Se puede tener un cáncer y encontrarse bien o estar sometido a un sufrimiento e invalidez considerables sin que los médicos encuentren pruebas de enfermedad. La Medicina no ofrece respuestas aceptables para esta última situación y recurre arbitrariamente a negar la realidad del sufrimiento, haciendo aún más insufrible el calvario de los pacientes. Este blog intenta aportar desde el conocimiento de la red neuronal un poco de luz a este confuso apartado de la patología.

We may have cancer and feel good, or be submitted to substantial disability and suffering without doctors finding any evidence of disease. Medicine gives no acceptable answers to the last situation and arbitrarily appeals to denying the reality of suffering, making the calvary of patients even more unbearable. This blog tries to contribute with the knowledge of the neuronal network, giving a little light to this confusing section of pathology.

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lunes, 14 de diciembre de 2009

Cuesta creer...





Estos días he recibido algunos correos de pacientes con historias tremendas de dolor. En su comentario expresaban la dificultad para creer en la génesis cerebral de su infierno y, por ende, en la resolución a través de la pedagogía, de la comprensión de lo que está pasando.

"Cuesta creer que mi cerebro me haga esto..." "Cuesta creer que pueda Yo construirme este monstruo..."

Efectivamente, cuesta creerlo pero, realmente es así. Lo sabemos porque en las últimas décadas se han podido estudiar con nuevas tecnologías los procesos neuronales que dan lugar a la generación del dolor.

Cuando uno lo ve se disuelve la incredulidad y, a veces, el dolor.

El ejemplo del Sistema Inmune ayuda a entender. Las alergias y las enfermedades autoinmunes son la consecuencia de la decisión de activar la respuesta inflamatoria por una evaluación errónea de peligro, con la consiguiente tortura y riesgo para los pacientes. No sorprende que nuestro propio organismo nos pueda hacer eso y no lo hace porque conocemos, hemos oído hablar del proceso.

- Me paso la primavera estornudando sin parar. Tengo alergia. Mi Sistema Inmune me defiende del polen. Piensa que el aire está lleno de gérmenes. Están intentando hacerle ver con vacunas que el aire primaveral cargado de polen es inofensivo...

- A ver si tienes suerte...

Con el Sistema Inmune no valen las reflexiones ni la pedagogía. Yo soy polínico y de nada me sirve saber que resido en un organismo regido por un Sistema Inmune absurdamente empeñado en ver gérmenes donde sólo hay polen. Estornudo y lagrimeo hasta el aburrimiento.

Con el Sistema nervioso no valen las vacunas pero sí las reflexiones. El saber ocupa lugar y responsabilidad.

Los circuitos neuronales están armados por el aprendizaje y el aprendizaje está guiado por la cultura.

Una vez armadas las conexiones neuronales se disparan los programas cuando está decidido que así sea por más que la decisión sea absurda y mortificante para el individuo.

El problema no es cómo librarnos del dolor sino de las convicciones que lo mantienen activo.

Afortunadamente nadie sabe cómo manipular a su antojo su propia mente ni la ajena aunque hay un modo eficaz de hacerlo: controlando la escolarización, lo que se dice que es verdad. Alertando del peligro y ofreciendo soluciones.

Respecto de lo que no vemos somos como niños. Creemos lo que nos cuentan, en los Reyes Magos o en las propuestas alternativas de Santa Claus, Papá Noel o el Olentzero.

El interior del organismo es desconocido para el individuo, poblado de incertidumbre. Sobre lo que allí sucede se cuentan muchas historias, desde hace muchos milenios. El cerebro humano está seleccionado para ser un excelente creyente en las historias sobre lo que no ve. Eso no es ni bueno ni malo, simplemente humano, demasiado humano...

Antes no sabíamos mucho sobre dolor. Ahora sabemos bastantes cosas pero no sirve el conocimiento sencillamente porque no lo utilizamos ni publicitamos y, en su lugar, seguimos contando y creyendo todas las historias que nos cuentan, a los médicos en la Facultad y a los ciudadanos en las consultas, "saber vivir" y en el mercado.

Cuesta creer... a algunos lo del cerebro y a otros, después de quitarnos la venda, que siga costando creerlo...

10 comentarios:

emejota dijo...

Toda la vida he mitigado cualquier dolor supeficial acariciando la zona afectada, una tontería, pero funcionaba. Se lo veía hacer a mi padre. Con el tiempo, salvando circunstancias como el dolor de parto, la pielonefritis, el primer herpeszoster juvenil que me pilló ignorante y desprevenida, las migrañas y algun dolor de muelas infantil, no puedo decir que haya padecido demasiados dolores hasta ahora. Lo de la artrosis ya se sabe: menos desgaste físico y más vida "deseñora", puaff que aburrimiento. Habrá que combinar. Es como si el organismo solito supiera lo que debe hacer, no vamos mal. ¡toco madera! Es por todo esto que siento eso de "bueno, solo es dolor". Son los dolores emocionales por las razones que sea, incluso por el mismo dolor físico, de los que habría que vacunarse. Es lo que intento hacer a través de mi blog y me va muy bien. No es que estuviera mal cuando empecé, pero por que no aspirar a estar exultante si uno se lo puede imaginar, ¿por qué no lo ha de conseguir? Un saludo.
Ah y lo del fifli fue un despiste de esos a los que ciertos maduritos tenemos ya pleno derecho, pero el concepto estaba muy claro.

todopsicologia dijo...

