Se puede tener un cáncer y encontrarse bien o estar sometido a un sufrimiento e invalidez considerables sin que los médicos encuentren pruebas de enfermedad. La Medicina no ofrece respuestas aceptables para esta última situación y recurre arbitrariamente a negar la realidad del sufrimiento, haciendo aún más insufrible el calvario de los pacientes. Este blog intenta aportar desde el conocimiento de la red neuronal un poco de luz a este confuso apartado de la patología.

We may have cancer and feel good, or be submitted to substantial disability and suffering without doctors finding any evidence of disease. Medicine gives no acceptable answers to the last situation and arbitrarily appeals to denying the reality of suffering, making the calvary of patients even more unbearable. This blog tries to contribute with the knowledge of the neuronal network, giving a little light to this confusing section of pathology.

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lunes, 5 de julio de 2010

Sin noticias del cerebro


Las historias de los padecientes de dolor crónico son dramáticas, desesperanzadas, marcadas por un ir y venir de aquí para allá en busca de alivio probándolo todo.

En el peregrinaje de los remedios hay de todo menos de neuronas. Estas sólo aparecen en forma de "nervios pinzados", cables que generan chispazos de dolor al ser comprimidos entre vértebras demasiado juntas o por discos "herniados". Una vez generado el dolor por la apretura de la carga mecánica no queda mas que detectarlo y conducirlo hasta el cerebro donde se hace consciente, sin más. Todo se cuece en los tejidos, en huesos, discos, articulaciones, tendones, músculos y nervios.

- ¿No le han comentado nunca nada sobre neuronas?

- Es la primera noticia que tengo...

Todavía a finales del siglo pasado se sostenía por los neurólogos que el cerebro no tiene nada que ver con la generación del dolor pues ni siquiera tiene "receptores de dolor". Lo puedes pinchar, pellizcar, aplicar corrientes... Nada. Es insensible... al dolor.

Sólo las cubiertas cerebrales, las meninges y los grandes troncos vasculares son sensibles "al dolor"... luego si duele la cabeza hay que buscar en meninges y vasos... La teoría vascular primero y luego la meningovascular... el eje trigéminovascular...

- ¿El cerebro? Bueno sí, "los nervios", las emociones, el estrés... sí claro, influye, son desencadenantes...

Ahora sabemos, a ciencia cierta, que en el cerebro se cuece todo lo que percibimos y que cuanto sentimos proviene de una evaluación cuyo propósito es interpretar la realidad y adaptar la conducta del individuo a lo que el cerebro considera es relevante. Si el cerebro dispone dolor es porque valora amenaza y solicita del individuo una conducta acorde con esa valoración.

- A mi me duele la rodilla no el cerebro...

- La rodilla, como cualquier otro lugar del organismo, está representada en el cerebro y protegida según se valore su situación. El cerebro imagina peligro y actúa seleccionando programas defensivos

- Tengo artrosis...

- No existe una correlación entre deformidad articular y dolor...

 El tema del cerebro y el dolor está muy verde. No hay ningún atisbo de interés por parte de los doctores por saber qué hacen las neuronas. Unicamente el grupo emergente de fisioterapeutas interesados en la neurobiología del dolor ha captado la trascendencia de la gestión cerebral de la seguridad de los tejidos a través de la función dolor.

- Las expectativas y creencias sobre organismo son importantes.

- YO no tengo expectativas ni creencias. YO sólo tengo dolor...

El cerebro es un inevitable hervidero de expectativas y creencias, referidas al mundo externo y al interno. El problema no es si tenemos expectativas y creencias. Las tenemos. La cuestión es si son ciertas.

Basta aplicar una mínima auditoría a ciudadanos y profesionales sobre expectativas y creencias en dolor para darse cuenta del problema... si uno quiere quitarse vendas y tapones.

Recuperar la racionalidad protectora de un cerebro criado a lo largo de toda la vida en todo tipo de irracionalidades alarmistas no es fácil. Ofrecer "sólo pedagogía", palabras, a alguien castigado crónicamente por el dolor generalizado no convence. Los padecientes necesitan que se "haga algo". Están instruidos en esa dependencia del gesto terapéutico.

- El objetivo es cambiar expectativas y creencias, racionalizarlas... recuperar la confianza perdida... combatir el miedo a la acción...

- Ya, pero ¿cómo? ¿qué hago?

No creo que haya una receta concreta. Primero hay que instruir, convencer y luego demostrar que podemos controlar la percepción corporal a través de la imaginación proyectando lo aprendido a la hora de movernos.

Es necesario que ciudadanos y profesionales vayan teniendo noticia de que existe el cerebro y su mundo. De otro modo siempre resultará complicado exponer el origen neuronal del dolor.

De momento seguimos sin noticias sobre cerebro mientras se prodigan todo tipo de circos mediáticos sobre nuevos (?) "receptores de dolor".

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Vale, amigo Arturo, creo que tu post de hoy es la contestación a mi consulta de ayer. Sigo leyendo tu libro,muy interesante, con una protagonista bastante parecida a mi misma.
Pregunto: Si la artculación de la rodilla está muy dañada, sin cartilago protector,¿debería operarme,como hice hace cinco años con la otra? Me quedó muy fuerte y válida, tanto que la otra me ha aguantado todo este tiempo.
En fin, tengo la sensación de ser un caso muy perdido, aunque mi actitud es muy positiva.
Saludos, Maite

emejota dijo...

