Se puede tener un cáncer y encontrarse bien o estar sometido a un sufrimiento e invalidez considerables sin que los médicos encuentren pruebas de enfermedad. La Medicina no ofrece respuestas aceptables para esta última situación y recurre arbitrariamente a negar la realidad del sufrimiento, haciendo aún más insufrible el calvario de los pacientes. Este blog intenta aportar desde el conocimiento de la red neuronal un poco de luz a este confuso apartado de la patología.

We may have cancer and feel good, or be submitted to substantial disability and suffering without doctors finding any evidence of disease. Medicine gives no acceptable answers to the last situation and arbitrarily appeals to denying the reality of suffering, making the calvary of patients even more unbearable. This blog tries to contribute with the knowledge of the neuronal network, giving a little light to this confusing section of pathology.

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jueves, 28 de abril de 2011

Habituarse o sufrir



La supervivencia surge del recelo. Mientras no se demuestre lo contrario todo puede resultar perjudicial.

Hay seres vivos que escogen cuidadosamente un entorno garantista, libre de peligros y rebosante de alimento y se adhieren a él. Renuncian a moverse.

Otros escogen la estrategia de la movilidad, la exploración, el aprovechamiento de cualquier hábitat. Homo sapiens (ma non troppo) es uno de ellos.

Para vivir sin mucho cambio se necesitan pocas neuronas: las justas para escoger el lugar. Los vegetales no tienen neuronas. Los herbívoros sedentarios tienen pocas. Se conforman con comer hierba. Se defienden de los predadores con su volumen, con cuernos o agregándose en rebaños e invierten mucha energía en el complicado procesamiento digestivo del verde. Tienen más tripas que cerebro. Rumian lo que comen sin pensárselo dos veces.

Homo sapiens (m.n.t.) es explorador, pura inquietud: culo-inquieto, óculo-inquieto, mano-inquieto, pierno-inquieto y mente-inquieto. Todo le inquieta. Lo que sucede fuera y dentro de sí. Rumia poco lo que come pero no da sosiego a lo que teme.

Para los sapiens (m.n.t.) todo es posible. No hay nada increíble ¿Por qué no?

La estrategia del ¿por qué no? es complicada. Todo puede contener relevancia, probabilidad en un momento, lugar y circunstancia... ¿por qué no?

Algunos sapiens (m.n.t.) complementan el ¿por qué no? con el ¿por qué sí? y exigen que lo rumiado en la mente como posible encuentre el respaldo de las comprobaciones. De este modo van descubriendo el universo de la irrelevancia, rebosante de estados y sucesos que no merecen ninguna inversión de recursos (motores o mentales).

Los circuitos neuronales se organizan sobre la base de asignar a los estímulos (reales o virtuales) relevancia o irrelevancia. No todo contiene o señala peligro. No todos los cambios generarán daño por el mero hecho de cambiar (somos una especie bien dotada para el cambio) pero puede que todo lo que cambia alimente el recelo, la sospecha, el temor al nuevo estado.

- Los cambios me afectan...

Los organismos pluricelulares complejos se defienden con sistemas defensivos (inmune y neuronal) capaces de aprender del error.

Hay dos formas extremas de protegerse del error:

1) estrategia del párpado: todo lo que se aproxima inesperada o rápidamente al ojo puede afectarlo: ¡cierre inmediato!

2) estrategia del mirón: todo lo que aparece ante la vista puede ser interesante: ¡no se pierda ojo! ¡evítese el parpadeo!

Hay cerebros parpadeantes ante la duda ¿Por qué no? Alerta... dolor... evitación... amparo...

Hay cerebros osados, exploradores... El ¿por qué no? no está referido al peligro sino al beneficio. Para la justificación del temor activan el ¿por qué si?

Se supone, en este caso de que los dos extremos están viciados, que la virtud reside en los términos medios. Cierto es... pero ello indica que habremos acertado a la hora de separar el grano de la paja, lo relevante de cada momento, lugar y circunstancia de lo que no lo es.

Hay mucha irrelevancia respecto a lo peligroso presentada como relevante. El cerebro debiera habituarse a lo que no tiene trascendencia, negarle atención cognitiva y emoción. De otro modo cualquier momento, lugar o circunstancia puede activar la duda... ¿por qué no?