Bueno, y como siempre, yo, de pesado.....El problema no son las creencias sino lo que se hace con ellas, que eso tiene consecuencias, eso es actuar sobre el mundo. Un paciente, aunque no crea en lo que tu dices, pero que es consecuente con lo que tu planteas, y hace lo que tu dices que se debería de hacer, seguramente mejorará....
Esta hipótesis es facil de poner a prueba, es "parida" desde una explicación neurológica, y contiene una predicción. Lo que digo, una vez mas, es que no es la información la que hace que la gente mejore, es lo que HACEN, independientemente de que crean o no, o de que entiendan las explicaciones o no.
Saludos.

Arturo Goicoechea dijo...

mjt: hay una cierta interacción entre estímulos inofensivos, como acariciar y los nocivos. En general la entrada de señal inofensiva inhibe el tráfico de la señal nociva, y por tanto, el dolor. Esta es la base para la aplicación de estimuladores eléctricos en el tratamiento del dolor.

La repercusión emocional del dolor, de su sensorialidad, es lo que realmente nos hace sufrir. Viene bien distanciarse emocionalmente como si fuera algo que está sucediendo fuera de uno. El problema es cómo conseguirlo. Una buena fórmula, sin duda, es tener ocupado al cerebro en cuestiones productivas.

Saludos

Arturo Goicoechea dijo...

Jesús: vale, lo importante es lo que se hace con las creencias, pero primero hay que construirlas, aprender, adquirir el conocimiento.
Los neurofisiólogos establecen un continuo entre cognición, percepción y acción.

Saludos

Anónimo dijo...

Estimado Dr. Arturo, tengo una pregunta para usted [como en la tele :) ].

Una paciente fulminada por migrañas de repetición, identifica la aparición de sus crisis con la ingesta de los siguientes alimentos: queso, chocoloate y lácteos.

Acude a consulta de especialista y efectivamente, se le informa de que esos son sus "desencadenantes".

Se pasa la vida mal que bien evitando estos alimentos. Años después, se realiza un test de intolerancia alimentaria y voilà! es intolerante precisamente al queso, al chocolate y los lácteos.

Pregunta... ¿las intolerancias alimentarias pueden provocar migrañas CON presencia de daño? En otras palabras, ¿el dolor en este caso es resultado de una evaluación cerebral por la presencia en el organismo un "tóxico" real más que por un miedo alarmista?

Muchas gracias y enhorabuena por las últimas entradas!!!!

Arturo Goicoechea dijo...

Oceano mar: probablemente la intolerancia alimentaria es a la lactosa pero eso tiene una expresión digestiva. No hay ningún motivo para que active una crisis de migraña a través de un daño intracraneal.

Saludos

Anónimo dijo...

Dr Arturo, muchas gracias por su respuesta.

Sin embargo, sigo con alguna duda... las intolerancias alimentarias no sólo tienen expresión digestiva, en sujetos también existe expresión dermatológica, ¿no? las "famosas" dermatitis atópicas....

Usted sostiene sin embargo que las intolerancias alimentarias no provocan daño intracraneal. Ok.

Entonces, con respecto a las intolerancias, ¿sería toda esta clínica gástrica o dermatológica más una respuesta del Sistema Inmune que de la red neuronal? ¿no existe implicación de la red para este asunto?

Muchas gracias por su tiempo.

Arturo Goicoechea dijo...

Oceano mar: pueden ser los dos tipos de respuestas: inmunes o neuronales. Hay cuadros cutáneos dominados por el picor, que son debidos a una activación innecesaria del programa "ráscate" que es un programa neuronal, que comparte tipo de fibras nerviosas (fibras C)y matriz neuronal cerebral con el dolor.

Lo mismo sucede con el colon irritable o la cistitis intersticial, cuyo soporte es también neuronal.

Saludos

Anónimo dijo...

Estimado Dr Arturo, muy agradecido por sus respuestas.

Entiendo el cuadro mixto entonces inmune-neuronal para las condiciones expuestas.

Pero para que me quede claro, en su opinión, ¿no existe ninguna relación entre la incompatibilidad alimentaria y el caso concreto de la migraña, más allá de la activación neuronal del programa dolor que usted predica en este blog? ¿he comprendido bien?

muchas gracias y un saludo!

Arturo Goicoechea dijo...

Oceano mar: eso es lo que pienso, es decir, ha entendido perfectamente.

Saludos