Se puede tener un cáncer y encontrarse bien o estar sometido a un sufrimiento e invalidez considerables sin que los médicos encuentren pruebas de enfermedad. La Medicina no ofrece respuestas aceptables para esta última situación y recurre arbitrariamente a negar la realidad del sufrimiento, haciendo aún más insufrible el calvario de los pacientes. Este blog intenta aportar desde el conocimiento de la red neuronal un poco de luz a este confuso apartado de la patología.

We may have cancer and feel good, or be submitted to substantial disability and suffering without doctors finding any evidence of disease. Medicine gives no acceptable answers to the last situation and arbitrarily appeals to denying the reality of suffering, making the calvary of patients even more unbearable. This blog tries to contribute with the knowledge of the neuronal network, giving a little light to this confusing section of pathology.

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viernes, 6 de mayo de 2011

La toma de La Pastilla



- Duele. ¿La tomo, no la tomo? Voy a pensar que no está pasando nada. Imagino que es todo normal...

- Cada vez duele más. Esto no funciona. Voy a tener que tomar La Pastilla... pero dicen que no tengo que hacerlo... aunque otros doctores dicen lo contrario... que hay que tomar el calmante al primer síntoma...

- Al final tuve que tomarla...

La Pastilla está sacralizada. Una humilde molécula, con poderes químicos muy limitados, se convierte en el centro de atención, en el protagonista principal y exclusivo del complejo proceso de la generación del dolor.

De nada vale considerar que, tal como ya proclamaron los padres de la concepción moderna del dolor, Melzack y Wall, este es algo más que una sensación molesta, mortificadora. Además está la relevancia que se le atribuye, su significado, un supuesto origen.

De nada vale considerar que en el aparente éxito de La Pastilla algo, bastante, mucho (si no todo) pinta el efecto placebo, las expectativas, condicionamientos y creencias anidadas en los sistemas de memoria sobre Pastillas...

De nada vale considerar que el apretón del dolor es el modo con el que el sistema de aversión-recompensa empuja a la angustiada voluntad del individuo a doblegarse y cumplir con la acción exigida: la toma de La Pastilla...

De nada vale que el pan para hoy es hambre para mañana, que el corto plazo complica el medio y largo...

De nada vale saber que todo fármaco es un tóxico potencial de cuyo consumo crónico pueden derivarse consecuencias serias para la salud...

Hay que tomar La Pastilla... 

Los allegados, urgidos a evitar el sufrimiento de la víctima, animan:

- No seas tonta. ¡Tómate La Pastilla!

Muchos padecientes desearían no tener que tomar pastillas

¿Por qué?

Las respuestas varían:

- No me hacen nada

- No quiero acostumbrarme

- Pueden dañarme el estómago

El problema no es lo que el individuo quiera sino lo que el cerebro exija. El dolor no lo maneja el individuo. Se limita a recibirlo. Lo que el individuo puede controlar (al menos en parte) es la imaginación y la voluntad de seguir o dejar la tarea en curso y tomar o no tomar La Pastilla.

- ¿Qué hago, doctor? 

- Lo que pueda. Es una decisión suya. Sólo puedo ayudarle a situarse con el conocimiento en lo que está pasando...

Hay padecientes antiPastilla que acaban sucumbiendo, al menos ocasionalmente. Es absolutamente comprensible. La apretura del dolor puede ser poderosa y no es fácil resistirse. Tampoco es fácil para los fumadores plantarse ante la presión de las ganas de encender otro cigarro.

El cerebro genera ganas diversas. Surgen de sus circuitos por estar así programado. Hambres de comida, de agua, de aire... de pastillas... de remedios... La gana de turno va in crescendo requisando al individuo, su voluntad, su atención...

Las ganas cerebrales, muchas veces innecesarias, perjudiciales, desaparecen cuando irrumpe una realidad amenazante.

¡Fuego!

Los programas cerebrales imaginativos se apagan  para dedicar todos los recursos en salvar el pellejo... Se activa la analgesia, la anorexia y el desinterés sexual. Todo se esfuma. Sólo hay ganas de huir, correr...

Lo virtual ocupa la mayor parte de nuestro tiempo toda vez que hemos conseguido dominar lo real, convertirlo en una burbuja garantista.

La Pastilla forma parte de ese mundo virtual

En el mundo virtual caben los dolores y hambres más insoportables. La realidad no da para tanto. 

En el daño real la química de los analgésicos tiene cierta eficacia sobre la química real del procesamiento de señales nociceptivas.

