Se puede tener un cáncer y encontrarse bien o estar sometido a un sufrimiento e invalidez considerables sin que los médicos encuentren pruebas de enfermedad. La Medicina no ofrece respuestas aceptables para esta última situación y recurre arbitrariamente a negar la realidad del sufrimiento, haciendo aún más insufrible el calvario de los pacientes. Este blog intenta aportar desde el conocimiento de la red neuronal un poco de luz a este confuso apartado de la patología.

We may have cancer and feel good, or be submitted to substantial disability and suffering without doctors finding any evidence of disease. Medicine gives no acceptable answers to the last situation and arbitrarily appeals to denying the reality of suffering, making the calvary of patients even more unbearable. This blog tries to contribute with the knowledge of the neuronal network, giving a little light to this confusing section of pathology.

Click here to switch to the english version

lunes, 17 de mayo de 2010

Fobias internas



Una fobia es un miedo irracional a que algo terrible, teóricamente posible pero altamente improbable, suceda.

El sujeto victima de un estado fóbico no puede evitar actuar como si lo temido estuviera a punto de suceder. Si la fobia se proyecta sobre un escenario externo la estrategia exigida es la de evitación, el alejamiento del agente o estado inductor. La evitación es mano de santo. Acaba con la zozobra pero.... refuerza la presión para evitar el desencadenante fóbico en próximas exposiciones.

Cuando la fobia surge de una incertidumbre sobre sucesos internos terribles, teóricamente posibles pero altamente improbables, el individuo busca el agente causante del desasosiego del organismo, expresado en forma de percepciopnes somáticas diversas (dolor, hambre, sed, picor...) para evitarlo en el futuro. 

No siempre es factible dar con lo que dispara la alarma fóbica cerebral sobre interior. Si se tiene éxito y se evita el desencadenante, se hace la calma.

Tuve una adolescente padeciente de migrañas con la que fracasó estrepitosamente el esfuerzo pedagógico. Al cabo de unos dos años de haberle perdido la pista me encontré con su sonriente madre en el mercado...

- Ya no tiene migrañas... Era la ternera. La evitamos y asunto concluido...

Hay otros padecientes con desencadenantes clásicos: el chocolate, los ruidos, el sol, las variaciones meteorológicas y hormonales...

En ocasiones el enfoque pedagógico funciona, el cerebro descataloga el encadenante, lo des-encadena, y cesan las crisis. 

- Puedo comer queso curado y ya no tengo migraña

Cuando el padeciente no ha conseguido hacerse con un buen encadenante para des-encadenarse, evitarlo, se refuerza la idea de que habita en un organismo con una cabeza hipersensible, intolerante, victima de un desarreglo misterioso interno al que no le vale la vida monacal, exenta de chocolates, alcoholes, estreses, tempestades, insommios y expresa su pánico a la destrucción violenta celular (necrosis) con un dolor in crescendo.

La fobia al suceso dramático interno pide al menos, en ausencia de una imposible conducta de evitación, una conducta de minimización de las consecuencias. El padeciente se ve forzado a detener su actividad, refugiarse en un cuarto oscuro, evitar los estímulos externos (luces, olores, sonidos...) eliminar lo comido, permanecer inmóvil física y mentalmente, suspirando por hallar el alivio en el sueño.

El cerebro fóbico no se conforma con la quietud. Pide remedios externos, antídotos, conjuradores del peligro, pózimas... Si resultan eficaces los memorizará y exigirá en sucesivas ocasiones. Se habrá vuelto adicto a ellos.

Las fobias no se disuelven por la vía de la evitación. Al contrario. Salen reforzadas aunque ofrecen la cara engañosa de la solución.

- Me tomo el calmante y puedo seguir...

Hay veces en que los remedios no bastan y se entra en una espiral de dolor que expresa el pánico somático a que algo suceda sin que parezca existir remedio, des-encadenante.

Los neurólogos siguen recomendando la búsqueda de los encadenantes para ser evitados y la aplicación precoz de conjuros...

Para las fobias hay algo mejor: la racionalización. 

- Entre al ascensor. Reflexione sobre su seguridad...

La fobia a los ascensores acaba resolviéndose si uno trabaja de botones en un edificio de muchas plantas y tiene que andar de aquí para allá con recados...

La fobia se resuelve aplicando al temor de que suceda lo teóricamente posible, aunque sea altamente improbable la regla de que lo teóricamente posible y altamente probable será que no suceda nada de lo temido.

. Hoy  ha salido viento Sur. Ya noto mi cabeza...

Una amiga me contó que a su abuela se le fueron las migrañas cuando falleció el abuelo...

El cerebro tiene razones para sus miedos que el individuo desconoce...  


13 comentarios:

Sol del Val dijo...

