Se puede tener un cáncer y encontrarse bien o estar sometido a un sufrimiento e invalidez considerables sin que los médicos encuentren pruebas de enfermedad. La Medicina no ofrece respuestas aceptables para esta última situación y recurre arbitrariamente a negar la realidad del sufrimiento, haciendo aún más insufrible el calvario de los pacientes. Este blog intenta aportar desde el conocimiento de la red neuronal un poco de luz a este confuso apartado de la patología.

We may have cancer and feel good, or be submitted to substantial disability and suffering without doctors finding any evidence of disease. Medicine gives no acceptable answers to the last situation and arbitrarily appeals to denying the reality of suffering, making the calvary of patients even more unbearable. This blog tries to contribute with the knowledge of the neuronal network, giving a little light to this confusing section of pathology.

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viernes, 9 de julio de 2010

El tendón montado



- No sé... YO sólo sé que...

Mal asunto. El comentario indica que no se quiere saber nada. Los intentos pedagógicos se convierten en palabrería inútil.

- Le voy a contar... Estuve con el curandero... Me dijo que tenía "un tendón montado"... Me lo puso bien y desde entonces me duele menos...

Ya no hay nada que hacer. Uno debería abandonar. Dejar de hablar de nociceptores, necrosis, memoria del dolor, copia eferente, sistema de recompensa, neuronas espejo, percepción, imaginación, plasticidad, opiáceos endógenos, colecistoquinina, inflamación, antinflamación, sistemas de defensa... 

- ¿Realmente usted cree que tenía "un tendón montado" y que el curandero con sus superpoderosas manos "lo ha desmontado"...? 

- No sé... YO sólo sé que...

Detrás de todas estas mágicas acciones de los santos remedios anda, como es lógico, el omnipresente efecto de las creencias, el efecto nocebo-placebo. 

- Cualquier acción de un sanador que sea aceptada por su cerebro como acción sanadora, remediadora, hará que se desactive la alarma del dolor.

- No sé... YO sólo sé...

Es tremendo comprobar la disposición del padeciente a descreer en lo creíble para entregarse incondicionalmente en brazos de lo increíble.

- El "osteópata" me recolocó las vértebras en su sitio...

- No existe fuerza humana saludable que coloque una vértebra donde uno dice que debiera estar.

- No sé... YO...

Antaño se recolocaban "estómagos caídos"...

- Cuando se sale el hombro te lo recolocan ¿no? A los niños también se les sale "el codo"...

- Hay articulaciones "que se salen". No es el caso de las articulaciones intervertebrales... Habría que romper algo para sacarlas de "su sitio"...

- No sé...

Uno sabe que tiene perdida la batalla pero sigue peleando aunque sólo sea por hacer músculo dialéctico. 

- ¿Qué nota pondría a la credibilidad de todo lo que intento explicarle?

- ...Hummm.. un seis...

En Neurobiopedagogía no vale el seis. No tiene sentido creerse una parte. De hecho el seis corresponde a un cero. El padeciente nos está colocando un rosco. No hay nada que rascar.

Ayer fué un día complicado. Historias complicadas de padecientes peregrinos agarrados desesperadamente a ideas  peregrinas sobre sus tejidos...

Dicen que el cerebro está de moda. Interesa. El Punset vende libros como rosquillas...

Puede que el cerebro mole para todo tipo de cuestiones pero realmente no interesa para cuestiones de organismo. El modelo corporal que utilizan los etiquetadores-sanadores sigue sin contemplar un mínimo de infraestructura neuronal. 

El robot humano siente y se mueve por puro vitalismo. No hay nada en la mollera que tenga algo que ver con el modo en que nos percibimos. El dolor brota de las carnes y el sentimiento del corazón. Los temperamentos se llevan en la sangre. 

El cerebro sólo está para filosofar y para tener Alzheimer y Parkinson. 

- El cerebro no duele ¡por Dios! ¿La información? ¡Qué ocurrencias!