En el daño virtual, probabilístico, manda lo que se imagina en los circuitos, referio a daños, orígenes y remedios. No somos conscientes de ello. La imaginación está automatizada... pero es necesario ser conscientes, forzar nuestras convicciones, proyectarlas, actuar en consecuencia y conseguir imponer la racionalidad.

- Entonces... ¿me tomo La Pastilla?

- Es una decisión suya... 


16 comentarios:

mar dijo...

:) me ha resuelto mucho mejor lo que le pregunté ayer, gracias!. Yo seguiré como hasta ahora...esperando a ver si se me pasa y pensando en otras cosas para distraerme. Es como cuando digo que el día que esté embarazada pariré sin epidural y mis familiares me miran horrorizados, dicen que luego la suplicaré a gritos cuando ya sea tarde. Me da igual no creo que sea para tanto tantísimo, antes se paría sin nada (cuando digo esto me dicen: pero no había los adelantos de ahora. También tienen razón, pero no sé, no.) Gracias como siempre por sus palabras

legemcruz dijo...

Y en el dolor sin causa real de daño, no se genera también esa química real que es la que hace perceptible el dolor? Quiero decir, la causa es distinta, claro está, pero la consecuencia,esto es, la percepción de dolor no la provocan los mismos compuestos químicos? Ahora mismo me duele la cabeza, SE que no está pasando nada dañino en ella, pero imagino que se han debido liberar (improcedentemente, eso si) los mismos compuestos químicos que se hubieran liberado, por ejemplo, de haberme roto una pierna y que hacen que sienta el dolor. ¿No es por eso también efectiva (aunque limitada) la acción de los analgésicos "neutralizadores" en estos casos? Gracias, como siempre,
Cruz

legemcruz dijo...

Por cierto, ayer salió en el Telediario de la 1 la noticia de la invención del "migra-test", un aparatito que mide la histamina en el cuerpo, elevada en los migrañosos por carecer de la enzima correspondiente que se encarga de neutralizar la misma y causante del dolor (si no entendí mal) y pensé "mi pobre D.Arturo, ¡¡cuánta tarea tiene por delante!!" YO no me lo creí, pero vete a saber MI CEREBRO, tan miedica él (lo cierto es que hoy me duele la cabeza...) Y es que sostenerse en las creencias correctas con tanta propaganda "oficial" bombardeando en su contra es complicado...
No (nos) abandone!!

Arturo Goicoechea dijo...

legemcruz: sí y no. Los compuestos son los mismos pero no la dosis y, sobre todo, lo que alimenta su liberación. En el caso de daño las señales de las células destruidas activan y modulan la generación de señales que acaban produciendo la percepción dolorosa. Conseguimos la analgesia (aparte del placebo) porque hacemos creer al cerebro que hay menos daño del que realmente hay.

Cuando la liberación de mediadores químicos (CGRP, prostaglandina) es por alerta el mantenimiento de esa secrección depende directa y exclusivamente de la evaluación central. El cerebro gestiona erróneamente el estado de normalidad interpretando que algo sucede. Cuando hay daño y hemos dado analgésicos gestiona erróneamente porque cree que sucede algo con menos intensidad.

Si sólo te fijas en el efecto químico, tienes razón: disminuimos la generación de falsa señal de daño y así disolvemos el error cerebral. Si esto fuera así no andaríamos con tantas historias, pero la dinámica evaluativa cerebral en estos casos va haciendo que las crisis puedan ir a más y desaparecer el efecto...

En mi opinión estamos ante una estructura fóbico-adictiva, con su ritual de evitación incluido. En esos casos hay que evitar el objetivo de eliminar el sufrimiento al precio que sea.

Saludos

Arturo Goicoechea dijo...

legemcruz: la tesis de la histaminosis está en boga, con el apoyo incluso de los parlamentarios (Manifiesto de Madrid).

La propuesta del déficit de diaminoxidasa (la enzima que metaboliza la histamina, teórica responsable de la génesis de la crisis) sólo es válida si el papel de la histamina en la migraña es determinante, cuestión harto discutible ya que necesita que la teoría vascular sea cierta, cuestión más discutible aún...

El caso es que hay pacientes que se libran de la migraña cuando eliminan determinados alimentos. Interpretar ese aparente éxito es complejo (placebo, nocebo).

El test supongo que desvela quién es genéticamente bajo productor de la enzima.

