el individuo enciende el cigarrillo no hay solución.

La red neuronal no tiene garantizada la racionalidad. No es, siempre, psicológicamente adecuada respecto a la probabilidad. El individuo debe protegerse de la psicopatología neuronal. Debe hablar con su cerebro desde la racionalidad, desde el sentido común.

Siempre estamos hablando con el cerebro. El problema es lo que le decimos. No bastan las palabras. 

Primero tenemos que creerlas.  

10 comentarios:

Araceli dijo...

La experiencia me dice que todo lo que usted nos enseña funciona. Pero tengo una duda. Como sabe, llevo catorce meses sin crisis de migraña. El otro día sin venir a cuento, experimenté visión deformada, propia del aura. Me entró mucho miedo, ya que siempre que he tenido aura, después me ha venido el dolor, y esto ya no me ocurría desde hace mucho tiempo. Es la primera vez despues de leer su libro. No sabía que hacer, ni que decirle a mi cerebro. Cuando el dolor comenzó a aparecer no fui capaz de aguantar sin tomar nada, me tomé el analgésico y me quedé dormida viendo la tele. El dolor no apareció aunque abarruntaba. Se que no debí hacerlo,
pero no estoy segura de porque duele despues del aura, y es por eso que me quedé sin argumento para hablar con mi cerebro. Leí sus entradas sobre el aura pero sigo sin comprender porqué duele.
Muchas gracias como siempre y un abrazo.

arturo goicoechea dijo...

Araceli: el aura es la consecuencia de la pérdida de capacidad de generación de señal eléctrica en determindas zonas cerebrales (visual, sensitiva, lernguaje) por sobreactivación previa. Es una zona cerebral que se queda sin pilas y hay que esperar a que se vuelvan a recargar. Suponemos que todo ello es secundario a un estado de alerta sin objeto (alerta probabilística, expectativas...). No siempre aparece dolor. Si la alerta es al daño físico, se produce una sensibilización de nociceptores (receptores de daño) que puede proyectar dolor o no. Hay auras sin dolor. En edades más avanzadas el fenómeno de la depresión cortical propagada(quedarse sin pilas) sucede en el hipocampo, un sector cerebral que detecta novedad y el resultado es una amnesia transitoria... sin dolor, generalmente.

En mi opinión el que haya dolor o no depende de cómo gestione el cerebro la evaluación de amenaza. Ya conté mi caso de mis auras visuales, que, no se seguían de dolor lo cual para mí era preocupante pues no se habían descrito las auras indoloras (migraña disociada). Cuando las describieron me quedé tranquilo y dejé de tenerlas. Si no apareció el dolor es que se ha desactivado esa vía de alarma.

Saludos

aitor dijo...

Creo que un gran problema de los q padecemos dolor cronico es la no aceptacion de que quiza nuestro dolor no se elimine por completo, me he dado cuenta tras una visita a la U.dolor en la cual me han comentado pero sigues igual que al principio? creo que no que mentalmente estoy mejor, trabajo hago deporte pero no acepto no estar a 100% creo que el cerebro al tener una molestia-dolor continua tanto tiempo la exagera, hay gente peor que nostros, tenemos que olviadrnos por momentos de esto, distraer la mente, no hundirnos en la miseria de la depresion...con mentalidad positiva se sale de todo...la vida solo se vive una vez. Pero ante todo intentar disfrutar aun cuando es dificil. Por cierto recomiendo el libro "explicando el dolor"

Lidya dijo...

Toda mi admiración para personas que como Araceli y Aitor son capaces de hablar con su cerebro y convencerlo de que no está en lo cierto. Hay que ser fuerte, disciplinado, tenaz y contar con la ayuda de un buen profesional como usted, capaz de trascender de los caminos ya trillados y buscar nuevos que nos lleven a desenmascarar nuestros fallos de fábricación y funcionamiento.
Un saludo

arturo goicoechea dijo...

Aitor: es muy interesante tu reflexión. Un organismo sano puede producir ruido somático que el individuo percibe de forma variable, con síntomas estacionarios, como un ronroneo de guardia. Es como el ruido de la calle. Está siempre ahí pero podemos prestarle mucha o poca atención. El ruido somático también está ahí. Si lo atendemos y le concedemos relevancia automáticamente se amplifica y se hace presente y sufriente.

Es una excelente fórmula la que propones: aprovechar la oportunidad de vivir: hacer relevante lo relevante y apagar el ruido improductivo.

Saludos

arturo goicoechea dijo...

Lidya: todo trabajo tiene su recompensa, antes o después. En este terreno del dolor sin daño se acaba ganando la batalla.

Ayer ví a una padeciente que tras varios meses de aparente resistencia al cambio, por fin se vió libre del dolor y de los fármacos...

Saludos

arturo goicoechea dijo...

Aitor: se me olvidaba comentar la recomendación del libro: "Explicando el dolor". efectivamente, es muy recomendable su lectura, aunque el precio es algo elevado.

domi dijo...

yo tambien lo esbocé un poco y parece muy interesante el libro "esplicando el dolor"pero es verdad es muy caro y me ha extrañado.
ojalá le gane la batalla al dolor sin daño,no perderé la esperanza,
muy realistas y interesantes sus comentarios Dor,gracias
saludos Domi

aitor dijo...

os recomiendo también el libro "terapia de los puntos de activacion" de Amber davis, es un libro muy bueno para autotratamiento de los que sufrimos dolores crónicos, en este caso se trata de autoterapias para desactivar ciertas contracturas: Se que se sale del contenido de este blog pues es un aspecto mas físico y menos mental, pero para dolores de cabeza tensional y contracturas crónicas va muy bien. Se puede leer desde google libros. A ver que os parece, en especial a ti Arturo, creo que toda ayuda es poca. Saludos.

arturo goicoechea dijo...

Aitor: no tengo aún las ideas muy claras sobre el tema de los puntos gatillo, contracturas... Ando en ello y pronto tocaré esa compleja cuestión en las entradas.

Saludos