A los neurólogos lo que pinten las creencias en todo esto les trae sin cuidado. Ellos son "científicos". Sólo Química. Nada de charlatanerías. Estamos en el siglo XXI.

- ¿Cómo lo ve? ¿Cree que podemos conseguir algo sólo hablando?

- No    

No hay fuerza humana que desmonte el montaje cultural del tendón montado. El curandero tiene el don del tendón.

¿Para cuándo una nueva Ilustración..? 

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ah, los tendones! esas tiernas y curiosas estructuras con esa incorregible tendencia montaraz!

los tendones son realmente gente muy inquieta: unos se montan, otros saltan, algunos incluso se cruzan o peor aún, se pinzan. En estos casos no hay remedio posible. Las vértebras no le andan a la zaga en capacidad motriz: se descolocan, estallan, pinzan nervios. Los músculos son otro cantar...

Gracias por la entrada, me he reído mucho. Refleja la realidad del día a día, tal cual es. Y es curioso lo que dices, la increíble resistencia a abandonar esas ideas. Lo malo no es cuando las dice un curandero, sino un sanitario, médico o fisio...y no ocurre pocas veces...

Elsa dijo...

a los que se dedican a colocar tendones y vertebras este discurso no les interesa...demasiada disonancia cognitiva...

Fisiograna dijo...

Lo que subyace a esta actitud es un autentico "miedo a la libertad" y a una existencia vivida con responsabilidad. Nos agarramos a la falsedad del horóscopo, a la superstición, a lo mágico, a la estampita...con tal de no afrontar las verdades de nuestra realidad. Todos fomentamos en mayor o menor medida esta falsedad porque es más fácil alienarse con "fuerzas externas" que se hagan cargo de mis debilidades, que actuar desde uno mismo con la convicción de que uno construye con sus actos-pensamientos-sentimientos ese delicado equilibrio que da como fruto una vida SALUDABLE.
Cuando uno es el que construye su salud,y mantiene una inquietud permanente de superación, sabe discernir el consejo del sabio frente al charlatan; el de aquel que antes de darte un pescado perecedero, te enseña a pescar para valerte por tí mismo.
Nuestra labor, aunque muchas veces ingrata, sigue siendo ofrecer los instrumentos para que cada persona sea capaz de controlar por sí misma su situación, reorientando las creencias incorrectas, enseñándole estrategias de control para superar satisfactoriamente el gesto motor "prohibido", y sobre todo "noqueando" miedos hasta derribarlos.

Anónimo dijo...

La apetencia del ser humano por la magia y la superstición es incorregible.

Es algo individual pero también colectivo. Para ejemplo reciente, véase sino la que se está montando, medio en coña pero también medio en serio, con el Pulpo Paul...

No sé si el Dr nos podría explicar en una entrada desde la óptica de la neurociencia, el porqué de esta apetencia inherente a la condición humana, aunque supongo que el tema daría para hojas y hojas.

saludos -y ya puestos ojalá que el pulpo no se equivoque mañana ;)

Arturo Goicoechea dijo...

Elsa: pues sí, al cerebro no le gustan las disonancias. A poder ser todo debe encajar en el esqueleto de premisas básicas construído. El cerebro tiende a la xenofobia, a defender el territorio habitado. es comprensible biológicamente pero nos hace vulnerables a los errores de lo que nos empeñamos en defender.

saludos

Arturo Goicoechea dijo...

fisiograna y oceano mar: de acuerdo con vuestras reflexiones. Existe el "miedo a la libertad" y también el miedo-pereza a la verdad, a la novedad, a la responsabilidad, a la disonancia con el grupo...

Pienso que debajo de todo esto anda el gregarismo, biológicamente inevitable en una especie social como la nuestra.

Cuando la cosa pinta mal o incierta todas las especies tienden a la gregarización. Homo sapiens (ma non troppo) no es una excepción. El problema del rebaño de padecientes está en los pastores que lo "cuidan"...

Saludos