El bombardeo, efectivamente, es tremendo. Por eso es importante estar inmunizado con el conocimiento básico en biología.

Saludos

legemcruz dijo...

Gracias por ambas respuestas. Y es que las preguntas se generan sin cesar, en tantos ámbitos... Por ejemplo, voy a someterme ahora a un procedimiento médico, y en los antecedentes no he puesto que soy migrañosa (antes sí lo ponía).¿He hecho bien? Es que casi cualquier cosa es susceptible de causar dolor de cabeza, según los doctores, y francamente, prefiero ahorrármelo...

Unknown dijo...

La razón de no tomar pastillas, al menos en mi caso. Es que mi mal es mío, y con las pastillas, directamente no soy yo. Hablo de antipsicóticos y antidepresivos, además de idalprem para dormir, que curiosamente tiene el efecto secundario de terrores nocturnos y alucinaciones...

Arturo Goicoechea dijo...

legemcruz: creo que debes dar toda la información a los doctores, inluido el hecho de padecer migrañas. Lo importante es que tengas claro lo que eso supone.

Arturo Goicoechea dijo...

DDmx: es una reflexión de mucho calado, que, suscribo.

sofia basterra dijo...

Arturo, después de leer tu libro, y tener un episodio de migraña...empezó mi reto, y la reeducación de mi cerebro. Era la gran oportunidad de poner en practica lo leído. Salí triunfante, de esta primera batalla!! Me siento muy orgullosa, de haberla vencido y también de no haber caido en la tentanción de la pastilla. En realidad no fue una tentación, porque estaba llena de valor para ignorar el dolor, seguir con mi rutina, y reflexionar todas tus explicaciones sobre la existencia del dolor sin daño. Así que en mi cajón sigue estando la caja de zomig sin estrenar, y por mucho tiempo....espero!!
Gracias por todo. Estoy venga a hacer publicidad de tu libro y de tu blog!!!

domi dijo...

Una cosa es tomar un paracetamol en un momento de dolor de cabeza por ejemplo y otra muy distinta es un narcótico o ansiolítico que entonces es verdad que ya no eres tú,todo con racionalidad como dice el Dor.
Me ha gustado mucho la entrada de hoy,cuando tomamos algo hay que tener encuenta si nos puede hacer mas daño en el futuro,que calmar el momento en que estamos sintiendo el dolor,pero en un momento dado va tán bien la pastilla para quitarnos el dolor de turno!!!!
el padeciente que yo tengo en casa no las puede ver las pastillas ya que dice que no le hacen nada,pero yo insisto,por lo menos si repite que no sea por no hacer lo que el médico le mandó.
Complicado lo de tomar o no la pastilla,
saludos, Domi

Arturo Goicoechea dijo...

Sofía: enhorabuena. Es cuestión de no bajar la guardia e ir consiguiendo inmunidad definitiva frente al alarmismo irracional y la adicción a lo tóxicos.

Saludos

Arturo Goicoechea dijo...

Domi: el efecto químico de la pastilla es minimo o nulo. La aparente eficacia es efecto placebo

domi dijo...

Gracias Dor. por su respuesta, me tranquiliza,yo que le tengo mas miedo al efecto quimico que a la eficacia placebo del medicamento!!!,tomar siempre con racionalidad como Ud.dice,
no a la mas mínima,eso sí lo tengo clarísimo por lo menos lo pratico en mis dolencias que haberlas ailas.
Ademas tengo la suerte que enseguida me hace efecto,
,esque tengo que estar siempre en forma,soy cuidadora en mi propia casa,
saludos
Domi

Anónimo dijo...

Me dolia la garganta, acudo al medico, me dice que tengo que tomar un nuevo antibiotico, azitromicina, que se toman solo 3 pastillas, resultado: la faringitis me desaparecio casi de inmediato pero desde entonces tengo diarreas y hace mas de un mes de eso...Una pequeña molecula puede tener tantos efectos????
Saludos
Jose

Paulina dijo...

Hola Anónimo:eso ha sido seguramente un efecto secundario del antibiotico,quizás demasiado fuerte para el grado de infeccion que tenias.De todas formas no tiene porqué durar tanto,si no has ido ya,deberias volver al médico que te la recetó y comentarle, seguramente te ha lastimado la flora intestinal,a mi me pasó algo parecido pero fué en la boca,me dejó el paladar en carne viva,al cortar la medicacion me fue pasando.
Me parece extraño que te dure tanto.
Saludos.
Paulina