Tal como sugería el Premio Nobel F. Jacobs, existe una verdad operativa, aceptada como caja de herramientas necesaria para operar socialmente y respecto a uno mismo. No es preciso que sus componentes sean necesariamente correctos. Basta con que sirvan en su conjunto. De hecho la caja de herramientas de la Evolución ha operado de este modo, acumulando aciertos y chapuzas, echando mano de lo que había, poniendo parches y remiendos que luego acabaron convirtiéndose en aparentes prodigios de una mente diseñadora excepcional.
Una verdad aparente y operativa puede perfectamente estar constituida por un conjunto bien organizado de falsedades pero que dan para seguir tirando mientras llega otra verdad más resultona.
Sin prisa pero sin pausa la evolución del conocimiento va dejando un poso bastante fiable de lo que Jacobs llama verdad absoluta o verdadera, una verdad contrastada "científicamente".
Podríamos clasificar la verdad también según un ranking de éxito. Desde esa perspectiva lo verdadero es lo que tiene éxito social como verdad, como explicación.
Una de esas verdades exitosas es la que resuelve todo tipo de dolorimientos físicos, psicológicos y sociales atribuyendo las culpas del sufrimiento presente a procesos mal gestionados en el pasado.
Individuos y grupos sociales están condenados a la disfunción porque han quedado estigmas que impiden la normalización.
La fibromialgia es una enfermedad a la que se aplican varias verdades operativas, exitosas... y, probablemente falsas. Oficialmente es misteriosa, no tiene remedio (aunque podemos aplicar apaños y bálsamos) y puede provenir de lejanos esguinces y latigazos cervicales, cargas laborales, infecciones, desamores, soledades, defunciones o cualquier otro suceso afectiva o físicamente negativo que no quedó bien rematado.
Las propuestas exitosas sobre fibromialgia sacan de la caja de herramientas de las explicaciones chapuceras el remiendo de echar la culpa al pasado, al organismo o a su usuario, el individuo.
Aun cuando las cosas parecen estar ya suficientemente claras respecto a la responsabilidad cerebral, no acaba de aceptarse la verdad verdadera y no exitosa, simplemente porque no es exitosa ni operativa, aun cuando pueda ser verdadera.
- A mí, eso que me explica no me soluciona nada... luego no es verdad.
Cuesta recuperar el buen nombre del organismo como sistema que repara perfectamente desgarros, machacamientos, esguinces y latigazos (sin entrar siquiera en la veracidad de que realmente se han producido).
- Me han explicado que todo me viene de aquél accidente que tuve hace quince años. Tuve un "esguince cervical" y todo viene "a raíz" de aquello.
- Suponiendo que realmente tuviera ese esguince, yo le aseguro que su organismo habrá dejado su cuello como si nada hubiera pasado. Otra cosa es que después de la reparación el cerebro la dé por buena. Puede que los tiros vengan por ahí. El cerebro es un desconfiado y si desconfía de su cuello ya no le dejará utilizarlo a su antojo. A partir de ahí la desonfianza irá afectando a todo el aparato locomotor y su cerebro acabará desautorizando y desmotivando sus acciones: dolor y cansancio, lo que llaman fibromialgia.
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La verdad no siempre la tenemos a mano, en la caja de herramientas. Nos pasamos la vida revolviendo una y otra vez esa caja buscando la herramienta resolutiva y esperando desesperadamente a que aparezca en el mercado: un nuevo fármaco, una operación, unas hierbas... Puede que no busquemos bien porque seguimos buscando en el sitio inadecuado. En esos casos hay que salir del lugar una y mil veces registrado y... explorar.
Decía C F Gauss, "el príncipe de las Matemáticas", que "el investigador no sabe lo que busca hasta que lo ha encontrado"... pero hay veces que podemos saber si estamos buscando en el lugar adecuado aunque no sepamos muy bien lo que nos vamos a encontrar...
4 comentarios:
Hola, he llegado hasta su blog a través de los comentarios que hace Ud. en el blog Psicoseando.
Sobre el tema del dolor hemos discutido en uno de los míos y sobre la fibromialgia también (de hecho solo por "mentarla" tuve una avalancha de comentarios de supuestas afectadas que se sintieron, supongo, atacadas sin ser mi intención). Me voy a permitir la osadia de poner un link a una de esas entradas ya que me gustaría seguir conociendo sus opiniones al respecto.
http://haymicabecita.blogspot.com/2009/05/vueltas-con-las-tecnicas.html
Un saludo desde Tenerife
Jesús: me alegro de tu visita. Te conozco "de leídas" en el blog psicoseando y no había conseguido conocer el tuyo. Gracias a tu comentario he podido entrar.
Respecto a las pacientes de fibromialgia, tengo alguna experiencia. He propuesto a algunas pacientes mías fundar la asociación de ex-pacientes. Sus antiguas compañeras les niegan el pan y la sal. Parece que les ofende que alguien pueda curarse adquiriendo "simplemente" conocimiento.
Hola. ¿Parece que les ofnede?. Le dejo una entrada en la que se me ocurrió "mentar" a un psiquiatra llamado Renduelles, que mencionó de pasada a la fibromialgia, dudando de su etiología orgánica...
Muy interesante la reacción, y los 42!!!!! comentarios.
http://haymicabecita.blogspot.com/2009/01/entrevista-con-renduelles.html
La cuestión del dolor sin una base fisica que lo explique es apasionante. La propuesta explicativa en la mayor parte de los casos, es la misma que para otro problemas como la Hiperactividad Infantil: la "lesión" es tan mínima, tan pequeña, que todavia no alcanzamos a "percibirla" con los medios actuales, pero en un futuro será posible. Puede ser.....pero me parece que hace tiempo, mucho tiempo, que entendemos qeu no podemos separar los físico de los psicologico y viceversa. Romperse un brazo tiene correlatos psicológicos: hay personas que se lo rompen y al dia siguiente estan subidos en una bicicleta aunque tengan que ir con una sola mano (y esto puede "agravar lo físico, a su vez) y hay gente que se deprime y se queda en casa.
Un saludo.
Jesús: gracias por la referencia al interesante debate abierto en tu blog. Tiene el valor de la sinceridad.
He tocado varias veces el tema de la fibromialgia en el blog. En mi opinión falla la concepción fisiopatológica porque no se ha producido una lectura sustancial de su origen neuronal. para mí se trata de una disfunción evaluativa cerebral, corregible por tanto con pedagogía neuronal.
La propuesta suele ser malentendida por muchas pacientes y dar lugar a tergiversaciones y rechazos.
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