Efectivamente, la evitación es uno de nuestros peores enemigos. Hace que el individuo pierda el control sobre la situación evitada y hace al monstruo( lo temido ) cada vez más grande, un fantasma con más cadenas , con mucho más poder.
El afrontamiento es, sin lugar a dudas, la solución. Es cierto, que no es fácil, que el miedo nos paraliza, que pasarlo mal no es lo deseable pero tiene una tremenda compensación a medio y largo plazo que hace que el individuo recupere el control y suelte amarras.
La migraña ha dejado de ser para mí un monstruo oscuro y siniestro que aparecía cuando quería y me hacía repasar una y mil veces qué había hecho mal o qué regla me había saltado.
Ya no evito (aunque a veces me pillo a mi misma con la intención de hacerlo). Como queso, chocolate, plátanos, trabajo con el ordenador cuanto quiero, duermo sin pensar si es mucho o poco ....
mi monstruo se ha hecho infinitamente más pequeño ya no me da miedo.

arturo goicoechea dijo...

Sol del val: muchas gracias por tu inestimable testimonio. espero que entre todos vayamos convenciendo a los padecientes de que las estrategias seguidas (recomendadas por los neurólogos) no hacen sino consolidar y expandir sin límite la irracionalidad fóbica del cerebro.

Anónimo dijo...

Interesantísimo el hecho de que la creencia en un "encadenante creíble" pueda hacer más fácil en algunos casos la desactivación del programa dolor , que la propia pedagogía. Y la razón parece ser el desconocimiento general de que el cerebro realiza la mayoría de las acciones al margen de nuestro pensamiento. De este desconocimiento parece surgir la necesidad de encontrar una explicación "controlable" por el pensamiento y por nuestras acciones conscientes aun cuando esta sea falsa. Hacia el final de mi comentario del dia 11 de Marzo (apóptosis) apuntaba mi teoría de por qué la pedagogía a veces no funcionaba en algunas personas:

"También tengo mi teoría de por qué a unas personas les sirve la pedagogía y a otras no. [...] las personas necesitan integrar esta nueva información en una "historia" (un cuento). Da igual que la historia sea real o no, con tal de que sea creible para el paciente."

Yo me considero "con poca tendencia a creer" , pero incluso en mi he experimentado muchas veces en mi enfermedad esta tendencia a integrar las cosas en una historia y también lo veo continuamente en los demás, llegando a extremos que me sorprenden.

Pudiera ser que esa "mentira" hiciera de alguna manera de "portadora de la verdad". Decir "mi migraña se debe al cordero" no es muy diferente para el subsconsciente a decir "mi migraña no tenía niguna razón de ser".

Quizás el que se cura por pedagogía también está integrando esta verdad a través de alguna explicación "creíble" para su subsconsciente que no llega a manifestar verbalmente.

A lo mejor la verdad necesita ser introducida en la mente como un troyano. Al fin y al cabo un antivirus funciona de manera similar a un virus, pero ejerciendo acciones constructivas. Y si no prueben a instalar dos antivirus en el ordenador: cada uno detectará al otro como un virus.

Lo dejo porque creo que estoy desvariando. Disculpe y como siempre, enhorabuena.

cari dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
cari dijo...

"Cuando el padeciente no ha conseguido hacerse con un buen encadenante para des-encadenarse, evitarlo..." Me recuerda la paradoja de algunas filosofías orientales, en las que, para iluminarse, hay que deshacerse del ego. Pero para eso uno antes debe tener un ego fuerte y cristalizado...

arturo goicoechea dijo...

Agustín: ayer me acosté con el título de la entrada de hoy en la mente: ¿Qué te cuentas?. Cuando me he despertado he visto tu comentario sobre la vocación narrativa-cuentista del cerebro y me he puesto manos a la obra. Estoy absolutamente de acuerdo con tu reflexión. Realmente la información siempre funciona como un virus informático. Digamos que hay virus "buenos" y "malos" que libran sin parar batallas entre ellos (darwinismo neuronal) para hacerse con la toma de decisión. Sucede lo mismo con el sistema inmune: los anticuerpos son a la vez antígenos que producen anticuerpos contra ellos generándose un sistema complejo de interacciones entre ellos cuyo resultado es el de una acción defensiva racional, eficaz, justificada, o terribles errores de evaluación de peligro que generan la muerte inducida de órganos vitales.

Estaría bien Agustín que nos desarrollaras a los lectores del blog tu visión del problema desde tus conocimientos informáticos y nos explicaras la metáfora neuronal con los virus-antivirus informáticos. Si escribes algo lo publico como una entrada con tu apreciada firma.

Saludos

arturo goicoechea dijo...

Cari: estamos sometidos a la pulsión de dar con el chivo expiatorio para ensañarnos con él. Creo que eso existe en todas las culturas.