Habituarse a lo irrelevante.. o sufrir... habituarse a sufrir... sin saber muy bien por qué... ¿por qué si?

15 comentarios:

Domi dijo...

ALGO ESTÁ FALLANDO,NO PERMITE COMENTARIOS.PROVANDO!!!!!!!!!!!

Unknown dijo...

"La supervivencia surge del recelo" nunca lo he visto así, pero es bien cierto. Yo creo que soy un cerebro que parpadea.

Domi dijo...

Ahora sí:fantástica la entrada de: habituarse a sufrir,a ver si cuando me duela algo (siempre sin daño naturalmente)pongo en práctica lo que estoy aprendiendo con sus entradas tan ilustradas, el aguantarme sin tomar ningun calmante en un tiempo prudencial!!.
gracias Dor.
saludos cordiales.
domi

Anónimo dijo...

Fantástica entrada! El tema del temor y la fobia es muy relevante: con el tiempo, estoy adquiriendo la convicción de que los padecientes más miedosos/fóbicos, son los que desarrollan más dolor en ausencia de daño (relevante).

En otras palabras, el componente evaluativo del dolor bien podría ser, en una distribución normal, un fenómeno miedo-dependiente...

un abrazo

Arturo Goicoechea dijo...

Domi: es encomiable su empeño. Estoy seguro que tendrá su recompensa...

Saludos

Arturo Goicoechea dijo...

Oceano mar: no andas descabellado. El miedo al daño es biológicamente poderoso y su interacción con la cultura alarmista produce efectos lógicos de promoción innecesaria del dolor.

Saludos

Paula dijo...

Buenas, creo que pertenezco al grupo de cerebros mirones. TODO PUEDE SER INTERESANTE. Como interesante es esta entrada, felicidades!!

Arturo Goicoechea dijo...

Etiquetada: todos tenemos la potencialidad de ser parpadeantes o mirones. El problema reside en la oportunidad o inoportunidad de la condición, de acertar en el cuándo, cuánto, dónde, por qué y para qué... una vez superado el arduo problema de saber que nos están mirando...

Saludos

domi dijo...

Gracias Dor.estoy en ello,haber si encontramos un poco de equilibrio,desde luego estoy mas tranquila desde que sé que nuestras neuronas tienen tanto que ver en todo lo que rodea al mundo del dolor (sin daño,parece que la buena racha se impone,que dure!!!!!
En cada entrada se supera,me tiene enganchada.
saludos y que pase un buen fin de semana,
Domi

Ilu dijo...

Cuando ya no se puede aguantar mas, cuando el dolor te supera, cuando te quita hasta las ganas de vivir, cuando la desesperanza se apodera de ti, cuando no hay nada que puedas hacer para seguir adelante, pero has de seguir por tus hijas, marido. Como se sigue, sufriendo cada dia mas. NO puedo mas, no puedo maa

Arturo Goicoechea dijo...

Ilu: desconozco hasta qué punto sigues y compartes los contenidos del blog. Teóricamente, el dolor, en ausencia de daño relevante, es controlable gracias a la plasticidad de las conexiones cerebrales pero para ello hay que hacer un cambio profundo en el modo cómo el cerebro valora la situación de los tejidos. Eso es lo que trato de explicar a lo largo de las ya 600 entradas y comentarios...

Saludos

ilu dijo...

Intento de nuevo, hace un mes que sigo el blog recomendado por mi cuñada, y estoy empezando a leer el libro de la Migraña. Hace mas de 30 que sufro y ahora no puedo mas, mi desesperación es absoluta.

Arturo Goicoechea dijo...

Ilu: entiendo y lamento la desesperación pero eso no cambia las cosas, las empeora. No conozco otra salida que el trabajo de reorganizar conceptualmente todo el proceso y ponerse a recuperar el terreno perdido, día a día. No es fácil pero existe ese camino.

Saludos

ilu dijo...

No puedo entrar en su correo electrónico me lo puede facilitar?? quiero hacer una consulta personal.
Gracias

Arturo Goicoechea dijo...

ilu: el correo es arturo.goicoechea@gmail.com