Un momentito para saludarte y comunicar que he mandado mi cerebro de vacaciones, ahora está en stand by, bien pasado por agua mediterranea y la mar de contento. Un abrazo.

Jaime dijo...

Hola Arturo:
Mientras estoy trabajando leo tu blog a ratos, que tengo algunas entradas pendientes, y hago los deberes que me has puesto, mandar el cerebro a pasear cuando esta preocupado y mandando señales de alarma equivocadas; hoy me han preguntado que qué me habias dicho, que cual era la solucion a mis problemas... La explicacion se entiende, mas o menos, pero todos me preguntan ¿eso como se hace? ¿eso como se cambia? ¿que herramientas hay...? Mi respuesta es que no lo se, pero que de momento tengo una respuesta en la que creer, y de ahi crear una nueva realidad en la que mi cerebro se pueda acomodar y dejar de enredar y de buscar, y alarmar. Sigo mareandome, mi cara sigue haciendo de las suyas y sintiendo cosas sin sentido... Paso de ello, se pasara, no quiero alimentar al "diablillo alarmista"... Me duelen las manos, al coger las cosas, sin cogerlas... Miedo a una enfermedad terrible, quiza porque la conozco demasiado, tres personas conocidas la han padecido o la estan padeciendo, otro motivo de alarma, inseguridad... ¿como paro esto??? Supongo que no siempre que a uno le llevan doliendo las manos un par de semanas, se le caen las cosas de vez en cuando (mas bien se resbalan) y esta mas torpe que de costumbre no tiene porque ser debido a una enfermedad... O sera que salgo de una y me meto en otra. Malditas dudas!!

Arturo Goicoechea dijo...

emejota: el mío está también haciéndose el remolón pidiendo ya reposo... Creo que me voy a dejar arrastrar por la molicie mental y un día de estos bajo la persiana...

Buen verano

Arturo Goicoechea dijo...

Jaime: la lista de síntomas posibles en el contexto de la hipocondria es infinita... Si todos los nuevos te mosquean lo tienes crudo... Te quedan todavía unos cuantos a no ser que mandes todo al carajo...

Arturo Goicoechea dijo...

Maite: una rodilla con el cartílago dañado hará un trabajo mecánico de peor calidad pero no tiene por qué generar dolor sólo por esa condición de degradación del tejido. Parece que la condición de alerta neuronal proyectada sobre la zona, la llamada "inflamación neurógena" puede contribuir de forma sustancial. La inflamación neurógena o alerta nociceptiva está modulada por la evaluación cerebral...

No tengo autoridad para opinar sobre decisiones quirúrgicas...

Saludos

Anónimo dijo...

Dices:
"Primero hay que instruir, convencer y luego demostrar que podemos controlar la percepción corporal a través de la imaginación proyectando lo aprendido a la hora de movernos."

Se me plantea una pregunta y, por supuesto, con todo respeto:
¿Como se distingue este sistema de la simple sugestión?
Maite, la padeciente.

Jaime dijo...

Hola Arturo:
Efectivamente, hasta ahora cada sintoma (¿?) nuevo es una tortura, creo que tengo demasiada informacion y mi cerebro la procesa como quiere, y me maneja como un titere... Es peligrosa la informacion en manos de un cerebro asustado, un dia de estos creo que voy a tener sindrome premenstrual o dolores de parto, porque ha habido un hombre que ha dado a luz... En fin, me he vuelto asi desde la primera (y unica) vez que he ingresado un hospital, acabo de darme cuenta...
Los primeros meses, me iba al ambulatorio todas las semanas, supongo que a buscar respuestas o seguridades y solo encontraba receteas inutiles para el dolor que no tengo.
Hace años, me sentia mal (aunque de otra manera) e iba a la iglesia todos los dias... Hasta que el cura me dijo: Hijo, porque no te vas a la Plaza Mayor a darte una vuelta que hace un dia esplendido, en lugar de venir aqui continuamente. Venir a la iglesia esta bien, pero creo que te vendria mejor, distraerte, dar una vuelta y vivir tu vida, no necesitas venir aqui todos los dias... Asi, lo hice, me fue mejor a partir de entonces.
Ahora paso de ambulatorio y de recetas, no he encontrado la solucion, me vendra mejor distraerme, dar una vuelta y vivir mi vida, como entonces.
A lo mejor se me pasa el dolor de manos... Esto de la cara se me esta pasando, y el mareo tambien...
Creo que me voy de cañas, ya he trabajado mucho por hoy, y mi cerebro.
Gracias Arturo

Arturo Goicoechea dijo...

Maite: en la sugestión tratamos de vivenciar un estado imaginario. Con la pedagogía pretendemos sustituir un estado imaginario probabilístico de daño necrótico sugerido por el cerebro a través del dolor por una convicción apoyada en el conocimiento de que tal estado de amenaza no está justificado.

Creo que la diferencia es notable.

Saludos