Saludos

LOURDES dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
LOURDES dijo...

Hola Dr; de nuevo enhorabuena por su artículo.

Qusiera explicar a colación de los encadenantes que mi padecimiento migrañoso comenzó hace 12 años. Yo tan solo lo relacionaba con un problema de tensión y presión continua. Mis migrañas seguían por ahí impidiéndome la buena vida. Cada visita a un nuevo especialista iba añadiendo una larga lista de desencadenantes: este medicamento es de última generación (los famosos triptanes): pero ¡Ojo! Tómeselo en cuanto se note el más mínimo síntoma si no no hace efecto. Así empieza la obsesión de la autovigilancia de la posible amenaza para atajarla con el estupendo medicamento. Dentro de lo que cabe, puede decirse que íbamos manteniéndonos, pero llegó la superlista de encadenantes: tenga ud. cuidado con el calor, etcétera, y por último, que sepa ud. que sus problemas de hipófisis, la prolactina, la disfunción temporo-mandibular, ovarios, etcétera le van a provocar más y más agudas crisis de migraña. Con todo este pastiche tómese ud. 10 medicamentos diarios.

A partir de este momento empezó a darme miedo de todo: de salir, escuchar sonidos, conducir....

Pero llega un momento en que un neuronólogo te abre los ojos, refuerza tu idea -aunque pululaba en el limbo-de que no estaba justificado ese sufrimiento, y mucho menos explicado por los especialistas de "bien". Cuantos más desencadenantes más medicamentos y a más medicamentos más crisis.

Ahora he invertido el proceso; mi organismo está sano, no hay nada que justifique una cefalea en mi caso y en la mayoría, salvo episodios de daño celular. Cogí los supuestos desencadenantes y los sustituí por el nuevo conocimiento: los ruidos no provocan dolor de cabeza, mis oscilaciones de estrógenos tampoco, el movimiento .... más absurdo aún.

En fin, que hay que tener cuidado con esas listas elaboradas por determinadas sociedades americanas que ocupan más de 5 páginas de supuestos desencadenantes. Concretamente los referidos a los alimentos. Menos mal que ni caso si no al final seguro que con algún daño termino en el hígado, estómago, anemia, ... quien sabe.

También fui una peregrina encadenada.

Gracias Dr.

Anónimo dijo...

Agustin ha explicado muy claramente una duda que me lleva dando vueltas desde hace varios meses, ¿en que se distingue pensar que mi dolor de cabeza esta originado por comer gamusinos que en pensar que es un problema cerebral? ¿Acaso, según su teoría, no me estoy convenciendo de que el desencadenante es una cosa u otra? A mi si me deja de doler me sirve.

No me identifico con Lourdes y otros comentarios en la misma linea en otros artículos, la luz, el movimiento, el ruido.....no me produce dolor de
cabeza. Cuando me duele la cabeza me molesta el ruido, la luz,....el orden es el inverso.

Arturo Goicoechea dijo...

Anonimo: desconozco si es el mismo anónimo de otro comentario que expresa también desacuerdo con la línea del blog.

La luz, el sonido y los dolores no producen por sí mismos dolor de cabeza pero cualquier "desencadenante" puede inducir un encendido del programa migrañoso si el cerebro evalúa peligro.

El dolor de cabeza no produce nada más que dolor de cabeza. En la crisis migrañosa se acompaña de otros síntomas: a veces auras visuales, del lenguaje, sensitivas... otras, nauseas y vómitos y otras intolerancia sensorial. Cada una de ellas responde a activaciones de distintos patrones neuronales.

Saludos

LOURDES dijo...

Anónimo; aunque te ha contestado ya el Dr, quería puntualizarte que en una estado cronificado de migraña- como era el mío- cualquier estímulo de los que comentaba encendía el programa alerta - dolor. Anteriormente podía sucederme como a tí, que cuando surgía la crisis era cuando empezaban a "molestar" los ruidos y la luz, pero mi migraña se cronificó y el estado de alerta y de fobia a estos desencadenantes era permanente. A lo mejor no me expliqué lo suficiente.

Anónimo dijo...

Me estoy intentando situar en este Blog que me parece muy interesante y espero me ayude.
Yo evito todo, no bebo, no como chocolate, no duermo mas de 8h. ni menos, no me pongo al sol...todo y mas, y sigo con dolor diario, que es esto de la evitacón como enemigo, puedo beber, tendre migraña, un olor fuerte , tendre migraña, un viaje, migraña, nada migraña...siempre migraña...
Tengo fóbias??? Miles de fobias, vivir es una fobia, el dolor me persigue haga o no haga, piense o no piense siempre esta alli.

¿¿Como se puede evitar una migraña???